Los seguidores del exgobernante con casas rodantes, camionetas y banderas con las frases “Trump 2024” y su ya famoso lema “Make America Great Again” lo esperan en los alrededores del aeropuerto regional de Waco, una ciudad de 130.000 habitantes al sur de Dallas, donde ofrecerá su discurso. Las autoridades locales esperan unas 15.000 personas en el evento.
Waco es el “epicentro del movimiento patriota”, según dijo Peter Christian, de 55 años, colaborador de la agrupación religiosa Branch Davidians (Davidianos de la Rama), ahora llamada “The Lord Our Righteousness” (El Señor Nuestra Rectitud).
En 1993, el mundo estuvo pendiente durante 51 días entre fines de febrero y mediados de abril del asedio del FBI a un rancho de los Branch Davidians en Waco en el que se habían atrincherado seguidores armados de su líder David Koresh. Setenta y seis miembros de la secta, incluidos Koresh y 20 niños, fueron encontrados muertos después del incendio del rancho. También murieron cuatro policías durante enfrentamientos con sus seguidores semanas antes.
El expresidente, también bajo la amenaza de investigaciones sobre la presión electoral que ejerció en Georgia (sureste) en 2020 y la gestión de archivos clasificados de la Casa Blanca, asegura a menudo ser víctima de un misterioso “deep state” (Estado profundo o Estado en las sombras), una afirmación considerada una teoría conspirativa.
Su visita a Waco es una reconexión con un público que celebra sus pasos de baile y espera que lance gorras a la multitud. Sus seguidores lo aguardan en un ambiente de fiesta y no creen en las acusaciones que le hacen. Este encuentro de Trump con Waco le ofrece al republicano la oportunidad de dar un nuevo impulso a su campaña, cuando no todo su partido lo apoya, aunque varias encuestas lo dan como ganador en las primarias.
El multimillonario, insiste en evocar un “fraude” nunca probado en las elecciones de 2020, donde perdió ante el demócrata Joe Biden. Trump también ha visto a parte de la derecha -y en particular a sus ricos donantes- poner su atención en una nueva ficha, Ron DeSantis, de 44 años. El gobernador de Florida aún no se ha lanzado oficialmente a la carrera pero se perfila como uno de los mayores rivales por la nominación republicana en 2024.
Trump advirtió el año pasado a DeSantis que no se postule, y dijo que si lo hace revelará cosas de él que son “poco halagadoras”.