Uno de los oficiales de la Armada argentina procesado en la causa por la desaparición del submarino ARA San Juan reveló, a casi tres años del hecho, que el gobierno encabezado por el ex presidente Mauricio Macri ocultó a los familiares de las víctimas y a la opinión pública -nacional e internacional- que ya habían ubicado el submarino el 5 de diciembre de 2017. Sin embargo, desde esa fecha -20 días después de la desaparición de la nave- se mantuvo en reserva el hallazgo, hasta que el 16 de noviembre de 2018 se informó de manera oficial lo que, a todas luces, se sabía desde casi un año antes; según reveló el medio argentino Página 12.
La información fue dada a conocer esta semana y agravaría la situación tanto del expresidente Macri, como del exministro de Defensa y el entonces jefe de la Armada argentina; porque el fiscal ante la Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Rivadavia ya adelantó que pedirá que los tres sean citados a declarar como imputados en la indagatoria que lleva adelante el juzgado federal de Caleta Olivia.
El testimonio del oficial causó conmoción en los familiares y cercanos de los 44 tripulantes del submarino, y fue entregado ante el Tribunal Superior de Comodoro Rivadavia por el contralmirante Enrique López Mazzeo, ex comandante de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada, uno de los seis procesados en la causa que lleva la jueza federal Marta Yáñez.
“Cuando vean toda la documentación, se van a dar cuenta de que nosotros, cuando tuvimos que firmar el mensaje más doloroso en toda mi carrera, que fue el cierre del caso SAR (el operativo internacional de búsqueda del ARA San Juan), teníamos detectada la posición del submarino y por eso habíamos coordinado con la Marina Británica, el 5 de diciembre (de 2017), el pedido de un vehículo autónomo, porque sabíamos que podía estar únicamente en dos cañadones, que era lo que no podíamos verificar con todos los medios internacionales requeridos”. El lugar era el mismo en el cual se encontró el submarino, pero, por razones que se deben investigar, recién se lo dio por encontrado el 16 de noviembre de 2018.
Un día antes, en la Base Naval de Mar del Plata, el ex mandatario Mauricio Macri realizó el primer acto de homenaje presidencial a la tripulación y en algún momento de su mensaje pareció dar por inminente un hallazgo que, según lo dicho por López Mazzeo, ya se había hecho antes, pero que se había mantenido oculto. De acuerdo con los dichos de López Mazzeo, veinte días después de la desaparición del submarino se tuvo conocimiento sobre la posición de un objeto con características similares.
El dato fue aportado por el comandante del buque chileno Cabo de Hornos y ésta es la primera vez que se afirma que el dato era el correcto, que se trataba del ARA San Juan. Dada la profundidad en la que se encontraba, la zona debía ser explorada por un vehículo submarino autónomo y López Mazzeo sostuvo que la Armada Británica ofreció sus servicios. Ese país estaba participando del operativo de búsqueda y rescate aportando el rompehielos HMS Protector.
Ese 5 de diciembre de 2017, el entonces vocero de la Armada, el capitán Enrique Balbi, informó que inspeccionaban un objeto ubicado a 940 metros de profundidad, a partir de un dato aportado por el buque Cabo de Hornos, de la Armada de Chile. En ese momento, en las manifestaciones ante la prensa, se dijo que el barco chileno había precisado que el objeto señalado tenía un largo de unos 30 metros, mientras que el submarino tenía una eslora (largo) de 60 metros. Sin embargo, cuando el barco Seabed Constructor, de la empresa Ocean Infinity, encontró el submarino, la nave había quedado reducida a 33 metros, por la destrucción sufrida durante la tragedia. Y fue hallado muy cerca del lugar señalado por el buque Cabo de Hornos.
Al prestar declaración indagatoria ante la jueza Marta Yáñez, el mismo López Mazzeo había señalado que “nunca” había presenciado “mayor ignominia hacia la Armada que la actitud cobarde y mentirosa” de quiénes eran sus superiores en ese momento. Sostuvo que “movidos por interéses personales provocaron la demora en el hallazgo del naufragio, ignorando y desprestigiando el trabajo profesional al que afanosamente se entregó el personal naval durante la búsqueda de sus camaradas”.
En la declaración textual, el hoy imputado López Mazzeo cuestionó “la forma inaudita en la que se extendió la agonía de los familiares y seres queridos, integrantes de la familia naval”.