Esta reunión al mismo tiempo histórica y altamente improbable entre los dirigentes de Estados Unidos y Corea del Norte ha causado una enorme sorpresa. Es la primera vez que un presidente de Estados Unidos en ejercicio pisa territorio norcoreano, si bien fue en la Zona Desmilitarizada (DMZ), fronteriza con Corea del Sur.
El experto en relaciones internacionales Barthelemy Courmon, profesor titular en la Universidad Católica de Lille y coordinador de investigación del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas (IRIS), dijo a RFI que “en esta reunión organizada en el último minuto las cuestiones de fondo no se trataron y tampoco se avanzó en la negociación”.
Pero, al mismo tiempo, el hecho de que este encuentro haya tenido efectivamente lugar revela que “a pesar del fracaso de la reunión en Hanoi y los ensayos balísticos norcoreanos de los últimos dos meses, el diálogo ha sido restablecido y los dos dirigentes están dispuestos a avanzar de nuevo por ese camino”.
¿Y la desnuclearización?
El otro punto que destaca este experto es la aparente voluntad de Estados Unidos de dejar de lado, al menos por el momento, el punto crucial de la desnuclearización.
“En ningún momento, ni antes ni después de la reunión, Trump evocó de manera explícita el principio de desnuclearización. El tono de Washington con respecto a este punto, central en la relación entre los dos países –y que fue el principal obstáculo en la cumbre de Hanoi– parece haber cambiado”, subraya Courmon.
Ahora bien, teniendo en cuenta que este punto es crucial, ¿significa esto que Estados Unidos está renunciando a llevar a cabo una auténtica negociación?
“Eso depende de lo que uno entiende por negociación. Si uno se enfoca única y exclusivamente en la desnuclearización, la negociación Estados Unidos y Corea del Norte es simplemente imposible. Y lo será eternamente. La desnuclearización ha sido central para los estadounidenses pero nunca lo ha sido para los norcoreanos”.
Una negociación pero varias visiones
Para este experto, hay que tomar en cuenta, en cambio, los otros puntos de la negociación, que son múltiples, comenzando por el de las sanciones económicas y comerciales contra Corea del Norte, en éstos sí se puede avanzar. “Pero para ello, esos puntos no deben ser asociados directamente con el tema de la desnuclearización”, insiste Courmon.
Éste parece ser el camino que el presidente Trump podría querer ensayar, pues dio a entender que su país “podría proponer al Consejo de Seguridad de la ONU un levantamiento parcial de las sanciones contra Pyongyang, que es exactamente lo que quiere el régimen norcoreano”, afirma este analista.
En cuanto a saber quién se beneficia más con este encuentro, el investigador del lRIS estima que ambos pueden sacar provecho político. “Trump puede sacar un cierto prestigio. En su búsqueda de la reelección, necesita un triunfo diplomático y puede sacar provecho de este encuentro”, dice Courmon.
Pero el gran vencedor sobre las cuestiones de fondo es Kim Jong Un. “El líder norcoreano ha discutido por tercera vez en un año cara a cara con el presidente de Estados Unidos. Ha logrado hacer que el mandatario atraviese la zona desmilitarizada, lo que es un símbolo muy fuerte para los norcoreanos. Y también ha logrado que se vuelvan a evocar las sanciones contra Pyongyang, lo que no era el caso desde hace algún tiempo”.
Entrevista de Romain Auzouy
Esta reunión al mismo tiempo histórica y altamente improbable entre los dirigentes de Estados Unidos y Corea del Norte ha causado una enorme sorpresa. Es la primera vez que un presidente de Estados Unidos en ejercicio pisa territorio norcoreano, si bien fue en la Zona Desmilitarizada (DMZ), fronteriza con Corea del Sur.
El experto en relaciones internacionales Barthelemy Courmon, profesor titular en la Universidad Católica de Lille y coordinador de investigación del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas (IRIS), dijo a RFI que “en esta reunión organizada en el último minuto las cuestiones de fondo no se trataron y tampoco se avanzó en la negociación”.
Pero, al mismo tiempo, el hecho de que este encuentro haya tenido efectivamente lugar revela que “a pesar del fracaso de la reunión en Hanoi y los ensayos balísticos norcoreanos de los últimos dos meses, el diálogo ha sido restablecido y los dos dirigentes están dispuestos a avanzar de nuevo por ese camino”.
¿Y la desnuclearización?
El otro punto que destaca este experto es la aparente voluntad de Estados Unidos de dejar de lado, al menos por el momento, el punto crucial de la desnuclearización.
“En ningún momento, ni antes ni después de la reunión, Trump evocó de manera explícita el principio de desnuclearización. El tono de Washington con respecto a este punto, central en la relación entre los dos países –y que fue el principal obstáculo en la cumbre de Hanoi– parece haber cambiado”, subraya Courmon.
Ahora bien, teniendo en cuenta que este punto es crucial, ¿significa esto que Estados Unidos está renunciando a llevar a cabo una auténtica negociación?
