Atilio Borón por crisis en Ecuador: "La salida de Lenín Moreno es inevitable"

Si bien el sociólogo argentino reconoce que puede haber cierta presencia del correísmo, afirma que las actuales revueltas son una respuesta espontánea a las políticas económicas del Ejecutivo. "Yo dudo que el ex presidente Rafael Correa pueda tener tanto poder para, desde Bélgica, provocar una manifestación como esta", sostiene Borón, quien también se dio el tiempo para analizar el escenario electoral de Sudamérica.

Si bien el sociólogo argentino reconoce que puede haber cierta presencia del correísmo, afirma que las actuales revueltas son una respuesta espontánea a las políticas económicas del Ejecutivo. "Yo dudo que el ex presidente Rafael Correa pueda tener tanto poder para, desde Bélgica, provocar una manifestación como esta", sostiene Borón, quien también se dio el tiempo para analizar el escenario electoral de Sudamérica.

Atilio Borón, el reconocido sociólogo argentino, participó en la campaña presidencial de Lenín Moreno en Ecuador. Por eso no tiene problemas en tildar al actual mandatario sudamericano como mentiroso, infame y traidor.

En la presente entrevista, el también politólogo analiza la crisis que se vive en Ecuador y que tiene acorralado a Moreno. También se atreve a hablar de lo venidero: Borón cree que el mandatario ecuatoriano terminará refugiándose en Estados Unidos, donde -según él- disfrutará del dinero que ese país le ha brindado para llevar a cabo las políticas neoliberales que hoy lo tienen en jaque.

Ecuador está sumida en violentas protestas debido a las políticas económicas del Gobierno. Se registran muertos, heridos y detenidos. Moreno ha dicho que no renunciará, sin embargo los manifestantes han expresado que no se detendrán hasta que deje el poder.

No hay tregua entre las partes. Por un lado, un Gobierno inflexible; por otro, los indígenas que se oponen al “paquetazo” y, para complejizar más las cosas; el ex presidente Rafael Correa que ve en esta crisis una oportunidad para retomar el poder y continuar la llamada ‘Revolución Ciudadana”.

Si bien Atilio Borón reconoce que puede haber cierta presencia del correísmo, afirma que las actuales revueltas son una respuesta espontánea a las políticas económicas del Ejecutivo. “Yo dudo que el ex presidente Rafael Correa pueda tener tanto poder para, desde Bélgica, provocar una manifestación multitudinaria como esta”, sostiene Borón, quien también se dio el tiempo para analizar el escenario electoral de Sudamérica.

Sabemos lo que pasa en Ecuador, sin embargo, hay versiones encontradas. Por parte del oficialismo dicen que este es un intento de golpe de Estado dirigido por ex presidente Rafael Correa, y por otra parte está el mismo Correa que ha negado esa afirmación y ha sostenido que este es un movimiento espontáneo que ha surgido a raíz del llamado “paquetazo”. Desde su perspectiva, ¿qué vendría siendo esto?

Claramente es una respuesta a la política que ha llevado el gobierno de Lenín Moreno, un ajuste fenomenal, brutal, sin previo aviso, lo que ha generado un núcleo de protestas muy fuertes de grandes sectores de la población, no solamente los movimientos indígenas, hay gente de la ciudad, de las capas medias, que están activamente colaborando y participando en la movilización, y creo que más allá de lo que puede decir Lenín Moreno –que es un personaje impresentable, un mentiroso serial- yo dudo que el ex presidente Rafael Correa pueda tener tanto poder para, desde Bélgica, provocar una manifestación multitudinaria como esta y hacer que grandes contingentes indígenas bajen de la sierra. Correa puede ser un personaje muy carismático y todo, pero no creo que tenga el poder -más estando él en Bélgica- como para que pueda llegar a producir un fenómeno de esta naturaleza.

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Se ha tratado de asociar al movimiento indígena con el correísmo, sin embargo, la propia Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) sacó una declaración que tuvo palabras bastantes fuertes en contra de Correa, tratándolo de oportunista. En este sentido ¿hay actualmente tres bandos en Ecuador (Gobierno, Indígenas, Correa)?

