El pasado domingo el Presidente Piñera firmó el decreto que convoca la primera sesión de la Convención Constitucional, establecida para el domingo 4 de julio a las 10 de la mañana.
Sin embargo, el primer acercamiento formal del mandatario con el funcionamiento de la Convención empezó de mala forma, esto porque por un lado porque el jefe de Estado hizo caso omiso a una serie de solicitudes que se habían realizado de forma pública sobre el espíritu y formato de esta primera sesión, mientras que por otro incluyó en el decreto aspectos que no eran parte de su mandato para este proceso como, por ejemplo, un juramento por parte de los 155 constituyentes para ser investidos.
Una de las constituyentes que de inmediato fue crítica respecto de esta postura del Presidente Sebastián Piñera fue Malucha Pinto, representante del Distrito 13.
Al respecto la actriz manifestó a Radio Universidad de Chile que por parte del Gobierno, y más del Presidente, existió una “desinteligencia” respecto de cómo llevar adelante este proceso y la relación generada con los constituyentes.
“Se requería mayor inteligencia emocional para instalar, abordar y poner el tema en el espacio público, dado que los constituyentes son 155 personas diversas, muchos de ellos pertenecen a pueblos originarios, gente de distintos espacios, representantes de distintas organizaciones, además de quienes vienen representando a distintos conglomerados políticos. Entonces desde ese lugar se debió haber allanado el camino para que este rito inaugural fuese armonioso, que todo el mundo se sintiera incluido, se respetara la diversidad cultural de los constituyentes, y se entregara en el fondo a la Convención Constitucional el cómo se hacia esta ceremonia”, señaló.
Junto a ello Malucha Pinto comentó que, si bien el Gobierno conversó con algunos constituyentes, y conocía ideas respecto de que hitos se querían llevar a cabo en la primera sesión, tras conocerse el decreto es un hecho que estas posturas no se respetaron ni incorporaron.
Además, los cuestionamientos hacia el accionar del mandatario radicaron en otros puntos, como la inclusión de dos aspectos que no estaban considerados en lo que debía ser el contenido del decreto.
En el artículo tercero el Presidente fijó un juramento que deberán realizar los constituyentes para ser investidos, este vinculado al respeto del Capítulo XV de la Constitución. A lo que se suma que el artículo cuarto fijó la forma de elegir presidente y vicepresidente, cada cargo teniendo que ser elegido por separado.
“Bastaba con que Carmen Valladares invistiera a cada uno. El Presidente Piñera pone un hito que cautiva de algún modo la investidura a comprometerse con una serie de cosas, que no era necesario en definitiva. Por otro lado hace mención a algo que no tiene que hacer mención, que tiene que ver con la elección del presidente o vicepresidente en circunstancias que la Convención Constitucional podría decidir mil cosas distintas, como que fuera una mesa, que fuera rotativo, un sinfín de cosas en las que él no tiene por qué intervenir ni estipular”, señaló sobre este punto la constituyente Malucha Pinto.
Asimismo, sobre los fundamentos de estas intervenciones expresó: “Mi sensación es que hay una intención clara de pautear, de controlar de inmiscuirse que no corresponde”.
A ello Pinto agregó que en el fondo de este dilema radica el temor que sienten las élites respecto de la instalación de la Convención Constitucional: “Han aparecido en el escenario público voces, grupos, ideas que estaban completamente excluidas y marginadas, y de pronto emergen, y las vemos, y nos encontramos con ellas. Esto produce un descontrol y una invitación a salir de estas zonas de confort, de los hábitos, de las costumbres, de un control que ha tenido una clase política hasta el día de hoy y hoy todo eso está en cuestión”.
“Eso simplemente creo que a muchos sectores, por supuesto incluido al Ejecutivo, le choca y le produce estertores, y no les va a quedar más que encontrarse con eso, e incorporarlo, integrarlo y empezar a dialogar desde este nuevo escenario y desde este nuevo universo que no es otro más que el país como es”, añadió.
En tanto, sobre las relaciones futuras con el Poder Ejecutivo, Malucha Pinto manifestó que los diálogos se complejizaron dado el mal inicio que manifestó el Presidente Sebastián Piñera.
“Piñera lo hace mal, parte mal. Yo creo que el Gobierno debió haberse abierto a las propuesta que se estaban instalando, que se conversaron, entonces de algún modo se cierra un diálogo, se desconoce un acuerdo. Creo que es una mala política, un gobierno que está deslegitimado con una aprobación pequeñísima, un gobierno que está incluso cuestionado por su propio sector, debió tener más humildad, abrir el camino para que se atendiera la diversidad de una convención, y creo que realmente hay un error profundo. Partió con mal pie, y tampoco tiene piso para partir con mal pie”, expresó.
Finalmente, Malucha Pinto aclaró que como constituyentes ya se están auto convocando en diversas citas para resolver las dudas en torno a la instalación, entre las que se encuentra el eventual juramento establecido por el Presidente Piñera, además de otros aspectos.
¿Qué pasará con los constituyentes de zonas más aisladas y sus viajes? ¿Cuándo continuar con las sesiones? ¿Cómo se va generar la participación ciudadana? ¿Cómo será esa primera sesión? Son solo algunas de las dudas que los y las constituyentes intentan resolver desde ya a través de conversaciones que en una primera instancia fueron de invitación abierta para los 155. Sin embargo, según aclaró Malucha Pinto los únicos que no adhirieron al llamado abierto fueron los constituyentes de la derecha.
“Hay miles de temas que están sueltos (…) Hay muchas cosas que estamos discutiendo, conversando y poniéndonos de acuerdo”, afirmó la constituyente electa del distrito 13.