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Senadores piden terminar con sistema de AFP por no garantizar jubilaciones dignas

Senadores de oposición crean mesa de trabajo para profundizar en reformas al modelo que consideran un fracaso ante las millonarias pérdidas de las AFP. Además, piden que se cree un sistema mixto de pensiones impulsado y garantizado por el Estado que termine con la dependencia actual a las administradoras de los fondos de pensiones.

Cristián Pacheco

  Jueves 20 de octubre 2011 20:30 hrs. 
jubilados

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Los senadores Eugenio Tuma (PPD), Camilo Escalona (PS), y Mariano Ruiz Esquide (DC), junto a representantes de la Asociación de Consumidores y Usuarios de Servicios Previsionales crearon una mesa de trabajo con la que buscan elaborar un proyecto de acuerdo que modifique el actual sistema de pensiones y que sea respondido por el Ejecutivo.

La propuesta inicial es constituir un fondo nacional estatal compuesto por los ahorros individuales de los trabajadores, pero también con el aporte de los empleadores en la misma proporción y sin cuotas de administración.

Los senadores creen que es necesario cambiar este modelo de administración de los fondos de los trabajadores del país y permitir, mientras se construye el nuevo sistema, el traspaso de la administración privada a la pública.

En esa línea, el senador PPD Eugenio Tuma, comentó que “invitamos a distintos sectores de la vida nacional a conformar una mesa de trabajo destinada a poner fin a un sistema de previsión que no da seguridad de pensiones dignas a los chilenos. El sistema actual de AFP es una actividad financiera especulativa, que si bien es cierto ha dado un buen resultado desde un punto de vista económico, ha sido pésimo para las pensiones de los trabajadores”.

El senador Tuma agregó que hoy tenemos un sistema “económico” de AFP, en que los trabajadores depositan sus fondos y esos sirven para fortalecer acciones del capital financiero, comercio, bancos, financieras y economía nacional. Fondo nacional de pensiones que actualmente asciende a más de 150 millones de dólares acumulados.

Sin embargo, el actual modelo implementado por José Piñera en 1981, y que obligó el paso de los trabajadores de INP a AFP, no asegura una jubilación digna, aseguró Ricardo Hormazábal, ex senador y presidente de la agrupación recientemente creada, quien presentó datos que fundamentan y aseguran esta idea.

Hormazábal sostuvo que la pensión promedio para los más de 887 mil afiliados es de 176 mil pesos e incluso señala que más de 500 mil de este total, reciben 126.416 pesos, de acuerdo a documentos oficiales. Además agregó que a esto se suma lo inestable que es el sistema de inversión que utiliza los fondos de todos los chilenos.

“Hemos demostrado que entre abril y septiembre las AFP han perdido este año 25 mil millones de dólares. Eso es la mitad del Presupuesto de Chile para este año, el 17 por ciento de los fondos que están allí y esas pérdidas no son reconocidas”, denunció.

Por su parte, el senador DC Mariano Ruiz Esquide, fue enfático en plantear que es necesario cambiar el sistema porque no cumplió con las expectativas iniciales a su implementación.

El senador indicó que en su momento se justificó el cambio porque sistema antiguo era malo y había que modificarlo; y bajo promesas que aseguraban una pensión cercana al 70% de la última remuneración. La realidad es que éstos no pasan del 35%.

Este es el sistema, perfectible según la ministra de Trabajo Evelyn Matthei, que los senadores quieren modificar estructuralmente sobre la base de  la propuesta que genere esta mesa de trabajo. Mientras el senador Ruiz Esquide pide protección para los afiliados.

“Hay un paso adicional que firmamos todos para que por lo menos en esta primera instancia, el Senado pida formalmente que se abra la opción de traslado de las AFP mientras sale un proyecto más de fondo”.

Pese a que los representantes de las pensiones han dicho que las pérdidas son posibles de revertir, los 25 mil millones de dólares que se han perdido, según la comisión recién formada, abre un nuevo panorama incierto, al igual que el 2008, cuando los fondos de los pensionistas, principalmente de los fondos A y B bajaron considerablemente.

Insisten en que no es posible que las AFP no sean evaluadas por su rendimiento, y en cambio todos los efectos negativos de estas pérdidas pongan en riesgo la jubilación de los cotizantes.

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