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Una fiesta de la lectura: “Libros libres” logra una convocatoria multitudinaria

La iniciativa organizada por la Universidad de Chile contó con más de 2 mil ejemplares para repartir, sin contar la entrega de textos digitales. Una actividad que tuvo un balance positivo y que reafirma su compromiso con la difusión de la cultura.

Catalina Araya

  Martes 23 de abril 2024 19:14 hrs. 
Libros Libres, actividad de la Universidad de Chile por la conmemoración del día del libro.Libros Libres, actividad de la Universidad de Chile por la conmemoración del día del libro.

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Algunos se enteraron a través de redes sociales. Otros, por el boca a boca. Incluso hubo quienes notaron el ajetreo y decidieron sumarse a la extensa fila de transeúntes que esperaban pacientemente la llegada de su turno. Para el mediodía de este martes 23 de abril, reconocido mundialmente como el “Día del Libro“, el frontis de la Casa Central de la Universidad de Chile figuraba repleto de personas que, entusiastas, se acercaron para recibir uno de los libros que la casa de estudios tenía para regalar. Todo esto, bajo el nombre de “Libros libres”.

Inicialmente serían cerca de mil 500 los ejemplares que serían repartidos por la Universidad. Sin embargo, el balance final de la institución indicó que se logró entregar un total aproximado de 2 mil 200 volúmenes que oscilaban entre temas tan variados como la biología, la arquitectura y las biografías históricas.

Un saldo al que se sumaron una serie de títulos disponibles en formato digital, y que fueron repartidos a través de varios marcapáginas que incluían en su impresión un código QR que redireccionaba al material.

“Tienen la característica de que están permanentemente abiertos, liberados para toda la comunidad nacional e internacional sin limitaciones ni barreras de acceso. Tampoco de descarga o de impresiones”, comentó el director de Servicios de Información y Bibliotecas (SISIB), Rodrigo Donoso, a Radio y Diario Universidad de Chile.

Este mecanismo se condice con lo que plantean los expertos sobre la necesidad de que las instituciones públicas utilicen las nuevas tecnologías para tareas tan esenciales como el fomento lector. Así lo explicaba el sociólogo, académico y consejero del Observatorio del Libro y la Lectura, Tomás Peters, en una entrevista con nuestro medio, donde definió ese último punto como uno de los principales retos del mundo del libro.

Hoy en día la gente compra libros, no ha desistido el valor que el objeto tiene. Se ha ido configurando como el gran desafío, en el contexto latinoamericano y chileno, esta figura de un lector que se mueve, nomádico, en distintos registros de lectura”, comentó entonces.

La iniciativa que contó con la participación de la rectora de la Casa de Bello, Rosa Devés, quien valoró la convocatoria lograda e incluso confidenció que se llevó algunos libros para su casa: “Celebramos el día del libro con mucha concurrencia de personas que llegaron a buscar estos libros que produce nuestra institución en distintas áreas. Yo misma me he encantado con los libros que están disponibles. Me llevo varios, quizás unos pocos más de los que debería. Y es un día precioso, un reencuentro con la cultura de Chile y con la historia también, pues la Universidad en todos sus tiempos ha sido parte de la historia de este país”.

De todas formas, lo que marcó la jornada fue la multitudinaria convocatoria que conquistó la iniciativa. La cifra final de asistentes fácilmente superó la barrera de los mil, con una hilera que, al menos hasta las 13.30 horas, continuaba extendiéndose varios metros por adentro de la calle Serrano. Una fila que, además, era bastante heterogénea en cuanto a edades, género y ocupaciones.

Entre ellos, la valoración de la iniciativa era transversalmente positiva. “Es importante esto del día del libro porque a uno lo incentiva a leer, y eso hace mucha falta aquí. Y también para conocer cosas que para uno no son habituales, como la arquitectura o la biología. Lo encuentro interesante y me gusta que se incentive en eso a las personas”, aseguró una de las participantes, que esperaba su turno junto a su hija.

Uno de los jóvenes universitarios que se acercó al frontis de la casa de estudios ya había participado en la edición del 2023, cuando se repartieron poco más de mil ejemplares. Eso fue lo que lo motivó a volver: “Esa vez llegué como a esta misma hora, hice una fila similar y me llevé cosas interesantes. Como tenía disponible igual que el año pasado, vine nuevamente. El año pasado me llevé un libro muy antiguo de mariposas. Yo estudio biología, así que algo así me servía. Y también una biografía de Domeyko, que estaba súper buena. De hecho, me lo leí en las vacaciones de verano. Así que volví por eso. Si hubieran entregado cualquier cuestión quizás no hubiera venido, pero fue una buena experiencia”.

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