A punto de cumplirse una semana de que el huracán Dorian golpeó las Bahamas, las autoridades pudieron iniciar el último viernes la evacuación de algunos cientos de sobrevivientes mientras que subió a 43 la cifra de personas fallecidas. Erica Wells Cox, portavoz del Primer Ministro, Hubert Minnis, advirtió durante una entrevista a una cadena de la televisión estadounidense que “hay que esperar a que el número de muertos aumente de manera significativa”.
Todos los testimonios coinciden. El paisaje de las Bahamas tras el devastador paso de Dorian es desolador. Hay zonas en las que no quedó una casa de pie. Caroline Burnett, directora del único hospital público de la isla que sigue de pie resumió la situación en una palabra: “aterradora”. Ella estima que habrá que recurrir a camiones frigoríficos para poder depositar los cuerpos de las personas que fallecieron, que podrían llegar a cientos según avancen los trabajos de limpieza.
Las actividades de evacuación se hacen por todos los medios y de acuerdo con las posibilidades. Un primer contingente de sobrevivientes provenientes de la isla Ábaco, una de las más afectadas por el fenómeno meteorológico, fue transferido por un ferry rentado por el gobierno. Maletas encimadas sobre un carro de mercancía de súper mercado y mochilas repletas de las cosas que lograron rescatar de la catástrofe los habitantes de la isla es lo que vio Haike Schmidt, la enviada especial de RFI la noche de ayer, cuando inició el primer embarque de sobrevivientes que fueron trasladados al puerto de Nassau donde fueron acogidas en centros de alojamiento. Otros fueron evacuados en aviones privados.
Uno de los residentes de Marsh Harbour, la ciudad más grande de la isla Ábaco donde hasta el domingo pasado vivían 15,000 personas dijo que el lugar parece ‘una ciudad fantasma, sin electricidad, sin agua, sin nada’. De acuerdo con las primeras estimaciones, 60 por ciento de esa isla ubicada al norte del país quedó destruida.
Otra de las islas más afectadas es Gran Bahama. De acuerdo con la ONU, más de 70,000 personas -es decir la casi totalidad de los habitantes de Gran Bahamas y de Ábaco- necesitan asistencia.
Dorian es el huracán más terrible que nunca antes había golpeado las Bahamas. Calificado en la categoría 5, la más elevada, desplazándose con vientos de hasta 350 kilómetros por hora, arrancó o derribó todo lo que encontró a su paso.
La tardanza en la llegada de los primeros auxilios comienza a provocar el descontento de algunas víctimas de origen haitiano que viven en la isla, que se sienten discriminadas no obstante el que Primer Ministro Minnis les aseguró que todos serán atendidos. Un periodista de la agencia Reuters dijo haber asistido como testigo a actos de pillaje en supermercados de las islas Ábaco.