La delegación chilena en los Juegos Panamericanos de Guadalajara obtuvo 43 medallas, una cantidad inédita para el deporte nacional, con dos preseas de oro, 17 de plata y 24 de bronce.
Sin embargo, Chile se mantiene lejos de las potencias continentales: Estados Unidos lideró el medallero con 236 trofeos, seguido por Cuba, con 136, y Brasil, con 141.
La mala noticia para el deporte chileno es que ocupó la decimotercera ubicación en el medallero final y descendió tres puestos con respecto a los Juegos de Río de Janeiro 2007, donde además logró seis medallas de oro.
Los dos oros chilenos fueron propiedad de la nadadora Kristel Kobrich y del velerista Alberto González.
En este escenario, el presidente del Comité Olímpico, Neven Ilic, manifestó su satisfacción por el rendimiento en Guadalajara, mientras que el jefe de misión de Chile en los Panamericanos, Jaime Agliati, señaló que “ahora viene el momento de la reflexión y de los análisis técnicos. Al estar allá en la villa durante el desarrollo de los Juegos se pueden hacer algunos análisis, pero ahora ya más tranquilos, con todo los elementos de prueba, esta semana va a ser interesante”.
El mismo González, el deportista chileno más ganador de la historia de los Panamericanos, valoró el notorio aumento de medallas para la delegación chilena y aseguró que se ha progresado.
No obstante, recalcó que para fomentar una cultura deportiva en la población, es necesario un trabajo que contemple desde los niveles más básicos de la educación: “Esa historia se ha hablado mil veces. Que hay que hacerlo con los colegios, con más horas de preparación física. Los colegios topan en que no hay canchas, hay que pedir hora y tomar un bus y llevar a los cabros a otro lado porque el colegio no tiene. Y ahí topamos, en la infraestructura. Esto tendría que nacer del ministerio de Educación o del Gobierno. Hacer un plan a 20 años, por ejemplo, para hacer más deporte en el país. Sentemos las bases, no lo hagamos ni en uno, ni en dos ni en cinco años. Pero digamos, este es el camino: y vamos metiendo más horas, plata en los colegios para que tengan canchas. Un camino largo que se puede hacer y veríamos los frutos en 20 o 25 años más, estoy seguro”, dijo.
En esa línea, el profesor de Sicología del Deporte de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, Ignacio Gallardo, enfatizó que en Chile “es complicado” hablar de cultura deportiva, ya que existe “una fractura” entre la actividad física y la vida cotidiana de la mayor parte de la población.
En ese sentido, señaló, es relevante que en los primeros niveles educativos el deporte sea integrado como parte importante del día a día y como fuente de aprendizaje: “La educación juega el rol de concientizar sobre la actividad deportiva como una actividad que en algunos momentos es pro salud; en otros, pro inserción de valores sociales y herramientas de superación. En el fondo, concientizar que el deporte es parte de nuestra vida como educación, que el deporte realmente educa. A veces en los colegios se cree que es lo contrario”, señaló.
El especialista añadió que otro factor es la inequidad y el entorno urbano, ya que hay barrios y zonas del país mejor equipadas para que las personas realicen deporte. “En ese caso, tiene que ver con la voluntad de las autoridades. Pero además el deporte permite romper inequidades, porque en una cancha toda la gente es igual”, finalizó.
La delegación chilena en los Juegos Panamericanos de Guadalajara obtuvo 43 medallas, una cantidad inédita para el deporte nacional, con dos preseas de oro, 17 de plata y 24 de bronce.
Sin embargo, Chile se mantiene lejos de las potencias continentales: Estados Unidos lideró el medallero con 236 trofeos, seguido por Cuba, con 136, y Brasil, con 141.
La mala noticia para el deporte chileno es que ocupó la decimotercera ubicación en el medallero final y descendió tres puestos con respecto a los Juegos de Río de Janeiro 2007, donde además logró seis medallas de oro.
Los dos oros chilenos fueron propiedad de la nadadora Kristel Kobrich y del velerista Alberto González.
En este escenario, el presidente del Comité Olímpico, Neven Ilic, manifestó su satisfacción por el rendimiento en Guadalajara, mientras que el jefe de misión de Chile en los Panamericanos, Jaime Agliati, señaló que “ahora viene el momento de la reflexión y de los análisis técnicos. Al estar allá en la villa durante el desarrollo de los Juegos se pueden hacer algunos análisis, pero ahora ya más tranquilos, con todo los elementos de prueba, esta semana va a ser interesante”.
El mismo González, el deportista chileno más ganador de la historia de los Panamericanos, valoró el notorio aumento de medallas para la delegación chilena y aseguró que se ha progresado.
