Este fin de semana, dirigentes del Movimiento Social del Valle del Huasco denunciaron que podrían verse nuevas movilizaciones ante la negativa de las autoridades regionales y a nivel nacional de responder por inquietudes que persisten en relación al cierre de la planta faenadora de cerdos de Agrosuper en Freirina.
La nueva preocupación de los vecinos tiene que ver con la eventual contaminación de napas subterráneas por las toxinas que emanan los cadáveres de los cerdos, ya que estos habrían sido enterrados sin la protección necesaria.
Esto se supo a través de una “fiscalización ciudadana”, la que reveló, según los vecinos, muchas anomalías en el proceso de clausura de la planta y limpieza de la zona.
El alcalde de Freirina, César Orellana, confirmó esta información, la que fue recibida en la municipalidad y puesta a disposición de las autoridades centrales, las que aún no responden.
“Hay propiedad privada sin acceso, pero hay movimientos que accedieron al lugar, donde encontraron fosas y nos pusieron en conocimiento. Levantamos una denuncia a la Superintendencia de Medioambiente, pusimos los antecedentes a la autoridad que corresponde, de la que no hemos tenido respuesta hasta el momento”, dijo.
En la sociedad civil, están atentos, porque según han señalado dirigentes de Freirina, “nosotros siempre hemos estado movilizados”.
Juan Carlos Labrín, coordinador de la Brigada SOS Huasco, explicó que además existen rumores de que Agrosuper pretende volver a sus instalaciones, lo que se suma a las denuncias relacionadas con la contaminación producto de los cadáveres de los porcinos.
El dirigente indicó que “se ha silenciado esta situación, pensando en reinstalar a Agrosuper, lo que es bastante grave. Los cerdos están contaminando las napas subterráneas, y eso está vinculado con el uso que le da el habitante al cultivo de hortalizas, olivos, y se pone en peligro el tratamiento de aguas para bebida de la población”.
Labrín agregó que por esta razón, Freirina y otros sectores del valle del Huasco vuelven a configurarse como “zona de emergencia”, ante la incompetencia de las autoridades y la irresponsabilidad de la empresa
“Todo esto genera una zona de urgencia, donde nuevamente vemos el silencio de las autoridades competentes, ceguera y omisión. No vemos la fiscalización, hacer que esta empresa se haga responsable por el daño que causó mientras estuvo en funcionamiento”, indicó.
El dirigente expresó que las organizaciones de la zona están en una etapa de análisis institucional para canalizar las denuncias, las que se sumarán a la lucha socioambiental contra otros proyectos nocivos en la zona, como mineras y termoeléctricas.