El conservador Mariano Rajoy fue investido nuevamente jefe de gobierno en España por una mayoría simple del Congreso de los diputados.
Rajoy 170 votos a favor, 111 votos en contra y 68 abstenciones, las últimas procedentes de su histórico rival, el Partido Socialista, PSOE, más dividido que nunca. De hecho su ex líder, pedro Sánchez renunció a su cargo de diputado porque no quiere permitir gobernar a Rajoy, pero insinuó una ofensiva para recuperar el control del partido.
Consciente de lo difícil que será gobernar en minoría en pasillos Rajoy recordó a los partidos políticos que “si hacemos un esfuerzo, entre todos podemos llegar a entendimientos. Tenemos que intentar convertir esta situación, que es difícil y compleja, en una oportunidad”.
Esta votación puso fin a la parálisis política iniciada tras las elecciones legislativas de diciembre en que irrumpieron dos nuevas formaciones: Podemos (izquierda antiausteridad) y Ciudadanos (centroderecha). Aunque ninguno de los partidos logró la mayoría absoluta para formar gobierno lo que llevó a la convocatoria de unas segundas elecciones en junio pasado.