Senador Ossandón: "Nos estamos farreando la reforma al binominal"

En conversación con Radio Universidad de Chile, el senador de Renovación Nacional criticó el proyecto que reforma el sistema binominal. A su juicio, el país se está "farreando" un cambio necesario al votar un proyecto que solo conserva a los mismos en su lugar.

En conversación con Radio Universidad de Chile, el senador de Renovación Nacional criticó el proyecto que reforma el sistema binominal. A su juicio, el país se está "farreando" un cambio necesario al votar un proyecto que solo conserva a los mismos en su lugar.

En el Senado empieza la discusión por la reforma al sistema binominal. Según los pronósticos, la votación debería efectuarse este miércoles, momento donde se definirá si se legisla o no sobre la materia.

En conversación con Patricio López en Radio Universidad de Chile, el senador de Renovación Nacional Manuel José Ossandón se refirió  a su opinión respecto de los cambios que se proponen en el sistema electoral, toda vez que diferentes políticos han llamado a su partido a sumarse a este cambio para darle una mayor validez y transversalidad política.

Parece que finamente no hubo acuerdo entre Renovación Nacional y el Gobierno en materia binominal, ¿cuál es su posición al respecto?

Yo tengo una diferencia sustancial con mi partido. Siempre dije que había que cambiar el sistema electoral, por ello votaré a favor de la idea de legislar el proyecto. Sin embargo, el proyecto que presentó el Gobierno y, que obligó a Renovación Nacional a negociar, tiene problemas muy graves. Primero, no soluciona ninguno de los vicios del binominal, es como una especie del Transantiago, es igual de malo pero nos costará más caro. Esta analogía es porque este proyecto dejará a los mismos, no afectará ninguno de los intereses actualmente instalados en el Senado.

¿Cuál es el principal punto que no encaja en esta reforma, según su impresión?

Chile no necesita más parlamentarios. Quizás unos pocos más para estabilizar la compensación, para ser más proporcional y representativo, pero no cincuenta o cincuenta y cuatro diputados. Esto no tiene sentido. Nadie ha podido demostrar la utilidad de subir la cantidad de parlamentarios. Lo único que se hace es agrandar los distritos y  restringir la plata, entonces ¿quiénes pueden entrar a la política? Los mismos de siempre.

¿Termina con las distorsiones de representatividad del sistema binominal?

Esto no arregla ninguna de esas cosas, las agranda. Por ejemplo, en Coyhaique que elegirían tres senadores donde votan sesenta mil personas y en Santiago que votamos cinco millones se eligen siete, entonces la representatividad se va a las pailas.

Esto se ha hecho con nombre y apellido, nadie vota a favor de algo que no le conviene. Además, le costará cerca de sesenta millones de dólares al Estado, no va a costar lo mismo que el actual, menos pensando en que nadie legislará para bajarse los sueldos. Al final, se pagará más.

¿Se hizo una reforma para que se apruebe en este Senado?

Se hizo para que todos quedaran tranquilos ¿Por qué una cosa tan importante como ésta no tuvo comisión de expertos más que quienes votábamos? En lo personal, a mí me conviene la medida, porque con la mitad de mis votos salgo electo senador, pero a Chile no le conviene porque es más caro, no arregla los problemas del binominal y sigue aumentando el desprestigio de los políticos ¿Por qué vamos a tener senadores y diputados que con cinco votos serán electos por el arrastre? Nos estamos farreando la reforma.

Caso Penta

¿Cuál es la relación que tiene su sector con los grandes grupos económicos en el país?

Es difícil definirla, pero es una relación que se da en todos los sectores. Si te fijas en los aportes reservados, en el caso de los senadores el que más recibió fue un senador de la Concertación (Girardi). En el caso nuestro, el problema que tenemos es definir qué derecha es la que va a dar la pelea, la que está secuestrada por los poderes económicos o la que yo quiero representar, más social cristiana, donde la plata no es lo más importante.

En ese sentido, yo creo que uno de los grandes problemas del gobierno de Piñera es que tuvo un gran desarrollo económico, pero no llegó al corazón de la gente, porque la gente quiere ser feliz, no solo millonaria. Este es un tema complicado para la política en general, pero también para nosotros, esto lo tenemos que definir, es la pelea que debemos dar.

¿En su opinión los grupos económicos no miraban con simpatía que usted llegara al Parlamento?

Por ningún motivo, ellos estaban furiosos porque no les gusta lo que digo. Yo soy de los que creen que en la derecha no pueden haber candidatos que hagan negocios tipo Cascada o tipo Cencosud, porque la ética está por sobre lo legal. Las personas de derecha no somos sinónimo de abusadores ni de protección de los ricos, somos personas dispuestas a jugarnos por Chile, con ideas eficientes, pero para que nos crean debemos  trabajar.

 





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