Expertos advierten del daño ambiental que generan guantes y mascarillas

Académicos de la Universidad de Talca indican que el 99,9% de los materiales con que se fabrican los Elementos de Protección Personal (EPP) para enfrentar el Coronavirus no son biodegradables.

Académicos de la Universidad de Talca indican que el 99,9% de los materiales con que se fabrican los Elementos de Protección Personal (EPP) para enfrentar el Coronavirus no son biodegradables.

A raíz del COVID-19, como nunca en la historia, se han fabricado miles de millones de Elementos de Protección Personal (EPP) como mascarillas, lentes, pantallas acrílicas, guantes, entre otros, con el objetivo de contener la pandemia. Si bien estos permiten a las personas prevenir contagios, expertos de la Universidad de Talca advierten el peligro ambiental y de salud que generan actualmente y en el futuro.

Diógenes Hernández Espinoza, investigador del Instituto de Química de Recursos Naturales de la Universidad de Talca, señala que “el 99,9% de los materiales que se ocupan en la elaboración de estos EPP contra el COVID-19 son compuestos polímeros de origen artificial, por lo que no son biodegradables”.

Cabe mencionar que los polímeros son estructuras químicas que se construyen de manera natural o artificial y dependiendo de su elasticidad, y  se clasifican en elastómeros, plásticos y fibras.

El químico indica que estudios realizados en esta materia “han determinado que esto va a ser un desecho tan complejo, como lo que puede significar una bolsa de basura, botellas, envases, entre otros (…) porque las características fisicoquímicas del estos materiales -baja densidad y no absorbentes de agua-, es su liviandad, lo que provoca que estos desechos puedan quedar y desplazarse hacia en cualquier punto -lagos, suelos, mar, etcétera- y a la larga se van a transformar en basura que no conocíamos y con gran impacto ambiental”.

En este sentido, cobra relevancia recordar que hace poco más de dos décadas las inundaciones ocurridas en Bangladesh se atribuyeron en parte a los bloqueos en los sistemas de drenaje de las bolsas de plástico, por lo que la cantidad de toneladas de EPP que se han fabricado podría afectar al medioambiente al finalizar la actual emergencia sanitaria mundial.

Por esta razón, Hernández plantea que “el plástico es un elemento maravilloso, siempre y cuando lo supiéramos reciclar, separar y reutilizar, pero muchas personas botan estos desechos en el mar, en un río u otro lugar con condiciones naturales”.

Tratamiento y desecho de estos elementos

Omar Carrasco, prevencionista de riesgos y coordinador de Bioseguridad de la Universidad de Talca, señala que con estos residuos generados por la pandemia, especialmente guantes y mascarillas, se debe tener especial cuidado a la hora de desecharlos.

En el ámbito hospitalario, el profesional manifiesta que independiente de su materialidad, una vez desechados “se deben clasificar y tratar de forma especial como patogénicos, ya que son potencialmente infecciosos”.

Junto con lo anterior, Carrasco explica que a estos residuos se les debe “verificar la trazabilidad, desde la generación hasta la deposición final y su tratamiento, el cual puede ser en un relleno sanitario o directamente la incineración”.

Con respecto al desecho domiciliario, el experto sostiene que se debe tener cuidado al manipular estos elementos cuando se pretende botarlos a la basura, por la probabilidad de ser contagiosos, por lo que se recomienda ponerlos en una bolsa en la que se indique que lo que se encuentra adentro son objetos contaminados.





Presione Escape para Salir o haga clic en la X