Diario y Radio Universidad Chile

Escritorio

Del radioteatro al disco: la violinista Daniella Rivera debuta como solista con “Canciones de la huerta”

La compositora estrenará su primer álbum con un concierto este jueves 7 de diciembre a las 20:00 horas en la Sala SCD Bellavista.

Diario UChile

  Jueves 7 de diciembre 2023 14:37 hrs. 
DANIELLA RIVERA

Compartir en

Una docena de micro-canciones de menos de un minuto fue el origen. La violinista y compositora chilena Daniella Rivera creó esa pequeña banda sonora para un radioteatro estrenado en tiempos de pandemia, y dos años más tarde la obra creció hasta dar origen a su primer disco, “Canciones de la huerta”, que la autora presentará con un concierto este jueves 7 de diciembre a las 20:00 horas en la Sala SCD del barrio Bellavista, en calle Santa Filomena 110, comuna de Recoleta en Santiago.

“Era la semillita”, repara ahora Daniella acerca de esas composiciones iniciales, porque en efecto las canciones de su huerta están referidas a seres vivos que en buena parte nacen de semillas. El peumo, el choclo y la quínoa, además del puma o la abeja, son protagonistas de las diez composiciones del disco, que Daniella Rivera va a poner en escena en el concierto con varias voces invitadas en esas canciones, como las de Nano Stern, Sol del  Río, AlegriAle, Marcelo Vergara y el dúo Camila y Silvio.

La violinista Daniella Rivera debuta como solista con "Canciones de la Huerta"

La violinista Daniella Rivera debuta como solista con “Canciones de la Huerta”. Créditos: Inge Hagemann.

Fábula en radioteatro

El punto de partida del disco fue el trabajo junto a la compañía teatral y musical Tryo Teatro Banda que dirige Francisco Sánchez. Con ella Daniella Rivera ha participado en las obras “Foster” (2018), “Magalhães” (2021) y “La huerta” (2021), el citado radioteatro musical definido por la compañía como una fábula en cuatro capítulos sobre la evolución histórica de la huerta en la zona central de Chile, desde la prehistoria de cazadores recolectores hasta nuestros días.

“Fue toda una escuela que duró un año”, dice Daniella sobre la experiencia de esa creación musical. “Me enfrasqué en un viaje súper personal a propósito del tema de los cultivos y también sobre mis lecturas de adolescencia: Me vinieron a la cabeza Eduardo Galeano, Gabriela Mistral, y del viaje resultaron estas canciones. Fue muy bello porque me reconecté con un ser adolescente y por otro lado con una mirada actual, que es una mirada también de madre, sobre el planeta que estamos dejando a nuestros hijos”.

Fue también una primera experiencia suya con ritmos de diversos folclores latinoamericanos, agrega la compositora. “Entré en ese flujo del folclor y las canciones agarraron un mundito propio cada una,  al margen del radioteatro. Eso fue también lo que me llevó a pensarlo como un disco aparte. Se sostenían solitas, no tenían que tener un argumento y sí se hilaban entre sí, a pesar de que son estilos musicales diferentes”.

Libertad de abejas y recolectores

Entre esos sonidos del continente, las canciones “Elogio” y “Abeja” comparten ritmos festivos andinos.

“Tiene un ritmo nortino primero porque yo quería que la “Abeja” fuera una celebración”, cuenta Daniella Rivera: “Una celebración de este animalito al que a veces tenemos susto y no le damos la importancia que tiene para nuestra vida; así de radical. La existencia de la humanidad depende en gran parte de las abejas. Pero además la “Abeja” tiene una métrica súper irregular, porque el vuelo de las abejas no es cuadrado. La abeja es libertad, va de flor en flor, le gustan unos néctares más que otros. Esa métrica caprichosa tiene un sentido, tiene que ver con el vuelo de las abejas”.

Una motivación similar aparece en la primera canción del disco, “Ojos de puma”.

“Habla de la libertad, un tema que está tan manoseado últimamente” comenta la autora. “Pensaba yo en la libertad de los recolectores y cazadores que poblaron la Tierra cuando no existían fronteras. La libertad de caminar sin rumbo, sin una cota, sin un lugar que no puedas pisar. Y cuando la letra dice “Seré hormiga, seré jaguar” está esa noción de los pueblos originarios de convertirse, de mimetizarse con otros animales. No somos superiores, somos iguales”.

