El cardenal Francisco Javier Errázuriz estuvo, en marzo pasado, alrededor de 12 horas siendo interrogado en calidad de imputado por supuestos encubrimientos de delitos sexuales cometidos por sacerdotes, y enfrentó las 261 preguntas que el fiscal de alta complejidad Jorge Escobar le realizó. El medio La Tercera publicó las declaraciones del sacerdote que había guardado silencio dos veces durante el intercambio, por recomendación de sus abogados.
Según La Tercera en el primer interrogatorio -del jueves 28 de marzo- se le consultó a Errázuriz por su rol en 11 casos en que se investiga a sacerdotes por abuso sexual de menores y violación. El caso que concentró la mayor parte de la indagación fue el que involucró al ex párroco de la parroquia de El Bosque Fernando Karadima. Fue entonces que en dos oportunidades su defensor intervino y Errázuriz guardó silencio ante las preguntas del investigador. Además, en 35 ocasiones ante una pregunta directa de la fiscalía se limitó a responder: “No recuerdo”.
Escobar le preguntó, específicamente respecto del caso Karadima, si el cardenal se había mostrado solícito con los feligreses que acudían a hacer denuncias. “Traté de hacerlo”, respondió a lo que el perscutor contrapreguntó: “¿Especialmente con las víctimas de algunos delitos sexuales?”. “Sí. El caso más horrible fue el de Karadima. El grupo que estaba en torno a él lo protegía, si bien yo era el obispo, nunca me informaban lo que ocurría. Hasta que uno, dos y tres dijeron que había abusos adentro, que fue (José Andrés) Murillo, Hamilton y después Juan Carlos Cruz. Para mí el testimonio que me convenció fue el de Juan Carlos Cruz. Por eso, cuando supe, le pedí instrucciones a monseñor (Charles) Scicluna para saber qué pasos realizar”. Errázuriz también aseveró que había viajado a reunirse con Scicluna a fines de 2009.
Durante el interrogatorio, Errázuriz cuestionó la verosimilitud del testimonio de algunas de las víctimas. “Era muy difícil creer en la acusación del doctor Hamilton, porque era un doctor, era padre de familia y él decía que fue abusado por casi 14 años. Sin embargo, invitaba a Karadima a su casa, lo invitó al bautizo de sus hijos. En fin, costaba creer en esa denuncia por las circunstancias” afirmó.
Asimismo, ante la consulta del fiscal si era cierto que visitó a Karadima, oportunidad en que habría asegurado que las investigaciones no prosperarían, el cardenal dijo no recordar y afirmó que tales declaraciones eran improbables.
Reacciones
El primero en reaccionar a la publicación del interrogatorio fue la una de las víctimas de Karadima, Juan Carlos Cruz, quien tildó de mentiroso a Errázuriz a través de sus redes sociales.
Mentiras del imputado delincuente cardenal Errázuriz en interrogatorio @latercera Cuando no quería contestar decía “No lo recuerdo” Por ejemplo: se acuerda q mandó una carta a todos los curas de Santiago defendiendo a Karadima? Él: “No lo recuerdo” CÁRCEL. https://t.co/GvhYXtWWXM
— Juan Carlos Cruz Ch. (@jccruzchellew) 21 de abril de 2019
En ese mismo sentido, José Andres Murillo, otra víctima de Karadima, también expresó su descontento por las declaraciones de Errázuriz.
El Cardenal Errázuriz es un personaje astuto y mentiroso. Pero el mundo cambió y sus insultos, mentiras y maldad hoy se evidencian solos. Tendrá que responder ante la justicia y ante la historia https://t.co/2LjDA2Ik1T
— José Andrés Murillo (@JosAndrsMurillo) 21 de abril de 2019
Por su parte, el vocero de los laicos de Santiago, Osvaldo Aravena, indicó que no es correcto establecer como sinónimos a la pederastia y la homosexualidad, razón por la que, según el portavoz, las declaraciones del cardenal son graves. Esto con respecto de uno de frases más polémicas del religioso durante su extensa declaración respecto de que “es mejor que no haya sacerdotes homosexuales”.
También varios medios se acercaron al administrador apostólico del Arzobispado de Santiago, Celestino Aós, después de la eucaristía del domingo de Pascua para obtener sus reacciones a la publicación de las declaraciones del ex Arzobispo de Santiago, sin embargo, el sacerdote afirmó que ignoraba los dichos del obispo y, por lo tanto, no podía opinar al respecto.