En 2016, Nicole Saavedra Bahamondes desapareció por una semana. Apareció el 25 de junio, pero no como su familia la esperaba. Estaba muerta, con las manos atadas y con signos de tortura en un sitio eriazo de la comuna de Limache en la Región de Valparaíso. De ahí en adelante, sin descanso, su familia ha luchado por justicia en un caso que dejó en evidencia no solo la lesbofobia que existe en nuestro país, sino también la negligencia del sistema judicial en los casos de violencia de género.
En octubre pasado la Fiscalía de Valparaíso confirmó la detención Víctor Pulgar Vidal como sospechoso de este caso, quien hoy se encuentra formalizado por violación con homicidio y secuestro, detenido y siendo investigado por la muerte de Nicole Saavedra. Si este crimen fue un femicidio de odio no ha podido ser descartado, tampoco afirmado por la Fiscalía.
Pulgar Vidal era conductor de micro del recorrido El Melón – Limache y cuando fue sindicado como sospecho, a través de la identificación del celular de Nicole y pruebas de ADN, estaba cumpliendo prisión preventiva por otro hecho de violencia de género.
María Bahamondes, prima de Nicole comentó que ya se acerca el fin del plazo de la investigación. En ese contexto, confesó que están preocupados y ansiosos, esperando una ampliación de los tiempos, más considerando el marco actual que, con pandemia, pudo haber retrasado aún más las pesquisas “Es importante encontrar a los otros culpables. Yo creo que aquí no solo fue Víctor Pulgar, es imposible que haya sido él solo, así que estamos esperando ver qué va a pasar”, acusó.
En su declaración revela detalles preocupantes: “Nosotros creemos que Víctor Pulgar no actuó solo, siento que aquí hay una red, y no sé si estará vinculada toda a él, pero me he enterado de muchos casos más, me escriben muchas chicas que también han sido abusadas dentro de la locomoción colectiva, entonces es muy preocupante lo que ocurre acá en la Quinta región”.
Tres años y tres meses después del homicidio, y después de haber tenido cuatro fiscales investigando, se llegó a un sospechoso, después vino la prisión preventiva, algo que no se hubiera logrado sin la presión de la familia y las organizaciones lesbofeministas, quienes nunca dejaron de exigir la justicia. Incluso, María Bahamondes y otras mujeres se tomaron la Fiscalía de Quillota en 2019, hecho por el que hoy están siendo investigadas.
“No sé qué pasa con los fiscales, siento que no son empáticos, no quieren solucionar, buscar a los culpables, como que los casos de las mujeres no les importan, yo siento eso. El tercer fiscal estuvo 3 meses a cargo de la causa y ni siquiera se comunicó con la familia, entonces no les interesa, Nicole era una chica cualquiera para ellos, una carpeta más que se iba a archivar, siento que les daba lo mismo. Al presionar junto a las agrupaciones y que el caso fuera conocido a nivel nacional y habíamos avanzado al extranjero, siento que empezó a moverse un poco más. La situación no sería la misma sin la familia y las agrupaciones”, comentó María Bahamondes.
La abogada de la familia, Silvana del Valle, calificó como “muy fuerte” todo lo que ha sucedido en este caso, especialmente en materia de justicia, pues al encontrarse al presunto femicida de Nicole quedó en evidencia que el sistema judicial pudo evitar este crimen, dado que el hombre ya había sido denunciado por otro abuso sexual.
“Cuando es identificado se encontraba en prisión preventiva, a punto de comenzar a cumplir una condena por un secuestro con violación de una adolescente, que ocurrió meses después del crimen de Nicole Saavedra”, relata la abogada sosteniendo que la agresión a esa niña, víctima de este secuestro con violación, que ocurrió en el mismo microbús en el que Víctor Pulgar secuestró a Nicole Saavedra, se pudo evitar. “No habría ocurrido si se hubiese vinculado a Víctor Pulgar con el crimen, anteriormente”, explicó.
Las críticas apuntan al actuar de la Fiscalía de Limache, donde estuvo el caso, pues, según detalla la también vocera de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres, “este hombre ya había sido denunciado por una violación cometida en contra de otra joven en el año 2014 y, por esa violación, solamente cuando el sujeto fue detenido por el secuestro con violación de diciembre de 2016, recién ahí la fiscalía local decidió formalizarle y empezar la investigación de lo cometido y denunciado en 2014”.