Joropo para semillas de quínoa

“Canciones de la huerta” fue grabado por Daniella Rivera con una diversidad de instrumentistas y voces venidas de ámbitos como el jazz y las músicas latinoamericanas.

Ese elenco incluye entre otras las participaciones del charanguista Silvio Rozzi (del dúo Camila y Silvio); del trombonista Alfredo Tauber, del saxofonista Andrés Pérez, de la rapera AlegriAle y de tres cantantes: Marcelo Vergara, Nano Stern y Sol del Río, solista iniciada en el grupo La Guacha.

“Encuentro que la voz de la Sol es fuera de serie, una voz de bolerista hermosa. Grabamos juntas en momentos mágicos de arte, compañerismo, amistad. Eso es Sol del Río para mí. Una hermana”, dice Daniella, quien contó a su vez con Nano Stern en la voz y las cuerdas del cuatro para la canción “La quínoa”, que se escucha fronteriza entre ritmo afroperuano y joropo venezolano.

“Ese ritmo puede ser medio landó pero también es un poco joropo”, dice la compositora, “y me llevó al joropo también por la semilla: tenía que tener esas maraquitas chicas del joropo. El Nano le puso un cuatro y lo hizo con todo el swing del mundo”.

Música es alimento

La canción más diversa del disco es “Lamento”, un trap con rimas Alegriale y con la voz de Daniella filtrada por el efecto de autotune, el recurso expresivo más reconocible de ese género musical. “Eso me hacía sentir que estaba haciendo realmente un trap”, dice ella. “Coincido mucho con (la cantante española) Rosalía: el autotune es un color. Es un color más de la paleta de colores. Lo probamos de hecho sin autotune y llegamos al autotune porque sonaba más trapero”.

“Me pareció muy bien por varias razones” agrega Daniella sobre “Lamento”–. Primero: el trap. El género. Urbano. La ciudad. Y un género que se ha convertido un poco en un monocultivo. Si la música es un espacio lleno de relieves, formas, colores, aromas, sabores incluso, la música urbana ha venido a colonizar de una forma disruptiva para las otras músicas y se ha convertido en un monocultivo, como los paltos o los pinos o el eucaliptus. No quiero desmerecer los géneros, porque los géneros no tienen la culpa. Me refiero al capitalismo y a cómo opera tanto en la música como en los alimentos, que para mí son lo mismo, porque la música que escucho es mi alimento también, el alimento de mi alma. Y cuando sistemáticamente te están dando sólo un tipo de alimento, así salen enfermedades y un montón de cosas que no están bien. Entonces quería hacer un trap que no hablara del sexo ni de cuán machito es el machito que se agarra más minas, sino de que estamos comiendo mal, estamos relacionándonos mal y de una cosa terrible que es que nos vamos a quedar sin agua. Así de sencillo.

Un concierto como un viaje

Daniella Rivera va a presentar “Canciones de la huerta” en vivo junto a su banda, integrada por Raimundo Santander (guitarra), Eduardo “Waly” Rubio (bajo) y Greco Acuña (percusión). “Ya hice el guión”, dice. “Va a ser un concierto como un viaje, tiene un arco dramático entretenido. Es una especie de ceremonia de apertura de conciencia, para terminar con una fiesta. Porque qué sería de la apertura de conciencia si no terminamos bailando”.

Y pese a toda su experiencia previa, el disco representa una primera vez en su trayectoria, luego de años dedicada a participar desde en el grupo Odessa en la primera década del 2000 (“Ahí comenzó todo mi derrotero teatral”, dice) hasta en decenas de discos de más cantantes y grupos en los que ha grabado como invitada. Esta vez es distinto. La anfitriona es Daniella Rivera.

–Pasé del pavor total de enfrentar el disco a irme empoderando poco a poco por tener que direccionar ese barco –cuenta sobre ese proceso–. Porque todo el mundo me preguntaba “¿Y ahora qué?” Y por primera vez en la vida tenía que definir ahora qué: “Ahora tengo que grabar un disco, ¿qué hago?” Conversé con muchos amigos tratando de encontrar el camino. Hoy día crecí y soy una persona con mucha más experiencia. Por primera vez es mi disco y mi concierto.

Daniella Rivera presenta “Canciones de la huerta”

Jueves 7 de diciembre, 20.00 horas. Sala SCD Bellavista, Santa Filomena 110, Recoleta, Santiago. $10.000, boletos en el sistema Eventrid.

Foto en portada: Inge Hagemann.

Síguenos en