¿Llegó la hora del fin para los combustibles fósiles?

Este miércoles, en el marco de la COP26, fue adoptado el histórico Acuerdo de Glasgow sobre Vehículos Emisión Cero, paso fundamental para combatir definitivamente la crisis climática. El texto debe ser firmado este mismo miércoles por más de 100 entidades, entre las que figuran 31 países. El acuerdo supone que se terminará con los vehículos a gasolina y diésel, esperanzadora noticia confirmada por la presidencia británica de la cumbre.

Este miércoles, en el marco de la COP26, fue adoptado el histórico Acuerdo de Glasgow sobre Vehículos Emisión Cero, paso fundamental para combatir definitivamente la crisis climática. El texto debe ser firmado este mismo miércoles por más de 100 entidades, entre las que figuran 31 países. El acuerdo supone que se terminará con los vehículos a gasolina y diésel, esperanzadora noticia confirmada por la presidencia británica de la cumbre.

Pese a los aires de mejores tiempos que pudiera traer para el mundo el Acuerdo de Glasgow sobre Vehículos Emisión Cero que terminaría con la polución provocada por los carburantes fósiles, los tres mayores mercados, a saber Estados unidos, China y Japón, se negaron a adherir al documento, el que tampoco suscribieron España, Alemania y Francia. No obstante, se esperaba que la lista de firmantes incremente a lo largo de esta misma jornada.

Sí han suscrito el Acuerdo 31 países (entre ellos Chile), 38 autoridades regionales, 11 grandes fabricantes de vehículos, así como 27 propietarios de flotas y empresas de movilidad compartida. Entre los fabricantes de automóviles que han rubricado el pacto figuran algunas de las mayores compañías del mundo, tales como Ford, General Motors, Mercedes Benz y Volvo, las que representan un cuarto de las ventas a nivel mundial.

Todos ellos se han comprometido a que los vehículos a combustión fósil sean eliminados y sustituidos por vehículos emisión cero para 2035 en los mercados clave. Para el resto del mundo, fundamentalmente debido al costo que representa cambiar la infraestructura, esa fecha se aplazaría como máximo hasta 2040.

Según informó la presidencia de la COP26, el acuerdo deja en claro que los países y las empresas que no logren electrificar rápidamente su fabricación de automóviles durante esta década, simplemente perderán su actual cuota de mercado frente a los competidores. Los países firmantes -entre los que figuran también gigantes de la industria como la India y Canadá- representan 11,5 millones de vehículos que salen al mercado cada año.

En total, el transporte representa una quinta parte de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, y de ellas, el 89% corresponde al transporte por carretera. Así, la electrificación de éste resulta vital para reducir a la mitad las emisiones de carbono en esta década con el fin de lograr estabilizar el calentamiento global en el ansiado 1,5 grados centígrados. Por lo demás, los vehículos de emisiones cero impulsados por fuentes renovables pueden reducir las emisiones de gases de efecto invernadero hasta en un 80% durante el ciclo de vida de cada unidad.

Con la combinación energética actual, los coches de emisiones cero que se venden pueden reducir sus gases en más de un 50% durante su ciclo de vida en comparación con los vehículos convencionales. Estos beneficios irán mejorando a medida que la red eléctrica mundial incluya cada vez más energías renovables para alcanzar los objetivos climáticos, según la COP26.

Pero, claro, este acuerdo es un golpe directo a los multimillonarios intereses de los grandes productores de crudo del mundo. De hecho, durante esta misma jornada, Arabia Saudita, el mayor productor mundial de petróleo, pidió que la cumbre del clima COP26 reconozca la “diversidad de soluciones climáticas” y la importancia de reducir emisiones “sin sesgos contra ninguna fuente de energía en particular”.

El ministro saudí de Energía, Abdulaziz bin Salman, destacó ante los delegados de la COP26 que la respuesta al cambio climático debe ser “compartida y efectiva” y tiene que basarse sobre tres pilares: la energía, la seguridad y el desarrollo económico. “Todos estos pilares deben ser abordados de forma conjunta sin comprometer uno en detrimento del otro”, señaló Bin Salman.

Más allá de esas palabras, que implican cómo los países ricos y las grandes potencias industriales no quieren perder su espacio en el reparto del poder global,  el Acuerdo de Glasgow sobre Vehículos Emisión Cero representa la posibilidad cierta del nacimiento de un mundo mejor. Un parto que, a no dudarlo, será largo, doloroso y probablemente sangriento.





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