Por octava semana consecutiva la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP), informó un alza en el valor de las bencinas, registrando un aumento de hasta seis pesos por litro en el caso de la gasolina de 93 octanos.
Frente a esto, representantes de la Confederación de Taxis Colectivos y Transporte Menor (Conttramen) y del Consejo Nacional de Taxis Colectivos (CNTCH), se manifestaron en la Plaza de la Ciudadanía para exigir al Gobierno medidas que permitan detener las reiteradas alzas.
Carlos Fres, vicepresidente de la Federación Regional de Taxis Colectivos, explicó que la demanda apunta a la eliminación o rebaja focalizada del impuesto específico, además de que las grandes empresas también lo paguen.
El dirigente anunció que si el Gobierno no toma medidas en el corto plazo, los trabajadores aumentarán las presiones: “Pero si todos pagan el impuesto específico el precio del combustible automáticamente cae 150 pesos y eso sería más justo que entre todos pudiéramos pagar el impuesto y tener bencinas más baratas. Nosotros estamos presionando para que este sistema de injusticia se termine y vamos a seguir presionando, por eso lo más posible es que la próxima semana tengamos otra movilización, pero esta vez ya no iremos a pie a La Moneda, vamos a ir con nuestras máquinas de trabajo a tomarnos las calles, como siempre lo hemos hecho”, advirtió.
Distinta es la mirada del presidente de la gremial metropolitana de taxis colectivos, Ernesto Morales, quien planteó la necesidad de generar un reembolso anual a los choferes, considerando que cada uno aporta alrededor de tres millones de pesos al año, por efectos del impuesto específico, que calificó como una norma discriminatoria para los trabajadores del transporte: “Cada vez que tenemos un alza a nosotros nos suben los insumos. La mitad de la recaudación diaria de cualquier taxi colectivo en la noche se queda en una bomba de bencina por el precio que tiene. Por lo tanto aquí se podría generar un espacio de un reembolso anual en base a un cálculo promedio que hemos estimado en 14 UTM, compensando así las alzas y las rebajas focalizada del impuesto específico”, señaló.
Pese a que la gremial no participó en la protesta de este jueves, Morales anunció que se plegarán a las próximas movilizaciones, considerando además que el problema no está contemplado en el programa de Gobierno.
El académico de la Universidad de Chile y de la Universidad Católica, Juan Guillermo Espinosa, explicó que estamos frente a una inflación de costos. Y que a menos que Estados Unidos tome medidas en la reducción de los estímulos monetarios, el valor del dólar seguirá creciendo, llegando incluso los 600 pesos, lo que va a repercutir en que los combustibles suban en la misma proporción: “Aún faltaría un alza del 7, 8 o hasta el 10 por ciento que podrían llegar. De manera que estamos en un momento muy apropiado para que las autoridades corrijan desde ya el volumen que rinde el impuesto a los combustibles, que es un impuesto altamente inflacionario que se transmite rápidamente al sector transporte por consecuencia a todos los rubros de consumo. Por lo tanto, de aquí a junio, tendríamos una inflación inducida derivada del alza de la divisa y en consecuencia de los combustibles”, explicó el economista.
Espinosa explicó que el mecanismo creado por el gobierno de Sebastián Piñera, el Sistema de Protección al Contribuyente ante variaciones en los Precios de los Combustibles (Sipco), no tuvo ningún efecto, porque no se consideró que ENAP tiene que pagar en dólares el combustible traspasando así las alzas a los valores finales.
Asimismo, el economista Hugo Fazio del Centro de Desarrollo Alternativo (Cenda), criticó el Sipco y dijo que se debe apuntar a los temas de fondo: “Mi impresión es que este, como otros, ha sido un mecanismo que fracasó. Porque los mecanismos de esta naturaleza no tienen que buscar detener las alzas, cuando estas se producen por motivos objetivos como el alza en los precios de los mercados internaciones y el tipo de cambio, sino reducir las fluctuaciones. Pero para lograrlo hay que crear un mecanismo que establezca un precio medio, en función del cual se mueva y que ese precio se defienda dentro de lo posible, para que sea ese el que se vaya amortiguando frente a las alzas y frenar las bajas también. Hay que ir a los temas de fondo que son complejos, porque los combustibles tienen incidencia de muchas actividades económicas. Además hay precios que el Estado tiene subsidiados, particularmente el diésel que no tiene justificación, porque es el más contaminante y en general subsidia a grandes intereses económicos”, explicó.
Frente a este complejo escenario, el ministro de Hacienda Alberto Arenas, aseguró que están analizando si se debe seguir aplicando el Sipco, además dijo que hay otras acciones concretas que se están realizando como el recién aprobado bono marzo.