Señor Director:

Hace un par de semanas se dio a conocer una denuncia por delación en contra de una académica de larga trayectoria en la Universidad de Playa Ancha, a propósito de su rol en la creación de listas negras e interrogatorios que aspiraban a definir quienes podían seguir estudiando la carrera de pedagogía en Filosofía dentro del Instituto Pedagógico de Valparaíso. Y hace algunos días está circulando la carta “Dictadura, universidad y derecho integral a la verdad”, que firmada por múltiples académicos y autoridades de la Universidad de Chile, plantea la necesidad de profundizar los procesos de acceso a la verdad integral poniendo especial énfasis en el lugar de la institución universitaria.

Es que tanto porque muchísimas víctimas eran parte de la misma, como porque la dictadura intervino primero, y sentó las bases para un modelo totalmente diferente después, las universidades fueron protagonistas del proceso de resistencia, ello a pesar del despliegue de las fuerzas fácticas que controlaron el país por 17 años. En buena medida, estas fuerzas destruyeron trayectorias personales e institucionales que hoy es necesario reconocer para comprender mejor nuestra situación actual y proyectarnos democráticamente hacia el futuro.

Somos testigos presenciales de los esfuerzos que ha realizado nuestra Universidad en ese ámbito, y sentimos auténtico orgullo y alegría por haber participado de una u otra manera en las diversas maneras de reconocer el pasado de nuestra institución (por ejemplo el trabajo de titulaciones póstumas para estudiantes detenidos desaparecidos y ejecutados en dictadura, la publicación del libro La dictadura de los sumarios en 2016, o el Encuentro de Historia de las Universidades durante 2018). Sabemos que estas búsquedas logran avanzar en torno al acceso a una verdad integral, pero también muestran una institucionalidad dispuesta a sanar las heridas de su pasado y buscar formas de superarlas en la práctica.

Pero al mismo tiempo sabemos bien que existe una necesidad de fortalecer los procesos de investigación sobre la historia de las universidades en Chile mediante el afianzamiento de un trabajo colaborativo y transversal que sea constante y que permita ir reconstruyendo las diversas capas de complejidad que el pasado de una institución como la nuestra inevitablemente tiene. Estamos convencidos que esta es una necesidad histórica para poder proyectar unas instituciones de educación superior más liberadoras y comprometidas con la profundización democrática que el país requiere.

Hoy en día existen las bases para poder avanzar en estos propósitos, tanto porque parece haber un consenso sobre su importancia, como porque existen experiencias previas que han intentado su abordaje, pero cuyo diagnóstico, acciones y conocimiento organizacional ha quedado a plena disposición. En específico nos referimos a la Red de Estudios de Historia de las Universidades en Chile, que apoyada por el Archivo Central Andrés Bello de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones trabajó por más de dos años en diversos ámbitos. Esta experiencia ha quedado consignada en el capítulo “Red de Estudios de Historia de las Universidades Chilenas”. Experiencias, desafíos e insuficiencias de un trabajo transinstitucional”, del libro Experiencias de Innovación en Extensión, Vinculación con el Medio y Comunicaciones , recientemente publicado por la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones, y pensamos que puede ser de suma utilidad para proyectar formas efectivas de abordar este desafío que nos pone el momento presente.