Es un hecho que Francia no ha mostrado nada en este Mundial, futbolísticamente hablando, y si la prensa “gala” ha sido implacable a la hora de criticar a su selección, Nicolás Anelka lo hizo en un particular estilo al decirle en la cara al técnico Raymond Domenech: “Vete, sucio hijo de puta” (sic).

Según el vicepresidente de la Federación Francesa de Fútbol, Noel Le Graet, en declaraciones a la radio francesa RTL: “La decisión (de expulsar a Anelka) recién se tomó” . Por su parte, la  agencia Reuters informó que el mismo vicepresidente habría señalado: “Es escandaloso, porque si alguien ha defendido a Anelka es el mismo Domenech”.

El episodio de Anelka no es el único conflicto dentro del equipo. Hay trascendidos que indican que el volante Yoann Gourcuff no goza de muchas simpatías entre sus compañeros, al extremo de que no comparte la mesa con nadie y come solo, y que el defensa William Gallas se indignó con Domenech por darle la capitanía a Patrice Evra.

Ninguno de estos hechos ayuda a una selección que necesita derrotar por goleada a Sudáfrica y cruzar los dedos para que México y Uruguay no empaten en la jornada final