La abogada comentó que esta situación revela que si para el sistema este y en otros crímenes contra mujeres y niñas fuesen realmente considerados importantes, el crimen de Nicole Saavedra y el secuestro con violación que cometió Pulgar en diciembre de 2016 no habrían ocurrido. “Lamentablemente la justicia no solo incide en dañar a las familias de las víctimas cuando no encuentran una oportuna acción, también incide en la comisión de crímenes contra mujeres y niñas. En ese sentido, para nosotras, lamentablemente, el sistema de justicia que no nos cree, como no se le creyó a la primera víctima de Víctor Pulgar, es cómplice también de los crímenes que se cometen en contra nuestra”.
Por otra parte, Erika Montecinos, coordinadora de la Agrupación Lésbica Rompiendo el Silencio, señaló sobre el caso de Nicole que siempre va quedar presente dentro de las comunidades, esto porque “si no fuera gracias a la familia, a las comunidades de lesbianas, disidencias, que presionaron para que se resolviera este caso, no habría pasado nada. Gracias a la presión que ejercimos todas estas personas, organizaciones y colectivas pudo avanzar y encontrar al culpable, al asesino que estaba ahí mismo, no era tan difícil y revela quienes son prioridad para la justicia y como es desigual para estos grupos invisibilizados históricamente del sistema judicial”.
Lo que plantean, es que “este es un símbolo de la desidia de la justicia y de los aparatos estatales para las personas de las disidencias que no encuentran en estas instituciones una protección real frente a sus realidades y la violencia”. Así, para Montecinos, el caso de Nicole Saavedra representa muchos otros casos que hoy en día están sin tener justicia”.
Un crimen en una zona roja
El caso de Nicole Saavedra no solo reveló lo injusto y, muchas veces, errado del sistema judicial y policial a la hora aclarar femicidios, sino también junto a otros casos evidencia la peligrosidad de la región de Valparaíso para mujeres lesbianas.
En junio de 2019, el medio británico BBC publicó un reportaje en el que calificó de zona roja este lugar, en el que hizo alusión a las denominadas “camionas” y expuso los casos de Nicole Saavedra, María Pía Castro y Susana Sanhueza, todas lesbianas encontradas muertas en la región.
La misma situación ha sido abordada por las periodistas Daniela Contador y Carolina Millalen, quienes hace unos años viajaron a la zona con el objetivo de investigar estos asesinatos, para lo que trabajaron junto a las familias de las mujeres asesinadas y con las agrupaciones locales, creando el documental Camionas. Crímenes de Lesbofobia en la V Región.
“Nos pareció que era importante buscar elementos comunes entre los 3 casos y sobre eso pudimos constatar que en la vida de las 3 chicas hay una vulneración constante por ser lesbianas y que se ha perpetuado después de su muerte, de sus asesinatos, y pudimos ver que, más aún en el caso de las mujeres lesbianas, incluso la violencia que puede vivir cualquier mujer por ser mujer y que puede ocurrir en sus casas, continúa en el espacio público, en la calle y en la forma de un odio agresivo, que golpea, un constante hostigamiento que puede terminar en la muerte”, comentó Carolina Millalen, co-realizadora del documental Camionas.
Además, agregó que estos crímenes permiten visualizar que en Chile estamos “en un momento en que el odio está, existe y que la agresión es fuerte, es potente y que surge porque hay una trasgresión a partir de las lesbianas a estar norma arbitraria del hetero patriarcado que busca que las mujeres tengamos una cierta manera de ser correctamente mujeres”.
Millalen reconoció el rol que ha tenido la familia de Nicole Saavedra en la búsqueda de justicia, que junto a las organizaciones feministas nunca se han casando, ha sido clave en este caso.
“Ellos han enfrentado muchos desafíos y obstáculos como es, por ejemplo, salir a las calles de sus ciudades que, aparentemente, se sienten desvinculados de estos casos, desconociendo que es una realidad (…) La red de apoyo también ha sido muy importante en el acompañamiento de la familia, como uno lo puede ver en organizaciones feministas y lesbofeministas que han logrado componer una red y un trabajo conjunto durante todos estos años y que han levantado de forma nacional e internacional el caso de Nicole y de las otras chicas asesinadas en la quinta región”, indicó.
