Apretarse el cinturón. Esa es la premisa que se ha encargado de difundir el ministro de Hacienda Rodrigo Valdés, manifestando claramente que el presupuesto destinado para el año 2017 será mucho más restrictivo de lo que se pensaba meses atrás.
El Secretario de Estado detalló que el gasto fiscal será más modesto debido a la desaceleración que ha experimentado la economía en los últimos dos años, producto de la caída de las ventas de cobre y otros minerales, los cuales representan el principal ingreso de divisas del país.
Sin embrago, economistas indican que esta no es una buena señal, ni un buen proceder.
En este sentido, la experta del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Diego Portales, Claudia Sanhueza, precisó que la propuesta del Ejecutivo es un camino equivocado, dado que debilita aún más el incremento de la demanda interna.
Sobre el tema, el Presidente del Centro Internacional de Globalización y Desarrollo, y ex Director del Banco Mundial, Andrés Solimano, apuntó a la generación de nuevos recursos para el Estado y a no quedarse con lo establecido. De acuerdo a ello, precisó que se deben incrementar los impuestos a la minería privada, además de reformular la ley reservada del cobre que destina recursos “excesivos” en defensa y que resta dineros para el gasto social como es la educación, pensiones, salud e infraestructura. “Yo creo que el problema es que tenemos un nivel inorgánicamente muy alto de gasto público en defensa. Hay que revisar esas partidas, además de la estructura tributaria, en función de las prioridades del país que debieran ser con énfasis en lo social”, señaló.
Nuevas voces van apareciendo en el horizonte del debate contradiciendo lo que plantea el ministro Rodrigo Valdés, ya que no ven como recomendable frenar demasiado el gasto en un escenario donde la inversión privada se mantiene deprimida.
Esta visión es compartida por el diputado DC, Pablo Lorenzini, integrante de la comisión de hacienda de la cámara, quien indicó que la idea es redirigir los recursos y una inversión intensiva en mano de obra, a través del desarrollo de obras públicas, especialmente en regiones. “Yo siempre he sido de la idea de que cuando el mundo privado está activo el Estado se retrotrae y acumula, pero cuando el empresariado está en pausa, es justamente el Estado quien tiene que utilizar esos fondos para reactivar la economía”, comentó.
Esto mientras que el Partido Comunista y Socialista, se han manifestado a favor de mantener un gasto expansivo, pese a la adversa propuesta gubernamental.
De esta manera, la falta de diálogo y coordinación de los parlamentarios de la Nueva Mayoría con el Ministro de Hacienda es una preocupación en La Moneda. Habrá reuniones previas para estudiar el proyecto de Ley de Presupuesto y así evitar conflictos como la polémica aprobación de financiamiento de la educación pública.
Apretarse el cinturón. Esa es la premisa que se ha encargado de difundir el ministro de Hacienda Rodrigo Valdés, manifestando claramente que el presupuesto destinado para el año 2017 será mucho más restrictivo de lo que se pensaba meses atrás.
El Secretario de Estado detalló que el gasto fiscal será más modesto debido a la desaceleración que ha experimentado la economía en los últimos dos años, producto de la caída de las ventas de cobre y otros minerales, los cuales representan el principal ingreso de divisas del país.
Sin embrago, economistas indican que esta no es una buena señal, ni un buen proceder.
En este sentido, la experta del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Diego Portales, Claudia Sanhueza, precisó que la propuesta del Ejecutivo es un camino equivocado, dado que debilita aún más el incremento de la demanda interna.
Sobre el tema, el Presidente del Centro Internacional de Globalización y Desarrollo, y ex Director del Banco Mundial, Andrés Solimano, apuntó a la generación de nuevos recursos para el Estado y a no quedarse con lo establecido. De acuerdo a ello, precisó que se deben incrementar los impuestos a la minería privada, además de reformular la ley reservada del cobre que destina recursos “excesivos” en defensa y que resta dineros para el gasto social como es la educación, pensiones, salud e infraestructura. “Yo creo que el problema es que tenemos un nivel inorgánicamente muy alto de gasto público en defensa. Hay que revisar esas partidas, además de la estructura tributaria, en función de las prioridades del país que debieran ser con énfasis en lo social”, señaló.
