La Presidenta, Cristina Fernández, anunció este martes que recurrirá al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para reclamar por la militarización ejercida por el Reino Unido en las Malvinas, justo cuando se comenzó a plantear la recuperación de la soberanía de las islas para Argentina.
Frente a líderes de la oposición, ministros de Estado, dirigentes gremiales y veteranos de la guerra, la Mandataria comentó que “esta nueva militarización del Atlántico sur implica un grave riesgo para la seguridad internacional” y advirtió además que “este es un reclamo avalado por el conjunto de la sociedad argentina y latinoamericana. Malvinas se ha transformado en una causa de la región”.
La semana pasada Gran Bretaña confirmó el envío de un buque de guerra al Atlántico sur, que cuenta con misiles antiaire, helipuertos, un moderno sistema de navegación y lleva sesenta militares a bordo. Y aunque desde la diplomacia europea han insistido en que este procedimiento es de rutina, los argentinos afirmaron que esto se trataba de una “provocación”, de cara a la conmemoración de los 30 años de la guerra.
Por lo mismo, la Jefa de Estado argentina emplazó al Primer Ministro británico, David Cameron, a “dar una oportunidad a la paz y a negociar la soberanía”.
Durante la jornada, se especuló sobre una serie de medidas que podrían haber acompañado al anuncio de la Presidenta argentina como la decisión de cancelar los vuelos de LAN desde Punta Arenas a las Malvinas. Sin embargo, Cristina Fernández no se refirió al tema.
Y la respuesta británica no se hizo esperar. Un portavoz de la misión del Reino Unido ante la ONU afirmó que su “posición ante este asunto no ha cambiado en todo este tiempo y es bastante clara. Sólo negociaremos la soberanía de las islas si sus habitantes quieran negociarla y eso no ocurre en estos momentos”.
El vocero defendió además la presencia militar del Reino Unido en la zona, señalando que “sólo existe con el objetivo de defender los derechos y libertades de los habitantes de las islas para determinar su propio futuro político, social y económico”. Además reiteró que “aproximadamente cada seis meses, Gran Bretaña lleva a cabo ejercicios militares de rutina con misiles de corto alcance en las islas.
“Lo ha hecho desde que estos (misiles) se desplegaron ahí en respuesta a la invasión de las Islas Falkland (Malvinas) por parte de Argentina en 1982. Esos ejercicios no representan ningún cambio de la postura de defensa del Reino Unido en el Atlántico Sur”.
Finalmente el diplomático indicó que “Reino Unido ha formulado una serie de propuestas para diferentes tipos de cooperación y sigue sumamente interesado en fomentar una relación constructiva con Argentina y en promover la cooperación práctica en el Atlántico Sur. Estas han sido rechazadas”.
La Presidenta, Cristina Fernández, anunció este martes que recurrirá al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para reclamar por la militarización ejercida por el Reino Unido en las Malvinas, justo cuando se comenzó a plantear la recuperación de la soberanía de las islas para Argentina.
Frente a líderes de la oposición, ministros de Estado, dirigentes gremiales y veteranos de la guerra, la Mandataria comentó que “esta nueva militarización del Atlántico sur implica un grave riesgo para la seguridad internacional” y advirtió además que “este es un reclamo avalado por el conjunto de la sociedad argentina y latinoamericana. Malvinas se ha transformado en una causa de la región”.
La semana pasada Gran Bretaña confirmó el envío de un buque de guerra al Atlántico sur, que cuenta con misiles antiaire, helipuertos, un moderno sistema de navegación y lleva sesenta militares a bordo. Y aunque desde la diplomacia europea han insistido en que este procedimiento es de rutina, los argentinos afirmaron que esto se trataba de una “provocación”, de cara a la conmemoración de los 30 años de la guerra.
Por lo mismo, la Jefa de Estado argentina emplazó al Primer Ministro británico, David Cameron, a “dar una oportunidad a la paz y a negociar la soberanía”.
Durante la jornada, se especuló sobre una serie de medidas que podrían haber acompañado al anuncio de la Presidenta argentina como la decisión de cancelar los vuelos de LAN desde Punta Arenas a las Malvinas. Sin embargo, Cristina Fernández no se refirió al tema.