Evidentemente que la CONAIE nunca tuvo muy buena relación con el gobierno de Correa, por lo mismo es absurdo lo que dice Lenín Moreno y eso él debiese saberlo muy bien, porque fue vicepresidente de Correa y tiene claro que la relación con la CONAIE era muy complicada. En segundo lugar, que la CONAIE diga que no quiere que Correa sea presidente me parece a mí que es una postura muy equivocada porque el tema de quién será el próximo mandatario tendrá que surgir del proceso político constitucional establecido y no de las decisiones que pueda tomar la CONAIE en la marcha callejera, es muy respetable lo que ellos están haciendo, yo apoyo totalmente la protesta, es absolutamente legítima, pero creo que se confundirían los compañeros de los pueblos originarios sin pensaran de que ellos van a resolver quién será el próximo presidente de Ecuador, salvo que la situación se salga absolutamente de madre, se produzca un desenlace revolucionario, violento, y la imposición de un líder surgido quién sabe de dónde, pero me parece que esta hipótesis es bastante extrema, bastante poco probable.

De todas maneras ¿usted ve una salida de Lenín Moreno a raíz de este conflicto?

Yo creo que la salida de Lenín Moreno es inevitable y próxima, el tema es que no sé cómo será la sucesión posterior, porque Lenín Moreno puede irse y dejar, por ejemplo, al vicepresidente a cargo (Otto Sonnenholzner), que es un personaje absolutamente gris y desconocido en Ecuador y, difícilmente, el actual vicepresidente, en este contexto, puede llegar a revertir un proceso como el que se da en este momento en Ecuador. Tengo la impresión de que se llegó a un punto de no retorno, creo que definitivamente el gobierno de Moreno tiene sus días contados, y creo que se va hacia una crisis institucional muy fuerte y, probablemente, un llamado anticipado a elecciones. No me parece que Moreno ni su vicepresidente tengan piso para controlar una situación como esta, que ha llevado a una movilización que no se producía hace 15 ó 20 años, como las que tumbaron a los gobiernos de Abdalá Bucarám o a Lucio Gutiérrez. Me parece que el curso de los acontecimientos actuales va en esa misma dirección, el gobierno está sitiado. Me parece que es cuestión de tiempo para que el gobierno de Moreno llegue a su fin.

Las Fuerzas Armadas de Ecuador han manifestado su apoyo a Lenín Moreno ¿existe la posibilidad de que se den vuelta?

La verdad es que ha sido un apoyo tibio, no muy importante. Yo creo que las Fuerzas Armadas van a actuar en función de sus intereses corporativos y saben muy bien de que un gobierno como el de Lenín Moreno, a la larga, no le va a posibilitar a las Fuerzas Armadas llegar a acceder a los recursos que ellos quieren, porque con ese paquetazo que Moreno ha planteado son pocos los que en las Fuerzas Armadas puedan creer que realmente van a poder normalizar su situación económica, que ya está muy comprometida. Moreno no tuvo una relación demasiado favorable ni demasiado ágil con las Fuerzas Armadas. Tengo la impresión de que las Fuerzas Armadas no van a dar el golpe, pero no creo que sean muy tenaces en atacar a los insurgentes.

Más allá del paquetazo anunciado por Lenín Moreno, da la impresión de que la actual situación es un cúmulo de episodios que estallaron hoy. En ese sentido, se sabe de la rivalidad entre Moreno y Rafael Correa. ¿Cuánto cree usted que hay de esa rivalidad en el actual conflicto de Ecuador?

