“El voto obligatorio no es sinónimo de una buena democracia”, así de tajante es el diputado del Partido Ecologista Verde, Félix González, a la hora de analizar la normativa que elimina el voto voluntario y restablece el sufragio obligatorio luego que el proyecto tuviera una tramitación expedita tanto en el Senado como en la Cámara de Diputadas y Diputados y quedó listo para convertirse en ley de la República.
El parlamentario del distrito 20 de la Región del Biobío, Félix González, fue uno de los seis legisladores que votó contra la iniciativa. En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile expuso sus argumentos y advirtió que “no va a ser mejor democracia por tener más votos marcados”.
El legislador afirmó que siempre ha sido contrario a la obligatoriedad del sufragio porque son muy pocos los países en el mundo que lo han implementado porque “las democracias son con voto voluntario”, pero lo más importante es que las personas que toman decisiones lo hagan en “elecciones informadas, libres, con voto secreto, pero informado y hay personas que, legítimamente también, les interesa bastante menos informarse y se autoexcluyen”.
González recordó que en el país, “al menos 5 millones de personas que votaron en el plebiscito del 4 de septiembre no habían votado prácticamente ninguna vez y esas personas que no se informan porque no les interesa les da lo mismo el resultado”.
Al final, destacó el legislador, “los obligas con una multa, terminan tomando una decisión desinformada y eso jugó en el plebiscito de salida muy a favor del rechazo porque las fake news calan más hondo donde hay desinformación”.
Por ello, el diputado advirtió que “si eso lo trasladamos a elecciones populares para elegir Presidente de la República, el Congreso, el Gobierno, gobiernos regionales y comunales, vamos a tener algo parecido y tal vez peor a lo que teníamos antes del voto voluntario, que era una inscripción automática y voto voluntario, donde la gente que no se interesa pero que está obligada a votar, termina votando por quien más le suena, por el que tiene más carteles y tiende a perpetuar en el cargo a los mismos alcaldes o alcaldesas, a los mismos parlamentarios, porque no se informa y no se dan el tiempo de informarse que existen otras candidaturas, esa es la realidad”.
“Entonces no va a ser una mejor democracia porque haya más votos marcados si la mitad de los votos son de personas que fueron obligadas a votar a punta de multas. Por el contrario, va a ser una mejor democracia si más gente informadamente va a votar, porque tiene claro lo que quiere votar, el cambio que quiere generar y a la persona que quiere apoyar”, agregó el legislador.
En su opinión, no se trata de un tema “cuantitativo, sino que la democracia tiene que tener calidad. El voto tiene que ser informado, de calidad y ese desafío lo tiene la ciudadanía que es poder informarse bien y buscar a quien mejor lo represente”.
Campañas millonarias
En esa línea, González expresó su temor por el efecto negativo que tendrá el sufragio en decisiones importantes para el país. “Me temo que el voto obligatorio va a volver a hacer un espacio para que prime más el dinero. A la campaña más millonaria le va a ir mejor, porque van a aumentar su nivel de conocimiento por la exposición, va a ser más factible que exista acarreo. Cuando la gente está obligada, pero no tiene ningún interés y además tiene que pagar un pasaje, se sube a la micro que le ponga y termina votando o susceptible de ser convencido votar por quien le dicen en esa micro, así funciona el acarreo. Y también la cooptación, candidaturas que regalan canasta familiar, pagan las cuentas de la luz, entregan lentes. Entonces creo que no le hace bien a Chile, ni a ningún país, tener multas para quienes no van a votar, porque lo que tiene que pasar es que la gente se interese por un lado y por otra parte, que la oferta política sea atractiva y diversa”.
Por eso, el diputado González consideró que “el voto obligatorio no es sinónimo de una buena democracia porque no se mide en cantidad de votos, sino que lo importante acá es que la soberanía esté en la ciudadanía. Por lo tanto, la ciudadanía tiene que tomar una decisión soberana. Si esa decisión es informada es más posible que sea una buena decisión, si esa decisión es desinformada y finalmente hay una mitad de personas que se preocupa, que busca, que se informa, que tiene un real interés en el resultado de la elección su decisión va a ser poco incidente, si viene la otra mitad que no le interesa, que nos informa que tiene rabia en el proceso y que decide marcar por cualquier opción”.
Además, dijo el diputado ecologista, el voto obligatorio “abre espacio para el populismo y esa es una preocupación. Creo que han estado muy equivocados quienes dicen que para que sea un país más democrático tenemos que transformarnos en autoritarios y obligar a la gente a votar”.