La pandemia avanza y la situación de los trabajadores y trabajadoras desmejora, no solo por la insuficiencia de los equipos de protección necesarios, sino porque ya hay trabajadores contagiados producto de la ausencia de protocolos por parte de varias clínicas propiedad de la multinacional alemana Fresenius que opera bajo la marca Nephorocare en Chile. Según el nuevo estudio de la Fundación Sol, en algunos casos los propios trabajadores se han visto obligados a comprar los implementos de protección.
Ana Galván, enfermera y presidenta del Sindicato Nephrocare Chile, que espera el resultado de la prueba para saber si contrajo el virus, señaló: “El sindicato envió un mail pidiendo más protección y medidas de seguridad, pero nos contestaron que no lo iban a hacer porque no había ningún funcionario contagiado. La empresa no está informando que sus funcionarios están dando positivo para que no cierren el centro de diálisis. Nos dijeron que si alguno se había contagiado tenía que seguir trabajando porque no era enfermedad laboral, que no pueden quedarse sin trabajadores”.
Las y los trabajadores contagiados han realizado las pruebas para descartar el contagio con médicos particulares y no mediante las clínicas que los emplean, ya que desde sus jefaturas sostienen que los contagios no se han producido en los puestos de trabajo. Sin embargo, hasta el 27 de abril los pacientes concurrían a los centros sin mascarillas. Se suma a esto que las mascarillas especiales, como las N95, solo han sido entregadas para las jefaturas y no para quienes tienen más contacto directo con los pacientes.
Una de las trabajadoras de una de las clínicas destacó esta problemática: “La N95, que es la mascarilla ideal, solamente la están usando jefaturas cuando vienen pacientes positivos (…). Es una discriminación enorme. Nosotros hemos peleado y al final somos nosotros los que estamos comprando nuestra implementación de seguridad”.
Marcio Monzane, secretario regional de UNI Américas, oficina regional de UNI Global Union la federación mundial de sindicatos de servicios entre los que se incluyen los trabajadores de salud, expresó: “En medio de esta crisis sanitaria no podemos permitir que las empresas escatimen en recursos. En Chile estamos viendo cuáles son las consecuencias cuando se pone las ganancias por encima de la salud de los trabajadores y trabajadoras. Hacemos un llamado público para que el gobierno exija efectivamente la implementación de los protocolos y que las empresas no pongan trabas en el reconocimiento del COVID19 como enfermedad laboral”.