El recorrido se inicia en el segundo piso del ala sur del Museo Nacional de Bellas Artes, donde la sección “El poder de la imagen” retrata la época de la colonia, independencia y la posterior construcción del territorio de Chile a través de la pintura.
En estas etapas se inscriben los artistas Mateo Pérez de Alessio, Gaspar Miguel de Berrío, José Gil de Castro, y el reconocido Johann Moritz Rugendas, con su afamada obra El huaso y la lavandera.
Estas son las primeras creaciones que se pueden ver en la muestra “Arte en Chile: 3 miradas” que abrirá sus puertas al público a partir del viernes 21 de marzo.
Un proyecto que reunió a tres curadores en una exposición dividida en distintas partes, partiendo por la recién nombrada de Juan Manuel Rodríguez, para proseguir en la “Sala de lectura. (Re) presentación del libro”, de Alberto Madrid; y “Los cuernos de la historia” de Patricio M. Zárate.
El director del recinto cultural, Roberto Farriol, explica que esta apuesta corresponde a una selección de la Colección Patrimonial del Museo que renueva las anteriores muestras que se han presentado. Y agrega que “no es reemplazar una visión monolítica por otra monolítica, sino, por el contrario, buscar formas más transparentes y más inclusivas sobre todas las visiones del arte en Chile”.
En esta oportunidad se podrán observar obras históricas de la Colección, algunas que han permanecido en los depósitos del museo, y otras que recién fueron adquiridas.
Es el caso de la curatoría de Patricio Zárate, donde se muestran fotografías de Paz Errázuriz que fueron recibidas por la institución a fines de 2013, gracias al proyecto de Farriol que permitió comprar creaciones nacionales de los últimos tiempos.
En esta sección se reflexiona sobre el dolor, la violencia, la memoria y el olvido en la historia nacional, es por ello que Zarate sostiene que lo motivó “el ver cómo los ciudadanos reivindican sus derechos en la calle. La muestra tiene que ver con eso, porque por primera vez los protagonistas de la historia reivindican el derecho a existir. Estamos aburridos de esta historia oficial de los grandes personajes que muchas veces no son tan importantes, como nos hacen creer”.
Acá se encuentra una instalación del grabador y artista visual Mario Soro que muestra las consecuencias de la guerra del pacífico con cuerpos mutilados, los que pasaron a convertirse en “los primeros vagabundos de nuestro país”, señala el curador. Además, de El infarto del alma de Errázuriz que retrató a los internos de un psiquiátrico de Putaendo.
En tanto la tercera sala reflexiona en torno al sentido, la materialidad e imagen del libro y acto de leer con creaciones de distintos artistas nacionales de diversas edades.
“La selección de las obras corresponde a distintos géneros y su distribución funciona para construir el relato acerca de la representación del libro en las artes visuales chilenas”, cuenta Madrid. Es el caso del trabajo del pintor Cosme San Martín con su obra La lectura de 1874, Camilo Mori con La viajera de 1928, y Luis Guillermo Deisler con Alfabeto de 1990
“Arte en Chile: 3 miradas” se mantendrá abierta al público entre uno o dos años y se considera en permanente innovación, ya que curadores invitados podrán intervenir o complementarlas. Proceso que iniciará Ramón Castillo en el segundo semestre de 2014.