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Empresa Nacional del Litio: en busca del tiempo perdido

Columna de opinión por José Cabello Lechuga
Miércoles 9 de agosto 2023 18:15 hrs.


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Cuando se trata de minerales, Chile se destaca: primer productor mundial de Cobre, Renio, Nitratos, Yodo.  Además, está entre los mayores productores de Litio, Molibdeno, Plata, Oro, Hierro, Arsénico, Mercurio, Potasio, Boratos, Sal, Azufre y Selenio. Ventajosamente tiene grandes reservas de todos esos minerales. Recientes estadísticas mundiales clasifican a Chile entre los 5 mayores productores de minerales según valor del mineral.

El litio se ha vuelto esencial, principalmente debido al auge de vehículos eléctricos y otras tecnologías limpias que dependen de baterías de litio. El mercado mundial de baterías de iones de litio se valoró en US$ 52 mil millones en 2022 y se espera que llegue a US$ 194 mil millones  en 2030  .A medida que el mercado de vehículos eléctricos crece, la demanda mundial de litio superó la oferta por primera vez en 2021 y se proyecta que el déficit se ampliará. Como resultado, el precio del litio hoy alcanza a unos US$ 240.000 la tonelada versus US$ 8.200 la tonelada de cobre a modo de comparación práctica.

Según estudios recientes, Chile es el principal productor de litio a partir de depósitos de salmuera con solo 2 operaciones en El Salar de Atacama. En 2022, extrajo 39.000 toneladas con un valor actual estimado en US$ 8.640 millones que representan alrededor del 26% del total mundial y lo ubica como el segundo productor después de Australia. La producción acumulada total del país en los últimos 37 años es de más de 295.000 toneladas de litio. Virtuosamente estos depósitos de salmuera contienen además otros elementos económicamente importantes, tales como potasio y boro. El procesamiento de litio a partir de salmueras requiere menos costos. El procesamiento de litio a partir de salmueras tiende a resultar menos costoso.

Al considerar lo informado internacionalmente basado en precios promedios del 2022, tenemos una reserva total estimada de 9.300.000 toneladas de litio con un valor in situ tentativo de US$ 2.200.000 Millones. Esta cifra corresponde aproximadamente al 35 % de las reservas mundiales utilizando estadísticas actuales del Servicio Geológico de Estados Unidos. Además, se reportan otras 3.300.000 toneladas de recursos contenidas en solo 9 salares chilenos. Y nuestro territorio tiene por lo menos otros 40 salares potencialmente valiosos según estudios disponibles en el Servicio Nacional de Geología y Minería.

Contrariamente a lo recomendable entre 1980 y 1995, Corfo que es propietaria de las pertenencias mineras en explotación en el Salar de Atacama por SQM y Albemarle, tuvo una estrategia poco eficaz participando minoritariamente en el inicio de las empresas creadas para explotar el litio. Y más adelante vendió su participación perdiendo de ganar posteriormente miles de millones de dólares que habrían resueltos problemas urgentes a los habitantes de nuestro país. Nadie ha explicado el porqué de esas poco adecuadas decisiones. Adicionalmente, es pertinente señalar que los inicialmente socios de Corfo y hoy propietarios de los contratos que permiten la explotación del litio en Chile, han tenido dificultades legales a lo largo de su participación como operadores, incluso con repercusiones políticas. Esto ha derivado en juicios públicamente conocidos. Y el gobierno anterior impulsó contra viento y marea, una licitación a todas luces sin entendimiento del interés nacional.

En el 2014, se creó la Comisión Nacional del Litio compuesta por 20 integrantes tanto del sector público como privado, así como dos invitados de los pueblos originarios atacameños. Su aporte valioso fue archivado por la administración posterior perdiéndose un tiempo valiosísimo.

El Presidente Gabriel Boric como candidato comentó que durante su administración se creará la Empresa Nacional del Litio, generando empleos en los yacimientos y un sello chileno al producto.

Dado el enorme valor de los recursos de litio en el territorio nacional, se hace imprescindible que el Estado disponga de una Estrategia que cautele el interés del país respecto sus recursos minerales. Y esta Empresa Nacional iniciará políticas conducentes a posicionar la minería como un ejemplo, por su capacidad de conciliar la disminución de impactos locales con el desafío de favorecer con minerales de bajas emisiones la lucha contra la crisis climática, amparando una relación solidaria con las comunidades y los territorios donde se desarrolla.

Así una Empresa Nacional del Litio, establecerá una gobernanza de salares para la gestión del litio, promoviendo la contribución de la industria, la academia y las comunidades, originando la investigación e innovación y con protagonismo del Estado en su avance.

En particular, se promoverá el desarrollo de una nueva industria nacional de este recurso estratégico, con protagonismo de las comunidades y agregando valor a la producción. Finalmente, después de décadas estamos ad portas de iniciar una Estrategia de Estado para administrar este valioso recurso.

En este contexto nacional y global, está por ocurrir un hecho trascendental que marcará nuevos horizontes en la industria minera: ingreso de la mayor productora mundial de cobre a la producción de litio en nuestro Salar de Atacama tomando un rol preponderante en el futuro desarrollo de las pertenencias de Corfo hoy en arrendamiento a SQM.

Así se impulsará una necesaria modernización en la gobernanza de salares para una mejor producción sostenible del litio y otros minerales.

Se considera una ventaja para el país que la mayor cuprífera mundial ingrese a la producción del litio dando un paso fundamental para Chile como gran productor global de minerales críticos para la tan necesaria transición energética mundial.

Finalmente vamos en busca del tiempo perdido para beneficio de nuestro habitantes y sus territorios .

José Cabello Lechuga
Geólogo
Diploma en Comunicación de las Ciencias
Presidente, Centro de Estudios de Minerales Estratégicos y Críticos de Chile (CEMEC)

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.