“Solo se muere el que se olvida”, expresaba hace unos meses un grafiti en las afueras del “Velódromo Sergio Tormen Méndez” ubicado en la calle Pedro de Valdivia. Al recinto se le asignó ese nombre el 30 de abril de 2023, en el marco de los 50 años del Golpe de Estado y por conmemorarse 50 años desde que Sergio fue campeón nacional de ciclismo en la pista del entonces Velódromo del Estadio Nacional. La placa que se encuentra en la entrada principal recuerda también a su compañero y amigo ciclista Luis Guajardo Zamorano.
Luis Guajardo y Sergio Tormen fueron secuestrados hace 50 años, el 20 de julio de 1974, y desde entonces se encuentran desaparecidos. Desde el taller de bicicletas en que fueron raptados en la calle San Dionisio, fueron trasladados a Londres 38, entonces lugar de detención, tortura y exterminio. La dictadura, primero desconoció el secuestro de Luis y Sergio, después negó la existencia legal de Sergio, y, en un acto de crueldad sin precedentes, incluyó a Luis en la lista de 119 personas detenidas en Chile y cuyos restos habrían aparecido en Argentina. Imposible olvidar los imperdonables titulares “exterminados como ratones” y “sangrienta pugna del Mir en el exterior” que las portadas de los diarios La Segunda y Las Últimas Noticias de la cadena El Mercurio dedicaron al siniestro montaje de la dictadura.
Lejos de ser olvidados, Sergio Tormen y Luis Guajardo están siempre presentes y son recordados, no solo por sus familiares y amigos más cercanos, sino que permanecen en la memoria de los deportistas y de los chilenos y chilenas. Sus nombres, fotografías y estampas están inmortalizados en múltiples sitios virtuales y reales y han inspirado obras literarias y artísticas.
El “Museo de La Memoria”, los Sitios de Memoria “Londres 38” y “Villa Grimaldi” y el “Memorial del Detenido Desaparecido” del Cementerio General contienen placas con los nombres de Sergio y Luis. Recordando su paso como estudiante, el nombre de Luis Guajardo está también registrado en placas conmemorativas en el Liceo Manuel de Salas, en la Escuela de Ingeniería y en la Casa Central de la Universidad de Chile (institución que le otorgó el año 2018 el título póstumo de Ingeniero Civil Mecánico).
Por otra parte, se han publicado dos libros basados en la historia de los jóvenes ciclistas. Marcelo Guajardo escribió la novela “La bicicleta mágica de Sergio Krumm” (2013) que obtuvo un premio de literatura para jóvenes y se inspira en Andrés Moraga, el entrenador de Sergio Tormen en la selección chilena de ciclismo. El libro “Mi hermano Sergio” (2022), escrito por Ítalo Hernández, vecino de la familia Tormen, se basa en la mirada del hermano menor de Sergio, quien en 1987 ganó la Vuelta a Chile y dedicó valientemente su triunfo a su hermano desaparecido. Peter Tormen, a sus 14 años, y Andrés Moraga también habían sido secuestrados el 20 de julio de 1974 y fueron abandonados en la calle unos días después en medio del toque de queda.
Existen también murales, pinturas y grabados con las figuras de los ciclistas desparecidos. Por ejemplo, los artistas Danilo Villalobos y Miguel Valderrama han difundido generosamente sus trabajos con imágenes de los ciclistas. Además, un conjunto musical, integrado por vecinos de la familia Tormen del barrio Guillermo Mann de Ñuñoa, compuso una emotiva canción de homenaje.
Por su parte, un grupo de “cleteros” realiza anualmente una “cicletada patrimonial a la memoria del ciclista desaparecido en dictadura”. Este año, y en conmemoración de los 50 años del secuestro, el recorrido, que se realizará el domingo 21 de julio, comenzará a las 10 horas en Londres 38 y terminará a las 12:30 horas con un acto en el monolito que se encuentra en la plazuela “Sergio Tormen” ubicada en la calle Maratón con Los Alerces.
Coincidentemente, el domingo 21 de julio se producirá la esperada apertura para el uso público del “Parque Estadio Nacional” [1], por lo que será una buena oportunidad para visitar también el Sitio de Memoria “Velódromo Sergio Tormen Méndez” [2]. El impresionante óvalo, inaugurado en 1965, fue el escenario donde Sergio y Luis corrieron como compañeros en el Club Centenario y se preparaban para los Juegos Panamericanos que se realizarían en Santiago en 1975 y que la dictadura canceló. El sitio comprende también la “Caracola Sur” (servicios higiénicos que fueron habilitados como lugar de tortura), las graderías (donde se hacía esperar a las víctimas) y los túneles que dan acceso a las graderías (donde se produjeron fusilamientos y simulacros).
En síntesis, las familias de Sergio Tormen y Luis Guajardo deben saber que los jóvenes deportistas no han sido ni serán olvidados y continúan muy presentes. Como bien lo expresa un mural que realizaron estudiantes de la Universidad de Santiago de Chile, a Sergio y a Luis “los enterraron y no sabían que eran semillas” que han germinado en deportistas y jóvenes comprometidos con la justicia y los derechos humanos y que solidarizan con las familias de las víctimas de la dictadura.
Referencias
[2]https://radio.uchile.cl/2023/04/10/deporte-y-memoria-velodromo-sergio-tormen-mendez/
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