Creo que este conflicto ha surgido, básicamente, por una torpe definición del gobierno de Moreno, de querer aplicar un paquetazo de esta envergadura desconociendo la naturaleza de la sociedad ecuatoriana y desconociendo la antigua tradición de sus pueblos originarios que en la década del noventa tumbaron a tres gobiernos. O sea, es un país en que uno juega con fuego cuando aplica esa clase de políticas desconociendo que hay una tradición de rebeldía, de derrocamiento de gobiernos por parte de movimientos populares que es muy fuerte y que ante una situación como la que plantea Lenin Moreno, esa gente iba a salir de todas maneras. Yo creo que acá más que rivalidades personales, está el tema de una política inspirada en el Fondo Monetario Internacional que genera una protesta social inmensa a la cual -por supuesto- se le agrega el condimento de la odiosidad que se ha dado entre estos dos personajes, pero hay que ser absolutamente honestos, acá el que ha sido el supremo traidor, el villano de esta historia, es Lenín Moreno, sin la menor duda. Porque Moreno, sin el apoyo decidido de Correa jamás hubiera podido ser presidente de Ecuador. Yo estuve en la campaña de Lenín Moreno en la primera y segunda vuelta, y él se deshacía en elogios hablando de Rafael Correa y diciendo que después de Eloy Alfaro, Correa había sido la figura más significativa y patriótica en la historia ecuatoriana. Y Moreno, que es un verdadero farsante, que engañó a mucha gente, de repente se dio vuelta y se convirtió en el verdugo de Rafael Correa. A uno puede no gustarle el estilo personal de Rafael, a veces muy impulsivo, muy frontal, etc. pero de ahí a que el gobierno de Moreno le haya hecho 19 demandas penales, que como dice Correa, son más de las que tuvo en su momento Al Capone, habla de que Moreno es un personaje que va a pasar a la historia como una de las figuras más ignominiosas de la historia contemporánea de América Latina.

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Lenín Moreno

Más allá de la influencia o no de Rafael Correa en este conflicto ¿la actual situación representa una oportunidad para que el correísmo retome el poder y siga adelante la Revolución Ciudadana abortada por Moreno?

Yo creo que se abre ahora un proceso de expectativas que habrá que ver cómo termina. Soy muy cuidadoso en ver esta situación, no se sabe cuál va a ser el final, hay muchas incógnitas. Va a persistir esta movilización indígena, pero ¿cuál va a ser la respuesta de las fuerzas represivas? ¿Qué va a hacer la Asamblea Nacional? Porque ahí también hay un debate. Es muy prematuro decir. De todas maneras, lo que sí sería importante, es que todo esto terminara de una manera lo más pacífica posible, aunque tengo la impresión de que la orden de Moreno va a ser arrasar con este movimiento y después, yo creo que va a seguir el camino del ex presidente boliviano Gonzalo Sánchez de Lozada, que también fue desalojado por una enorme poblada y que encontró su refugio en los Estados Unidos, a pesar de que Sánchez de Lozada, con la represión que ordenó cuando aplicó un paquetazo en Bolivia, mató a más de 70 personas. Parece ser que Lenín Moreno tiene en su cabeza hacer más o menos lo mismo y conseguir el apoyo de los Estados Unidos para radicarse en ese país, seguramente a disfrutar del dinero que Estados Unidos le dio en su momento para que consumara la traición infame contra Rafael Correa.

No puedo dejar de preguntarle por las venideras elecciones en Bolivia, Argentina y Uruguay. ¿cómo estos tres comicios pueden modificar el escenario político latinoamericano?

En el caso argentino la elección ya está resuelta, yo creo que Mauricio Macri ya fue derrotado, lo que falta es una formalidad. Las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias se convirtieron en una especie de primera vuelta de un proceso electoral, razón por lo cual lo que queda por resolver es cuánta será la diferencia que va a haber entre Alberto Fernández y Mauricio Macri, nada más que eso.

En el caso de Bolivia, esto está más incierto. Hay claramente una situación en la cual pudiera llegar a haber un resultado muy ajustado, aunque se supone que, en general, las encuestas más serias dan una ventaja para el presidente Evo Morales. Si eso se mantiene, y si también se produce la victoria del Frente Amplio en Uruguay, creo que comienza a constituirse un escenario de carácter regional que no es el mismo que tuvimos a principios de siglo, cuando teníamos tres de las figuras más significativas como lo son Fidel Castro, Hugo Chávez y Néstor Kirchner, que ya han muerto y, por lo tanto, son ausencias muy significativas, pero puede empezar a recomponerse un proceso de América Latina, empezando por el sur, y eso junto con la dinámica de México, me parece que se empieza a dibujar tenuemente un mapa nuevo de la región sudamericana. Creo que esto es muy positivo y sería de esperar que se consumara la victoria de estos tres candidatos porque le harían muy bien a la región, sobre todo en un momento tan grave del sistema internacional como el actual.





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