Malas noticias en el inicio de un nuevo año académico para miles de estudiantes que perdieron el beneficio estatal de la gratuidad por haberse atrasado en sus carreras.
La Ley de Educación Superior señala que la gratuidad dura solo el periodo formal de las carreras y que cuando un alumno se atrasa, paga la mitad del arancel y la otra mitad la paga el plantel. Según informó el Ministerio de Educación (Mineduc) a La Tercera, alrededor de 27 mil alumnos perdieron el beneficio este año por atrasarse.
Consultada sobre esta situación, la Ministra de Educación, Marcela Cubillos, señaló que este es un problema heredado del gobierno anterior y que las condiciones de la gratuidad fueron aprobadas por el Congreso y los planteles.
“Entender que los alumnos cuando alargan su carrera más allá de los tiempos o exceden esta titulación oportuna, la ley establece que se les cobre la mitad del arancel. Esa mitad del arancel la pueden cubrir con las distintas ayudas estudiantiles que hoy día existen y no con gratuidad. Ese fue el diseño que nosotros heredamos en materia de gratuidad. Es una ley impulsada por el Gobierno anterior, aprobada por el Congreso y los rectores que suscribieron el sistema de gratuidad lo hicieron en base a esas condiciones”, dijo la ministra.
Por su parte, el rector de la Universidad de Chile y presidente del Consorcio de Universidades del Estado (Cuech), Ennio Vivaldi, respondió a los dichos de la ministra de Educación, señalando que es un contrasentido asignar responsabilidades en gobiernos anteriores y no centrar la discusión en la solución del problema.
“Es absurdo que no se reconozca que, especialmente la gente que tiene más dificultades por motivos económicos, demora más que lo previsto y, por lo tanto, no puede limitarse el apoyo económico de la gratuidad solo al período, es un absurdo y un contrasentido, de hecho, es regresivo. Decir que esto es culpa de los que hicieron la ley nos mete en una discusión en la que yo no tengo ningún problema en participar, pero me da la impresión de que muchas veces, donde se podrían solucionar problemas, hay más el ánimo de tratar de demostrar lo mala que es la ley en vez de tratar de solucionar los problemas.”, dijo el rector de nuestra casa de estudios.
Asimismo, la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Karla Toro, hizo un llamado a la ministra de Educación a replantearse los mecanismos de financiamiento para la educación superior y así evitar que los estudiantes sigan endeudándose.
“El llamado que hacemos al Gobierno y a la ministra Cubillos es a que se den cuenta de que esta forma de financiar la educación en Chile, a través de becas e incluso con la gratuidad, obliga a los estudiantes a tener que pedir el día de mañana un crédito con el cual endeudarse. Para nosotros es gravísimo que el Estado siga endeudando a sus estudiantes a nivel país”, señaló la presidenta de la Fech.
Así ocurrirá en el caso de Javiera López, secretaria general de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, quien, debido a la carga que implicaron sus funciones como dirigenta estudiantil, se atrasó en su carrera de Periodismo y ya no podrá contar con el beneficio de la gratuidad. “La certeza que teníamos de poder estudiar de manera gratuita, en donde nuestros costos de mantención -pero también los costos arancelarios- estuvieron cubiertos y no solo para nosotros, sino que para nuestras familias. Hoy esa certeza la perdemos y el único llamado que tenemos es una obligación a endeudarnos. Finalmente, parece ser que la lógica crediticia y de endeudamiento, sí o sí, se va a tener que cumplir”, se lamentó la estudiante de la Universidad de Chile.
Un caso similar, pero distinto, es el de Francisca Ochoa, quien es estudiante de Ingeniería Comercial en nuestra casa de estudios y quien, por motivos de salud, debió congelar un año académico, perdiendo así el beneficio de la gratuidad. “Somos miles los estudiantes que estamos en esta situación y ojalá este año se pueda resolver, para que quienes entren a esta situación en los próximos años tengan mayor seguridad de lo que va a ser su futuro, porque al final esto te deja bien a la deriva y termina aumentando los problemas personales”.
Cabe destacar que según los datos que maneja la Fundación Por Una Carrera, expertos en orientación vocacional y financiamiento de la educación superior, la diferencia entre la duración formal y la duración de real de una carrera universitaria es en promedio de 2,5 semestre, es decir, un año y medio aproximadamente.
Francisco Fernández, director ejecutivo de la Fundación Por Una Carrera, sostuvo que es necesario que se evalúen las políticas públicas de acuerdo a las duraciones reales de las carreras y cómo acompañar a los estudiantes en este proceso.
“Tenemos que entender que la mayoría de los alumnos no se titula en el tiempo que debería titularse alguien que no se echa ningún ramo. Hay un montón de razones por las cuales un alumno se puede demorar más y dentro de nuestras políticas públicas tenemos que evaluar cómo acompañamos a esos alumnos en lo que es en realidad titularse y no en el ideal de cuánto debería durar una carrera. Ahí está el desafío de cómo encontramos formas de acompañarlos sin generar incentivos para que las carreras duren eternamente”, señaló Fernández.
Los alumnos que perdieron el beneficio este año, podrán optar a otros mecanismos de financiamiento, a través del Formulario Único de Acreditación Socioeconómica (FUAS), que está disponible en www.fuas.cl o en www.gratuidad.cl, hasta este jueves 14 de marzo.