No obstante, recalcó que para fomentar una cultura deportiva en la población, es necesario un trabajo que contemple desde los niveles más básicos de la educación: “Esa historia se ha hablado mil veces. Que hay que hacerlo con los colegios, con más horas de preparación física. Los colegios topan en que no hay canchas, hay que pedir hora y tomar un bus y llevar a los cabros a otro lado porque el colegio no tiene. Y ahí topamos, en la infraestructura. Esto tendría que nacer del ministerio de Educación o del Gobierno. Hacer un plan a 20 años, por ejemplo, para hacer más deporte en el país. Sentemos las bases, no lo hagamos ni en uno, ni en dos ni en cinco años. Pero digamos, este es el camino: y vamos metiendo más horas, plata en los colegios para que tengan canchas. Un camino largo que se puede hacer y veríamos los frutos en 20 o 25 años más, estoy seguro”, dijo.
En esa línea, el profesor de Sicología del Deporte de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, Ignacio Gallardo, enfatizó que en Chile “es complicado” hablar de cultura deportiva, ya que existe “una fractura” entre la actividad física y la vida cotidiana de la mayor parte de la población.
En ese sentido, señaló, es relevante que en los primeros niveles educativos el deporte sea integrado como parte importante del día a día y como fuente de aprendizaje: “La educación juega el rol de concientizar sobre la actividad deportiva como una actividad que en algunos momentos es pro salud; en otros, pro inserción de valores sociales y herramientas de superación. En el fondo, concientizar que el deporte es parte de nuestra vida como educación, que el deporte realmente educa. A veces en los colegios se cree que es lo contrario”, señaló.
El especialista añadió que otro factor es la inequidad y el entorno urbano, ya que hay barrios y zonas del país mejor equipadas para que las personas realicen deporte. “En ese caso, tiene que ver con la voluntad de las autoridades. Pero además el deporte permite romper inequidades, porque en una cancha toda la gente es igual”, finalizó.
La delegación chilena en los Juegos Panamericanos de Guadalajara obtuvo 43 medallas, una cantidad inédita para el deporte nacional, con dos preseas de oro, 17 de plata y 24 de bronce.
Sin embargo, Chile se mantiene lejos de las potencias continentales: Estados Unidos lideró el medallero con 236 trofeos, seguido por Cuba, con 136, y Brasil, con 141.
La mala noticia para el deporte chileno es que ocupó la decimotercera ubicación en el medallero final y descendió tres puestos con respecto a los Juegos de Río de Janeiro 2007, donde además logró seis medallas de oro.
Los dos oros chilenos fueron propiedad de la nadadora Kristel Kobrich y del velerista Alberto González.
En este escenario, el presidente del Comité Olímpico, Neven Ilic, manifestó su satisfacción por el rendimiento en Guadalajara, mientras que el jefe de misión de Chile en los Panamericanos, Jaime Agliati, señaló que “ahora viene el momento de la reflexión y de los análisis técnicos. Al estar allá en la villa durante el desarrollo de los Juegos se pueden hacer algunos análisis, pero ahora ya más tranquilos, con todo los elementos de prueba, esta semana va a ser interesante”.
El mismo González, el deportista chileno más ganador de la historia de los Panamericanos, valoró el notorio aumento de medallas para la delegación chilena y aseguró que se ha progresado.
No obstante, recalcó que para fomentar una cultura deportiva en la población, es necesario un trabajo que contemple desde los niveles más básicos de la educación: “Esa historia se ha hablado mil veces. Que hay que hacerlo con los colegios, con más horas de preparación física. Los colegios topan en que no hay canchas, hay que pedir hora y tomar un bus y llevar a los cabros a otro lado porque el colegio no tiene. Y ahí topamos, en la infraestructura. Esto tendría que nacer del ministerio de Educación o del Gobierno. Hacer un plan a 20 años, por ejemplo, para hacer más deporte en el país. Sentemos las bases, no lo hagamos ni en uno, ni en dos ni en cinco años. Pero digamos, este es el camino: y vamos metiendo más horas, plata en los colegios para que tengan canchas. Un camino largo que se puede hacer y veríamos los frutos en 20 o 25 años más, estoy seguro”, dijo.
En esa línea, el profesor de Sicología del Deporte de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, Ignacio Gallardo, enfatizó que en Chile “es complicado” hablar de cultura deportiva, ya que existe “una fractura” entre la actividad física y la vida cotidiana de la mayor parte de la población.
En ese sentido, señaló, es relevante que en los primeros niveles educativos el deporte sea integrado como parte importante del día a día y como fuente de aprendizaje: “La educación juega el rol de concientizar sobre la actividad deportiva como una actividad que en algunos momentos es pro salud; en otros, pro inserción de valores sociales y herramientas de superación. En el fondo, concientizar que el deporte es parte de nuestra vida como educación, que el deporte realmente educa. A veces en los colegios se cree que es lo contrario”, señaló.
El especialista añadió que otro factor es la inequidad y el entorno urbano, ya que hay barrios y zonas del país mejor equipadas para que las personas realicen deporte. “En ese caso, tiene que ver con la voluntad de las autoridades. Pero además el deporte permite romper inequidades, porque en una cancha toda la gente es igual”, finalizó.
