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Gabriel Boric: “El Gobierno está secuestrado por los intereses empresariales”

El diputado de la Izquierda Autónoma se refirió al nuevo impulso que ha tomado el Gobierno en materia de reformas, específicamente sobre la nueva Constitución, asegurando que es inaceptable el nivel de ambigüedad con la que la administración se ha tomado el proceso de generar una nueva Carta Magna para el país.

Gonzalo Castillo

  Domingo 19 de julio 2015 11:35 hrs. 
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El diputado por la Izquierda Autónoma (IA), Gabriel Boric, sostuvo que la política está siendo secuestrada por los intereses empresariales, lo que se haría evidente en el cambio en la agenda de transformaciones del Gobierno, cuestión que a juicio del ex presidente de la FECh haría más urgente la necesidad de que nuevos movimientos y partidos políticos surjan en la escena política nacional.

¿Qué le parece el rumbo que está tomando el proceso constituyente, ahora que la Presidenta descartó la posibilidad de que haya un plebiscito para determinar el mecanismo a través del cual llegar a una nueva Constitución?

Las únicas claridades sobre este proceso que han habido sobre este proceso son negativas, son descartar plebiscito, descartar asamblea constituyente, y más allá de eso, más allá de lo recientemente anunciado que no va a ser, si bien no sabemos lo que va a ser. Entonces este nivel de ambigüedad, de incertidumbre que plantea el Gobierno frente a un tema tan importante como es la posibilidad de tener una nueva Constitución, me parece que es inaceptable, además varios partidos de la Nueva Mayoría han empezado a relativizar la posibilidad de tener una nueva Constitución, entonces creo que devela las contradicciones internas dentro del conglomerado, y parece que da cuenta del carácter de la Nueva Mayoría.

¿Cuál es su perspectiva sobre la llamada segunda etapa del Gobierno, en el que se ha acuñado la frase “Realismo sin renuncia”, para abordar esta nueva fase?

Esta frase de “Realismo sin renuncia” se parece mucho a “Justicia en la medida de lo posible”, y a que lo más importante es la gobernabilidad. Creo que da cuenta del carácter del gobierno, de que finalmente hay un secuestro de la política por parte de intereses empresariales que son los que se terminan imponiendo en la agenda, y para mí eso hace más evidente que nunca que es urgente y necesario la emergencia de nuevas fuerzas políticas que tengan autonomía, tanto de la Nueva Mayoría como del gran empresariado.

Este miércoles se rechazó nuevamente la posibilidad de que los parlamentarios debieran hacer públicos los aportes reservados recibidos desde 2003 a la fecha .¿Qué opinión le merece esta determinación?

Lamentable, era una oportunidad más perdida por la política de tratar de recuperar la confianza de la ciudadanía. Esta no es la única, está la posibilidad de discutir el sueldo de los parlamentarios, la censura a Navarro, el haber presentado una indicación para que los partidos puedan recibir aportes de empresas, todo eso da cuenta del nivel de desconexión que existe hoy día entre los políticos tradicionales y la ciudadanía, y creo que ellos mismo están colaborando a hundir el barco de la política tradicional.

Osvaldo Andrade, diputado del PS, señaló en un foro que no habría piso político ni masa crítica para llevar a cabo una reforma previsional profunda. Usted, como miembro de la comisión de Trabajo y Seguridad Social, ¿cuál es su visión sobre la necesidad de realizar cambios al sistema de pensiones en Chile?

Este es uno de los temas que cuando uno sale a la calle o está en el distrito es uno de los más sentidos por la población, el problema de las pensiones. Así que una figura tan importante como Osvaldo Andrade señale que no se van a hacer cambios en esta materia, también es lamentable y es una muestra más de todo lo que hablamos antes. Hoy día está funcionando una comisión para reformar el sistema de AFP, de la cual, al parecer, han ido emergiendo conclusiones que son incómodas para los empresarios, para los dueños de las AFP y ya parece que sectores del Gobierno le están poniendo piso a los empresarios que no quieren cambiar nada. A los dueños de Chile que no quieren cambiar nada. Me parece lamentable, y nosotros vamos a seguir insistiendo en que hay que terminar con el sistema de AFP, para pasar a un mecanismo mucho más justo de pensiones que se haga cargo de nuestros adultos mayores, y no los condene a la miseria como es hoy día.