En tanto, Daniela Contador, co-realizadora del documental, señaló que no les parece casual que ocurran tres casos de lesbofobia con resultado de crimen por lesboodio en una misma región. “Eso no pasa en todo Chile, y por eso pensamos que no es casual y quisimos poner más ojo en eso. No tenemos las respuesta para decir por qué sucede, pero sí es un inicio para que se discuta y las autoridades pongan mayor cuidado en lo que se determina como zona roja, que es un concepto que organizaciones feministas y lesbofeministas han acuñado”.
Respecto del sistema judicial, Contador comentó que este más que hacer justicia, en muchos casos perpetúa la violencia: “La justicia cumple un rol más de agravante en la violencia porque no realizan las gestiones de manera expedita, no se ponen en el lugar de las familias que son víctimas en este caso de lesboodio y más bien las persiguen”.
En esa línea añadió que lo que se espera es más proactividad y no que quede en manos de las familias la preocupación de perseguir y encontrar culpables: “Sin ese actuar de la familia, lo vemos con otros casos donde quizás quedan archivados y se perpetúa la impunidad, entonces la familia cumple un rol fundamental en este caso y un rol que a les significa un triple desgaste emocional, porque no solo están preocupados de pasar un duelo”, señaló.
El llamado de la comunicadora es claro: “La justicia tiene que poner mayor diligencia, recursos donde corresponden. Hoy día la Fiscalía está empecinada en llevar una investigación a la propia familia, a otras personas que estuvieron en la toma del reciento, a otras personas que no son los asesinos de Nicole, entonces los recursos están mal enfocados”.
La violencia no puede seguir así
Con la investigación en curso, y el plazo que desea pedir la familia para que se siga indagando e, incluso, se puedan encontrar otros involucrados, es probable que el crimen se resuelva en varios meses más. Para María Bahamondes, prima de Nicole, sin una cadena perpetua no habrá justicia, dado que una salida anticipada, a su juicio, podría permitir que el posible asesino siga haciendo daño.
En esa línea, también espera que este caso no quede como uno más dentro de la violencia de género de nuestro país, sino que permita crear conciencia y evitar nuevos femicidios.
“Es importante imponer ya que acá todos los casos de mujeres, de diversidades, son importantes y creo que acá en Chile al menos no se va permitir que otro caso quede impune, creo que cada vez que se nos desaparece alguna mujer o de la comunidad de diversidades nosotros nos hemos enfocado en ayudar, se ha creado una gran red donde ya no vamos a permitir que la justicia siga siendo injusta. Vamos a hacer todo y creo que es importante hacer un llamado a las familias que sí se puede y que no hay que dejar de luchar por nuestros familiares que fueron asesinados, porque es la única forma. Acá en Chile la justicia no es justicia”.
En tanto, para Silvana del Valle la valorización de la vida de las mujeres es una lección que debe quedar tras hechos como este.
“La valorización de las distintas especificidades que nuestras vidas tienen que valorizarse, Nicole Saavedra era una mujer lesbiana visible y tenía una forma de comportarse que era muy clara y que marcaba una libertad que esta sociedad no está dispuesta a aceptar. De hecho, los antecedentes que tenemos con respecto a este sujeto nos hacen pensar que a ella la mató por ser una mujer lesbiana, puesto que hay una cierta diferencia del accionar de él respecto de otras mujeres”, explicó.
“Si el sistema jurídico no valoriza la vida de las mujeres y en particular desvaloriza la vida de ciertas mujeres y niñas es porque la sociedad de la que este sistema forma parte es una sociedad a la que todavía le falta muchísimo avanzar hacia la erradicación de la violencia contra las mujeres y niñas y de concientizarse hacia la valorización de nuestra vida”, complementó la abogada.
Lo cierto es que en cuatro años la justicia aún no entrega resultados para condenar a los responsables del homicidio de Nicole. Sin embargo, pese a todo, su familia no da ni dará tregua, advierten, pues no dejarán que el brutal crimen sea olvidado y continuarán en una lucha que no solo representa a una joven lesbiana secuestrada, torturada y asesinada en la quinta región, sino también la historia de muchas otras mujeres que, día a día, luchan por erradicar el odio y la violencia.