Estaba mirando en otra dirección. Para cuando Los Vidrios Quebrados publicaron su único disco, el guitarrista Héctor Sepúlveda ya estaba más interesado en una música distinta. El disco de John Mayall & The Bluesbreakers con Eric Clapton le había abierto nuevas perspectivas que no encontraba ni en su propio grupo ni en ese álbum pionero, Fictions (1967).
Decepcionado de esa experiencia, Héctor Sepúlveda tomó una decisión. Le vendió un amplificador y una guitarra a su amigo Eduardo Gatti (Blops) y abordó un barco con destino europeo, para conocer de primera fuente la música que lo inspiraba en aquellos años: el rock, la sicodelia y el blues.
Tocando en locales o simplemente en las calles, pasó por España, Francia (mayo del ‘68 mediante) e Italia antes de llegar a Londres. Incluso tocó en el Marquee, un club por el que pasaron los Rolling Stones, The Who, Yes o Jimi Hendrix. Fue en ese tránsito que encontró un contacto con el sello Decca, que le ofreció editar un disco a través de la subsidiaria Deram, en cuyo catálogo figuraban nombres como Cat Stevens o David Bowie.
Héctor Sepúlveda grabó, pero ese disco recién está viendo la luz ahora, a casi un siglo de su creación: London 69 ha sido publicado por el sello chileno BYM Records y este viernes tiene su presentación en Matucana 100, en un evento que funcionará también como una suerte de tributo para el guitarrista, fallecido en abril de 2017.
“Los objetivos finales de él siempre eran bastante elusivos. Iba probando y si se abrían posibilidades, las aprovechaba. El disco fue así, dijo el periodista Rodrigo Burgos, uno de los gestores del proyecto, en el programa Pasaje Nocturno de Radio Universidad de Chile.
¿Por qué el disco no fue publicado en ese momento? Por una decisión de Deram, simplemente. Cuando Héctor Sepúlveda ultimaba detalles de la publicación, la discográfica consideró que era momento de abandonar la sicodelia y enfocarse en otros géneros: “Le dijeron a Héctor que lo lamentaban mucho, pero que el disco no se iba a editar y le entregaron una cajita con sus cintas. Él se las trajo a Chile y estuvieron guardadas en su casa durante casi 50 años”, explicó Burgos.
“Había dudas con respecto a las condiciones en que estaban las cintas, porque Héctor me las entregó en una caja roñosa y este tipo de cintas se deterioran con la humedad u otras cosas, pero estaban increíblemente bien cuidadas y bastó hacer unas ecualizaciones menores. Fue un traspaso sencillo”, agregó.
Lo que se puede escuchar en London 69 es un testimonio de la época. Son apenas tres composciones -”Bunganvilla”, “Every night at the same street” y “London times”- instrumentales, con evidente influencia de la India y espíritu lisérgico.
Según Rodrigo Burgos, hay al menos dos elementos valiosos en el álbum: “Uno es que sea un chileno grabando en Londres, en plena eclosión sicodélica, con los Beatles, los Rolling Stones o Pink Floyd haciendo sus trabajos más importantes ahí”.
“Lo otro es que la absoluta sincronía con las vanguardias de la época. Hay cosas que hacían bandas de folk británico de la época, como Incredible String Band o Fairport Convention. Dialoga con Ummagumma de Pink Floyd, un disco muy experimental que sale ese mismo año; también con lo que hacía Ravi Shankar o los grupos más radicales de folk americano”, añadió.
London 69 será presentado a las 21 horas de este viernes 9 de noviembre en la Microsala de Matucana 100. Habrá una conversación de la que participarán Eduardo Gatti y Juan Mateo O’Brien, ex miembro de Los Vidrios Quebrados, y luego tocarán los hijos de Héctor Sepúlveda. La entrada es gratuita, con capacidad limitada.
Más información en Matucana 100.