Y la respuesta británica no se hizo esperar. Un portavoz de la misión del Reino Unido ante la ONU afirmó que su “posición ante este asunto no ha cambiado en todo este tiempo y es bastante clara. Sólo negociaremos la soberanía de las islas si sus habitantes quieran negociarla y eso no ocurre en estos momentos”.
El vocero defendió además la presencia militar del Reino Unido en la zona, señalando que “sólo existe con el objetivo de defender los derechos y libertades de los habitantes de las islas para determinar su propio futuro político, social y económico”. Además reiteró que “aproximadamente cada seis meses, Gran Bretaña lleva a cabo ejercicios militares de rutina con misiles de corto alcance en las islas.
“Lo ha hecho desde que estos (misiles) se desplegaron ahí en respuesta a la invasión de las Islas Falkland (Malvinas) por parte de Argentina en 1982. Esos ejercicios no representan ningún cambio de la postura de defensa del Reino Unido en el Atlántico Sur”.
Finalmente el diplomático indicó que “Reino Unido ha formulado una serie de propuestas para diferentes tipos de cooperación y sigue sumamente interesado en fomentar una relación constructiva con Argentina y en promover la cooperación práctica en el Atlántico Sur. Estas han sido rechazadas”.
La Presidenta, Cristina Fernández, anunció este martes que recurrirá al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para reclamar por la militarización ejercida por el Reino Unido en las Malvinas, justo cuando se comenzó a plantear la recuperación de la soberanía de las islas para Argentina.
Frente a líderes de la oposición, ministros de Estado, dirigentes gremiales y veteranos de la guerra, la Mandataria comentó que “esta nueva militarización del Atlántico sur implica un grave riesgo para la seguridad internacional” y advirtió además que “este es un reclamo avalado por el conjunto de la sociedad argentina y latinoamericana. Malvinas se ha transformado en una causa de la región”.
La semana pasada Gran Bretaña confirmó el envío de un buque de guerra al Atlántico sur, que cuenta con misiles antiaire, helipuertos, un moderno sistema de navegación y lleva sesenta militares a bordo. Y aunque desde la diplomacia europea han insistido en que este procedimiento es de rutina, los argentinos afirmaron que esto se trataba de una “provocación”, de cara a la conmemoración de los 30 años de la guerra.
Por lo mismo, la Jefa de Estado argentina emplazó al Primer Ministro británico, David Cameron, a “dar una oportunidad a la paz y a negociar la soberanía”.
Durante la jornada, se especuló sobre una serie de medidas que podrían haber acompañado al anuncio de la Presidenta argentina como la decisión de cancelar los vuelos de LAN desde Punta Arenas a las Malvinas. Sin embargo, Cristina Fernández no se refirió al tema.
Y la respuesta británica no se hizo esperar. Un portavoz de la misión del Reino Unido ante la ONU afirmó que su “posición ante este asunto no ha cambiado en todo este tiempo y es bastante clara. Sólo negociaremos la soberanía de las islas si sus habitantes quieran negociarla y eso no ocurre en estos momentos”.
El vocero defendió además la presencia militar del Reino Unido en la zona, señalando que “sólo existe con el objetivo de defender los derechos y libertades de los habitantes de las islas para determinar su propio futuro político, social y económico”. Además reiteró que “aproximadamente cada seis meses, Gran Bretaña lleva a cabo ejercicios militares de rutina con misiles de corto alcance en las islas.
“Lo ha hecho desde que estos (misiles) se desplegaron ahí en respuesta a la invasión de las Islas Falkland (Malvinas) por parte de Argentina en 1982. Esos ejercicios no representan ningún cambio de la postura de defensa del Reino Unido en el Atlántico Sur”.
Finalmente el diplomático indicó que “Reino Unido ha formulado una serie de propuestas para diferentes tipos de cooperación y sigue sumamente interesado en fomentar una relación constructiva con Argentina y en promover la cooperación práctica en el Atlántico Sur. Estas han sido rechazadas”.
