El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, se encuentra desde este domingo en Washington en una visita oficial que tendrá su clímax mañana martes, con un encuentro en el Despacho Oval de la Casa Blanca con su homólogo, Donald Trump.
Se trata de su primer viaje oficial al exterior desde que asumió el poder el 1 de enero pasado, rompiendo así con la tradición de los nuevos mandatarios brasileños de realizar su primera visita oficial a Argentina. Bolsonaro viajó acompañado de seis ministros.
“Por primera vez en mucho tiempo, un presidente brasileño que no es antiestadounidense llega a Washington. Es el comienzo de una asociación por la libertad y la prosperidad, como los brasileños siempre lo desearon”, tuiteó Bolsonaro, quien desde su llegada al poder ha dado un giro radical a la diplomacia brasileña.
Apodado el “Trump tropical”, el presidente brasileño pretende con esta visita escenificar al más alto nivel una nueva alianza regional entre Estados Unidos y Brasil. Sobre la mesa, la cuestión venezolana y las vías para forzar la salida de Nicolás Maduro ocuparán un espacio central.
Por otro lado se hablará de la posibilidad de que EE.UU. use la base espacial de Alcántara, en el estado brasileño de Maranhão, para el lanzamiento de satélites comerciales. Esta base tiene una ubicación ideal para los lanzamientos, por estar muy próxima a la línea del ecuador, lo que permite economizar hasta 30% del combustible o llevar más carga.
Brasil también quiere avanzar en el libre comercio con su socio norteamericano y eliminar recíprocamente la obligación de visados para turistas. Bolsonaro pretende asimismo arrancar de Trump su respaldo para que Brasil pueda ingresar en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El mandatario y su comitiva, que este lunes visitaron a la CIA (Agencia Central de Inteligencia), se alojan en la Blair House, una residencia oficial de invitados que el presidente de Estados Unidos sólo reserva para visitas puntuales. “Un honor concedido a poquísimos jefes de Estado”, tuiteó Bolsonaro al respecto.
Después de Estados Unidos, el presidente brasileño visitará Chile y viajará a fin de mes a Israel, en una muestra clara de su intento de acercarse a gobiernos que considera afines a sus posturas conservadoras y económicamente liberales.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, se encuentra desde este domingo en Washington en una visita oficial que tendrá su clímax mañana martes, con un encuentro en el Despacho Oval de la Casa Blanca con su homólogo, Donald Trump.
Se trata de su primer viaje oficial al exterior desde que asumió el poder el 1 de enero pasado, rompiendo así con la tradición de los nuevos mandatarios brasileños de realizar su primera visita oficial a Argentina. Bolsonaro viajó acompañado de seis ministros.
“Por primera vez en mucho tiempo, un presidente brasileño que no es antiestadounidense llega a Washington. Es el comienzo de una asociación por la libertad y la prosperidad, como los brasileños siempre lo desearon”, tuiteó Bolsonaro, quien desde su llegada al poder ha dado un giro radical a la diplomacia brasileña.
Apodado el “Trump tropical”, el presidente brasileño pretende con esta visita escenificar al más alto nivel una nueva alianza regional entre Estados Unidos y Brasil. Sobre la mesa, la cuestión venezolana y las vías para forzar la salida de Nicolás Maduro ocuparán un espacio central.
Por otro lado se hablará de la posibilidad de que EE.UU. use la base espacial de Alcántara, en el estado brasileño de Maranhão, para el lanzamiento de satélites comerciales. Esta base tiene una ubicación ideal para los lanzamientos, por estar muy próxima a la línea del ecuador, lo que permite economizar hasta 30% del combustible o llevar más carga.
Brasil también quiere avanzar en el libre comercio con su socio norteamericano y eliminar recíprocamente la obligación de visados para turistas. Bolsonaro pretende asimismo arrancar de Trump su respaldo para que Brasil pueda ingresar en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El mandatario y su comitiva, que este lunes visitaron a la CIA (Agencia Central de Inteligencia), se alojan en la Blair House, una residencia oficial de invitados que el presidente de Estados Unidos sólo reserva para visitas puntuales. “Un honor concedido a poquísimos jefes de Estado”, tuiteó Bolsonaro al respecto.
Después de Estados Unidos, el presidente brasileño visitará Chile y viajará a fin de mes a Israel, en una muestra clara de su intento de acercarse a gobiernos que considera afines a sus posturas conservadoras y económicamente liberales.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, se encuentra desde este domingo en Washington en una visita oficial que tendrá su clímax mañana martes, con un encuentro en el Despacho Oval de la Casa Blanca con su homólogo, Donald Trump.
Se trata de su primer viaje oficial al exterior desde que asumió el poder el 1 de enero pasado, rompiendo así con la tradición de los nuevos mandatarios brasileños de realizar su primera visita oficial a Argentina. Bolsonaro viajó acompañado de seis ministros.
“Por primera vez en mucho tiempo, un presidente brasileño que no es antiestadounidense llega a Washington. Es el comienzo de una asociación por la libertad y la prosperidad, como los brasileños siempre lo desearon”, tuiteó Bolsonaro, quien desde su llegada al poder ha dado un giro radical a la diplomacia brasileña.
Apodado el “Trump tropical”, el presidente brasileño pretende con esta visita escenificar al más alto nivel una nueva alianza regional entre Estados Unidos y Brasil. Sobre la mesa, la cuestión venezolana y las vías para forzar la salida de Nicolás Maduro ocuparán un espacio central.
Por otro lado se hablará de la posibilidad de que EE.UU. use la base espacial de Alcántara, en el estado brasileño de Maranhão, para el lanzamiento de satélites comerciales. Esta base tiene una ubicación ideal para los lanzamientos, por estar muy próxima a la línea del ecuador, lo que permite economizar hasta 30% del combustible o llevar más carga.
Brasil también quiere avanzar en el libre comercio con su socio norteamericano y eliminar recíprocamente la obligación de visados para turistas. Bolsonaro pretende asimismo arrancar de Trump su respaldo para que Brasil pueda ingresar en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El mandatario y su comitiva, que este lunes visitaron a la CIA (Agencia Central de Inteligencia), se alojan en la Blair House, una residencia oficial de invitados que el presidente de Estados Unidos sólo reserva para visitas puntuales. “Un honor concedido a poquísimos jefes de Estado”, tuiteó Bolsonaro al respecto.
Después de Estados Unidos, el presidente brasileño visitará Chile y viajará a fin de mes a Israel, en una muestra clara de su intento de acercarse a gobiernos que considera afines a sus posturas conservadoras y económicamente liberales.