Nuevas voces van apareciendo en el horizonte del debate contradiciendo lo que plantea el ministro Rodrigo Valdés, ya que no ven como recomendable frenar demasiado el gasto en un escenario donde la inversión privada se mantiene deprimida.
Esta visión es compartida por el diputado DC, Pablo Lorenzini, integrante de la comisión de hacienda de la cámara, quien indicó que la idea es redirigir los recursos y una inversión intensiva en mano de obra, a través del desarrollo de obras públicas, especialmente en regiones. “Yo siempre he sido de la idea de que cuando el mundo privado está activo el Estado se retrotrae y acumula, pero cuando el empresariado está en pausa, es justamente el Estado quien tiene que utilizar esos fondos para reactivar la economía”, comentó.
Esto mientras que el Partido Comunista y Socialista, se han manifestado a favor de mantener un gasto expansivo, pese a la adversa propuesta gubernamental.
De esta manera, la falta de diálogo y coordinación de los parlamentarios de la Nueva Mayoría con el Ministro de Hacienda es una preocupación en La Moneda. Habrá reuniones previas para estudiar el proyecto de Ley de Presupuesto y así evitar conflictos como la polémica aprobación de financiamiento de la educación pública.
Apretarse el cinturón. Esa es la premisa que se ha encargado de difundir el ministro de Hacienda Rodrigo Valdés, manifestando claramente que el presupuesto destinado para el año 2017 será mucho más restrictivo de lo que se pensaba meses atrás.
El Secretario de Estado detalló que el gasto fiscal será más modesto debido a la desaceleración que ha experimentado la economía en los últimos dos años, producto de la caída de las ventas de cobre y otros minerales, los cuales representan el principal ingreso de divisas del país.
Sin embrago, economistas indican que esta no es una buena señal, ni un buen proceder.
En este sentido, la experta del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Diego Portales, Claudia Sanhueza, precisó que la propuesta del Ejecutivo es un camino equivocado, dado que debilita aún más el incremento de la demanda interna.
Sobre el tema, el Presidente del Centro Internacional de Globalización y Desarrollo, y ex Director del Banco Mundial, Andrés Solimano, apuntó a la generación de nuevos recursos para el Estado y a no quedarse con lo establecido. De acuerdo a ello, precisó que se deben incrementar los impuestos a la minería privada, además de reformular la ley reservada del cobre que destina recursos “excesivos” en defensa y que resta dineros para el gasto social como es la educación, pensiones, salud e infraestructura. “Yo creo que el problema es que tenemos un nivel inorgánicamente muy alto de gasto público en defensa. Hay que revisar esas partidas, además de la estructura tributaria, en función de las prioridades del país que debieran ser con énfasis en lo social”, señaló.
Nuevas voces van apareciendo en el horizonte del debate contradiciendo lo que plantea el ministro Rodrigo Valdés, ya que no ven como recomendable frenar demasiado el gasto en un escenario donde la inversión privada se mantiene deprimida.
Esta visión es compartida por el diputado DC, Pablo Lorenzini, integrante de la comisión de hacienda de la cámara, quien indicó que la idea es redirigir los recursos y una inversión intensiva en mano de obra, a través del desarrollo de obras públicas, especialmente en regiones. “Yo siempre he sido de la idea de que cuando el mundo privado está activo el Estado se retrotrae y acumula, pero cuando el empresariado está en pausa, es justamente el Estado quien tiene que utilizar esos fondos para reactivar la economía”, comentó.
Esto mientras que el Partido Comunista y Socialista, se han manifestado a favor de mantener un gasto expansivo, pese a la adversa propuesta gubernamental.
De esta manera, la falta de diálogo y coordinación de los parlamentarios de la Nueva Mayoría con el Ministro de Hacienda es una preocupación en La Moneda. Habrá reuniones previas para estudiar el proyecto de Ley de Presupuesto y así evitar conflictos como la polémica aprobación de financiamiento de la educación pública.