Senadores de la DC se han reunido con la Ministra del Trabajo para plantearle algunas inquietudes sobre la Reforma Laboral, ¿teme que el Gobierno se allane a realizar cambios a este proyecto de ley?

El Gobierno cuando se aprobó la Reforma en la Cámara de Diputados, señaló de que no se iban a mover de estos elementos esenciales. Desde mi punto de vista es una reforma bien moderada, nosotros hubiésemos aspirado a más. Pero tiene algunos avances que son significativos, y si esos avances ya se empiezan a cuestionar la verdad es que la Reforma en sí misma carece de sentido. Si es que algunos senadores pretenden moderarla aún más, la verdad que ya no vamos a poder hablar ni siquiera de Reforma Laboral, y sería ya abiertamente la renuncia del Gobierno a hacer cambios estructurales en cualquier materia.

Personeros de la Nueva Mayoría han manifestado que si no se realizan las reformas prometidas, el conglomerado no tendría posibilidad de proyección a futuro, ¿cuál es su visión al respecto?

No soy parte de la Nueva Mayoría ni nunca he pretendido serlo, por lo tanto no me corresponde opinar sobre los problemas internos que podrían tener, o si tienen continuidad. Nuestros esfuerzos en la Izquierda Autónoma (IA) están por constituirnos políticamente, y poder tener un referente de izquierda que, como te decía antes, tenga autonomía de la Nueva Mayoría y del empresariado chileno.

El diputado Vlado Mirosevic criticó a los partidos tradicionales por lo que considera un freno a la emergencia de partidos políticos nuevos las nuevas normas de financiamiento de colectividades, ¿comparte esta visión?

Yo concuerdo con el diputado Mirosevic en eso, hay un temor tremendo de parte de la política tradicional, que está tan desprestigiada, que emerjan alternativas que les disputen la hegemonía. Pero más allá, nosotros estamos conscientes de que cuando hay un ciclo político que se acaba, ese ciclo político y los protagonistas de ese ciclo, van a tratar de mantenerse y resistir como sea, así que no me parece extraño y nos pone un desafío más sobre la mesa.

Como hincha del fútbol, ¿qué opinión le merecen los incidentes ocurridos en el partido de Rangers contra la U este jueves, y cómo se debería abordar desde su perspectiva el problema de la violencia en los estadios?

Primero, hay que partir por condenar los hechos, en eso no tiene que haber ambigüedades. Dicho esto, creo que la Ley de Violencia en los Estadios claramente no funciona, claramente ha tratado de enfrentar un problema que es mucho más de fondo con soluciones represivas que no han dado resultados, y han, de paso, matado la fiesta del estadio, entonces creo que hay que revisarla, pero no desde la perspectiva punitiva, sino de la perspectiva de las causas más profundas que hay detrás de estos hechos de violencia, y por cierto sancionar a quienes los realizan, pero no quitarles la fiesta a todos los hinchas del fútbol.

Finalmente, ¿qué le parecieron las palabras del Subsecretario Aleuy en relación con que un 30 por ciento de quienes asisten a manifestaciones son delincuentes? ¿Le hacen el juego al discurso de seguridad social que está nuevamente en la palestra?

Hay un revival efectivamente, Walker señaló que la seguridad ciudadana debería ser la primera prioridad del Gobierno el otro día, ahora lo ratifica un militante del partido Socialista como Aleuy. Entiendo que pidió disculpas, yo valoro las disculpas, pero demuestra algo súper preocupante que es la criminalización de la protesta social, y somos muchos los que no vamos a estar disponible para ue los movimientos sociales los traten de delincuentes. Según Carabineros, que siempre tira para abajo las cifras, en la última marcha estudiantil asistieron 40 mil personas. Bajo la perspectiva de Aleuy, 12 mil de ellas serían delincuentes. Entonces, es absolutamente inaceptable, y creo que si bien hay que valorar las disculpas, yo veo con preocupación el carácter que está tomando el Gobierno en este llamado “segundo tiempo”.

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