Suman 200 las indicaciones al proyecto que pone fin al lucro, a la selección y al copago, si consideramos las ingresadas por el Gobierno, por la oposición y por parlamentarios de la Nueva Mayoría, patrocinando algunas inquietudes del movimiento social.
Esto lo confirmó ayer Ricardo Paredes, vocero de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones), quien dijo que se está en un trabajo constante con diputados oficialistas como Camila Vallejo (PC), y el independiente Giorgio Jackson (RD).
Se espera un debate extenso. Hoy a partir de las 15 horas en Valparaíso, aunque en esta sesión, según estiman algunos asesores se alcanzaría a ver un grupo reducido de indicaciones.
Dentro de los temas que han mantenido enfrentada a la Nueva Mayoría está la idea de que se castigue el lucro con cárcel, tema en el que habría acuerdo.
Sin embargo, el presidente de la comisión, Mario Venegas (DC), dijo que existen cuestionamientos a que el Gobierno mantenga la selección en los llamados emblemáticos y no haya una definición más acotada de las rentas para los gestores educacionales, mientras que a otros el arriendo de inmuebles todavía les genera “ruidos”.
Por su parte la oposición, reducida a una minoría en la instancia parlamentaria y en el Parlamento, se ha limitado a ingresar indicaciones que contravienen la idea del proyecto, es decir, cambiar la estructura administrativa de la educación particular subvencionada para que esta considere integración y equidad.
El diputuado Felipe Kast, de Evópoli, asegura que se trata de un maquillaje que no apunta a la calidad, mientras que el UDI Jaime Bellolio afirmó que las indicaciones arreglan errores impresentables del proyecto original, pero que además profundiza una reforma que a ellos no les gusta.
Una de las mayores preocupaciones expresada por el movimiento social, principal impulsor de la reforma, es que esta terminara siendo negociada en el Senado por la oposición, en lo que denominaron como “la cocina de Zaldívar”, además considerando la férrea oposición interna que ha significado el presidente de la DC Ignacio Walker.
Ante esto, el presidente de la comisión del ramo en la Cámara Alta, Fulvio Rossi, se ha limitado a comprometer que ahí, se respetarán los acuerdos alcanzados por los diputados.
Suman 200 las indicaciones al proyecto que pone fin al lucro, a la selección y al copago, si consideramos las ingresadas por el Gobierno, por la oposición y por parlamentarios de la Nueva Mayoría, patrocinando algunas inquietudes del movimiento social.
Esto lo confirmó ayer Ricardo Paredes, vocero de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones), quien dijo que se está en un trabajo constante con diputados oficialistas como Camila Vallejo (PC), y el independiente Giorgio Jackson (RD).
Se espera un debate extenso. Hoy a partir de las 15 horas en Valparaíso, aunque en esta sesión, según estiman algunos asesores se alcanzaría a ver un grupo reducido de indicaciones.
Dentro de los temas que han mantenido enfrentada a la Nueva Mayoría está la idea de que se castigue el lucro con cárcel, tema en el que habría acuerdo.
Sin embargo, el presidente de la comisión, Mario Venegas (DC), dijo que existen cuestionamientos a que el Gobierno mantenga la selección en los llamados emblemáticos y no haya una definición más acotada de las rentas para los gestores educacionales, mientras que a otros el arriendo de inmuebles todavía les genera “ruidos”.
Por su parte la oposición, reducida a una minoría en la instancia parlamentaria y en el Parlamento, se ha limitado a ingresar indicaciones que contravienen la idea del proyecto, es decir, cambiar la estructura administrativa de la educación particular subvencionada para que esta considere integración y equidad.
El diputuado Felipe Kast, de Evópoli, asegura que se trata de un maquillaje que no apunta a la calidad, mientras que el UDI Jaime Bellolio afirmó que las indicaciones arreglan errores impresentables del proyecto original, pero que además profundiza una reforma que a ellos no les gusta.
Una de las mayores preocupaciones expresada por el movimiento social, principal impulsor de la reforma, es que esta terminara siendo negociada en el Senado por la oposición, en lo que denominaron como “la cocina de Zaldívar”, además considerando la férrea oposición interna que ha significado el presidente de la DC Ignacio Walker.
Ante esto, el presidente de la comisión del ramo en la Cámara Alta, Fulvio Rossi, se ha limitado a comprometer que ahí, se respetarán los acuerdos alcanzados por los diputados.
Suman 200 las indicaciones al proyecto que pone fin al lucro, a la selección y al copago, si consideramos las ingresadas por el Gobierno, por la oposición y por parlamentarios de la Nueva Mayoría, patrocinando algunas inquietudes del movimiento social.
Esto lo confirmó ayer Ricardo Paredes, vocero de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones), quien dijo que se está en un trabajo constante con diputados oficialistas como Camila Vallejo (PC), y el independiente Giorgio Jackson (RD).
Se espera un debate extenso. Hoy a partir de las 15 horas en Valparaíso, aunque en esta sesión, según estiman algunos asesores se alcanzaría a ver un grupo reducido de indicaciones.
Dentro de los temas que han mantenido enfrentada a la Nueva Mayoría está la idea de que se castigue el lucro con cárcel, tema en el que habría acuerdo.
Sin embargo, el presidente de la comisión, Mario Venegas (DC), dijo que existen cuestionamientos a que el Gobierno mantenga la selección en los llamados emblemáticos y no haya una definición más acotada de las rentas para los gestores educacionales, mientras que a otros el arriendo de inmuebles todavía les genera “ruidos”.
Por su parte la oposición, reducida a una minoría en la instancia parlamentaria y en el Parlamento, se ha limitado a ingresar indicaciones que contravienen la idea del proyecto, es decir, cambiar la estructura administrativa de la educación particular subvencionada para que esta considere integración y equidad.
El diputuado Felipe Kast, de Evópoli, asegura que se trata de un maquillaje que no apunta a la calidad, mientras que el UDI Jaime Bellolio afirmó que las indicaciones arreglan errores impresentables del proyecto original, pero que además profundiza una reforma que a ellos no les gusta.
Una de las mayores preocupaciones expresada por el movimiento social, principal impulsor de la reforma, es que esta terminara siendo negociada en el Senado por la oposición, en lo que denominaron como “la cocina de Zaldívar”, además considerando la férrea oposición interna que ha significado el presidente de la DC Ignacio Walker.
Ante esto, el presidente de la comisión del ramo en la Cámara Alta, Fulvio Rossi, se ha limitado a comprometer que ahí, se respetarán los acuerdos alcanzados por los diputados.
