Este domingo, la cadena de cable estadounidense HBO empezó a difundir un documental de cuatro horas sobre Michael Jackson, cuya segunda parte fue difundida en la noche del lunes.
Pero Leaving Neverland, dirigida por el británico Dan Reed, no es una película más sobre la figura del cantante mítico y lo que ha legado a la música pop: presenta con detalles escalofriantes las historias de dos hombres, James Safechuck, de 41 años, y Wade Robson, de 36, que aseguran que Jackson abusó sexualmente de ellos “cientos de veces” cuando eran menores.
Ambos describen cómo los atrajo el cantante, invitándoles a involucrarse en su vida de ensueño, ganándose la confianza de sus familias y manipulándolos para que mantuvieran su relación sexual en secreto.
Relatos que concuerdan
En cuanto a Safechuk, el abuso empezó a los diez años, después de que él participara en una publicidad de Pepsi junto al “Rey del pop”. Cuenta una historia similar a la de Robson: Jackson le dijo que si alguien se enteraba, sus vidas “habrían terminado”. Le habría enseñado a masturbarse y habría simulado con él una ceremonia de boda, anillo incluido: “Me encantaban las joyas y él me recompensaba con ellas por hacer actos sexuales por él”. Además, tenían que fingir ser sorprendidos por una tercera persona por si ocurriera: “Fingía que alguien entraba a la habitación y tenía que vestirme lo más rápido posible sin hacer ruido”, dice Safechuck.
En Leaving Neverland, las madres de ambos también cuentan cómo fueron seducidas por el culto a Jackson y la culpa que sienten por haber dejado a sus hijos meterse de pleno en el mundo del astro del pop.
Un “pedófilo prolífico”
No es la primera vez que se ventilan públicamente acusaciones de abuso contra Jackson, pero sí es la primera explosión del escándalo desde que murió de sobredosis a los 50 años, hace casi diez años.
En 1993, el cantante fue acusado de abusar de un niño de 13 años y se cerró el caso con un acuerdo extrajudicial. En 2005, fue absuelto en un juicio en el que se le acusaba de haber abusado de Gavin Arvizo, un joven de 13 años. Jackson siempre negó las acusaciones, y hasta después de su muerte, Robson y Safechuck negaron haber sido abusados. Cuando finalmente presentaron sus propias demandas, fueron desechadas porque habían prescrito.
Diane Dimond, una periodista que escribió un libro sobre el tema, cree que podría haber más hombres que salgan a hablar. “Era un pedófilo prolífico que hizo lo que hizo delante de nuestras narices porque sabía que era adorado y que podía salirse con la suya”, apunta.
Un legado eterno
Para Robert Thompson, experto en cultura pop de la Universidad de Syracuse, esta película en el contexto actual de #MeToo es clave, puesto que “en muchos aspectos, ha crecido la concientización”. De hecho, la familia Jackson intentó impedir su difusión y desacreditarla, calificándola de “desgraciada, sensacionalista, un linchamiento público”.
Leaving Neverland arrasó en el Festival de Cine de Sundance y fue considerada tan potencialmente devastadora que había asesoramiento psicológico a disposición.
Sin embargo, incluso si su reputación se ve empañada, no se borrará el legado artístico del cantante, que cambió la historia del pop mundial. Y los fans creerán siempre “que era como Jesús”, concluye Diane Dimond.