“Eso depende de lo que uno entiende por negociación. Si uno se enfoca única y exclusivamente en la desnuclearización, la negociación Estados Unidos y Corea del Norte es simplemente imposible. Y lo será eternamente. La desnuclearización ha sido central para los estadounidenses pero nunca lo ha sido para los norcoreanos”.
Una negociación pero varias visiones
Para este experto, hay que tomar en cuenta, en cambio, los otros puntos de la negociación, que son múltiples, comenzando por el de las sanciones económicas y comerciales contra Corea del Norte, en éstos sí se puede avanzar. “Pero para ello, esos puntos no deben ser asociados directamente con el tema de la desnuclearización”, insiste Courmon.
Éste parece ser el camino que el presidente Trump podría querer ensayar, pues dio a entender que su país “podría proponer al Consejo de Seguridad de la ONU un levantamiento parcial de las sanciones contra Pyongyang, que es exactamente lo que quiere el régimen norcoreano”, afirma este analista.
En cuanto a saber quién se beneficia más con este encuentro, el investigador del lRIS estima que ambos pueden sacar provecho político. “Trump puede sacar un cierto prestigio. En su búsqueda de la reelección, necesita un triunfo diplomático y puede sacar provecho de este encuentro”, dice Courmon.
Pero el gran vencedor sobre las cuestiones de fondo es Kim Jong Un. “El líder norcoreano ha discutido por tercera vez en un año cara a cara con el presidente de Estados Unidos. Ha logrado hacer que el mandatario atraviese la zona desmilitarizada, lo que es un símbolo muy fuerte para los norcoreanos. Y también ha logrado que se vuelvan a evocar las sanciones contra Pyongyang, lo que no era el caso desde hace algún tiempo”.
Entrevista de Romain Auzouy
Esta reunión al mismo tiempo histórica y altamente improbable entre los dirigentes de Estados Unidos y Corea del Norte ha causado una enorme sorpresa. Es la primera vez que un presidente de Estados Unidos en ejercicio pisa territorio norcoreano, si bien fue en la Zona Desmilitarizada (DMZ), fronteriza con Corea del Sur.
El experto en relaciones internacionales Barthelemy Courmon, profesor titular en la Universidad Católica de Lille y coordinador de investigación del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas (IRIS), dijo a RFI que “en esta reunión organizada en el último minuto las cuestiones de fondo no se trataron y tampoco se avanzó en la negociación”.
Pero, al mismo tiempo, el hecho de que este encuentro haya tenido efectivamente lugar revela que “a pesar del fracaso de la reunión en Hanoi y los ensayos balísticos norcoreanos de los últimos dos meses, el diálogo ha sido restablecido y los dos dirigentes están dispuestos a avanzar de nuevo por ese camino”.
¿Y la desnuclearización?
El otro punto que destaca este experto es la aparente voluntad de Estados Unidos de dejar de lado, al menos por el momento, el punto crucial de la desnuclearización.
“En ningún momento, ni antes ni después de la reunión, Trump evocó de manera explícita el principio de desnuclearización. El tono de Washington con respecto a este punto, central en la relación entre los dos países –y que fue el principal obstáculo en la cumbre de Hanoi– parece haber cambiado”, subraya Courmon.
Ahora bien, teniendo en cuenta que este punto es crucial, ¿significa esto que Estados Unidos está renunciando a llevar a cabo una auténtica negociación?
“Eso depende de lo que uno entiende por negociación. Si uno se enfoca única y exclusivamente en la desnuclearización, la negociación Estados Unidos y Corea del Norte es simplemente imposible. Y lo será eternamente. La desnuclearización ha sido central para los estadounidenses pero nunca lo ha sido para los norcoreanos”.
Una negociación pero varias visiones
Para este experto, hay que tomar en cuenta, en cambio, los otros puntos de la negociación, que son múltiples, comenzando por el de las sanciones económicas y comerciales contra Corea del Norte, en éstos sí se puede avanzar. “Pero para ello, esos puntos no deben ser asociados directamente con el tema de la desnuclearización”, insiste Courmon.
Éste parece ser el camino que el presidente Trump podría querer ensayar, pues dio a entender que su país “podría proponer al Consejo de Seguridad de la ONU un levantamiento parcial de las sanciones contra Pyongyang, que es exactamente lo que quiere el régimen norcoreano”, afirma este analista.
En cuanto a saber quién se beneficia más con este encuentro, el investigador del lRIS estima que ambos pueden sacar provecho político. “Trump puede sacar un cierto prestigio. En su búsqueda de la reelección, necesita un triunfo diplomático y puede sacar provecho de este encuentro”, dice Courmon.
Pero el gran vencedor sobre las cuestiones de fondo es Kim Jong Un. “El líder norcoreano ha discutido por tercera vez en un año cara a cara con el presidente de Estados Unidos. Ha logrado hacer que el mandatario atraviese la zona desmilitarizada, lo que es un símbolo muy fuerte para los norcoreanos. Y también ha logrado que se vuelvan a evocar las sanciones contra Pyongyang, lo que no era el caso desde hace algún tiempo”.
Entrevista de Romain Auzouy
