Una nueva crisis enfrenta la industria salmonera. Esto luego de que la empresa japonesa CERMAQ desvinculara a más de mil trabajadores de las comunas de Quemchi y Ancud en Chiloé.
Desde las organizaciones de trabajadores advierten que los despidos generarán una importante alza de la cesantía en la zona, ya que la industria salmonera es una de las principales fuentes de trabajo del sector. “Estamos hablando de comunas rurales en dónde prácticamente se despide el 98 por ciento de la mano de obra de la industria manufacturera de la comuna”, comenta José Pacheco, presidente de CUT Llanquihue.
“El tema es preocupante, porque hoy no existe en la mesa del Gobierno Regional una medida para la reinserción laboral. Entonces, que la empleabilidad se afecte en un 98 por ciento, sin duda es una catástrofe”, añade.
De acuerdo a ello, el dirigente agregó que “este ajuste se preveía, pero existía un acuerdo en donde la idea era aguantar el fenómeno de manera conjunta entre la empresa, los trabajadores y el Gobierno, sin embargo, esto no se cumplió”.
La crisis de la industria se explica principalmente por los altos precios de producción. A ello se suma la aplicación de una nueva normativa, liderada por la Subsecretaría de Pesca, el Servicio Nacional de Pesca y el Ministerio de Economía, que aumentará los costos de rendimiento.
Frente a ello, Javier Ugarte, vicepresidente de la Confederación Nacional de Trabajadores de la Industria Salmonera (Conatrasal) indica que, “el Gobierno podría haber evitado una situación de estas características”.
“En la comuna de Quemchi el hecho de despedir alrededor de 500 trabajadores, es una situación gravísima porque ellos viven del salmón. Aquí hay que generar empleos de emergencia. Es lo primero que se tiene que hacer. Vamos a exigir eso y no descartamos movilizaciones y toma de rutas, porque esto ha sido una burla para los trabajadores”, recalca.
La crisis salmonera estaba prevista hace meses cuando se comentó que el 70 por ciento de los trabajadores sería despedido durante el primer trimestre de 2016. Por ello, la empresa se reunió con los dirigentes el 28 de enero para anunciar que no habrían desvinculaciones masivas.
Por lo mismo, desde los trabajadores acusan incumplimiento de los compromisos de parte de la empresa y el Gobierno: “Estamos bastante cansados. El Gobierno tiene clara la película. Aquí hay que paliar la cesantía. Aquí las autoridades deben actuar ahora, deben generar empleos.Tienen que hacerlo ahora, porque si no la situación se les va a agravar más”, concluye Javier Ugarte.
En este sentido, el dirigente advirtió que la situación puede alcanzar a otras zonas salmoneras como Puerto Montt, Calbuco, Castro, y Dalcahue.
Una nueva crisis enfrenta la industria salmonera. Esto luego de que la empresa japonesa CERMAQ desvinculara a más de mil trabajadores de las comunas de Quemchi y Ancud en Chiloé.
Desde las organizaciones de trabajadores advierten que los despidos generarán una importante alza de la cesantía en la zona, ya que la industria salmonera es una de las principales fuentes de trabajo del sector. “Estamos hablando de comunas rurales en dónde prácticamente se despide el 98 por ciento de la mano de obra de la industria manufacturera de la comuna”, comenta José Pacheco, presidente de CUT Llanquihue.
“El tema es preocupante, porque hoy no existe en la mesa del Gobierno Regional una medida para la reinserción laboral. Entonces, que la empleabilidad se afecte en un 98 por ciento, sin duda es una catástrofe”, añade.
De acuerdo a ello, el dirigente agregó que “este ajuste se preveía, pero existía un acuerdo en donde la idea era aguantar el fenómeno de manera conjunta entre la empresa, los trabajadores y el Gobierno, sin embargo, esto no se cumplió”.
La crisis de la industria se explica principalmente por los altos precios de producción. A ello se suma la aplicación de una nueva normativa, liderada por la Subsecretaría de Pesca, el Servicio Nacional de Pesca y el Ministerio de Economía, que aumentará los costos de rendimiento.
Frente a ello, Javier Ugarte, vicepresidente de la Confederación Nacional de Trabajadores de la Industria Salmonera (Conatrasal) indica que, “el Gobierno podría haber evitado una situación de estas características”.
“En la comuna de Quemchi el hecho de despedir alrededor de 500 trabajadores, es una situación gravísima porque ellos viven del salmón. Aquí hay que generar empleos de emergencia. Es lo primero que se tiene que hacer. Vamos a exigir eso y no descartamos movilizaciones y toma de rutas, porque esto ha sido una burla para los trabajadores”, recalca.
La crisis salmonera estaba prevista hace meses cuando se comentó que el 70 por ciento de los trabajadores sería despedido durante el primer trimestre de 2016. Por ello, la empresa se reunió con los dirigentes el 28 de enero para anunciar que no habrían desvinculaciones masivas.
Por lo mismo, desde los trabajadores acusan incumplimiento de los compromisos de parte de la empresa y el Gobierno: “Estamos bastante cansados. El Gobierno tiene clara la película. Aquí hay que paliar la cesantía. Aquí las autoridades deben actuar ahora, deben generar empleos.Tienen que hacerlo ahora, porque si no la situación se les va a agravar más”, concluye Javier Ugarte.
En este sentido, el dirigente advirtió que la situación puede alcanzar a otras zonas salmoneras como Puerto Montt, Calbuco, Castro, y Dalcahue.
Una nueva crisis enfrenta la industria salmonera. Esto luego de que la empresa japonesa CERMAQ desvinculara a más de mil trabajadores de las comunas de Quemchi y Ancud en Chiloé.
Desde las organizaciones de trabajadores advierten que los despidos generarán una importante alza de la cesantía en la zona, ya que la industria salmonera es una de las principales fuentes de trabajo del sector. “Estamos hablando de comunas rurales en dónde prácticamente se despide el 98 por ciento de la mano de obra de la industria manufacturera de la comuna”, comenta José Pacheco, presidente de CUT Llanquihue.
“El tema es preocupante, porque hoy no existe en la mesa del Gobierno Regional una medida para la reinserción laboral. Entonces, que la empleabilidad se afecte en un 98 por ciento, sin duda es una catástrofe”, añade.
De acuerdo a ello, el dirigente agregó que “este ajuste se preveía, pero existía un acuerdo en donde la idea era aguantar el fenómeno de manera conjunta entre la empresa, los trabajadores y el Gobierno, sin embargo, esto no se cumplió”.
La crisis de la industria se explica principalmente por los altos precios de producción. A ello se suma la aplicación de una nueva normativa, liderada por la Subsecretaría de Pesca, el Servicio Nacional de Pesca y el Ministerio de Economía, que aumentará los costos de rendimiento.
Frente a ello, Javier Ugarte, vicepresidente de la Confederación Nacional de Trabajadores de la Industria Salmonera (Conatrasal) indica que, “el Gobierno podría haber evitado una situación de estas características”.
“En la comuna de Quemchi el hecho de despedir alrededor de 500 trabajadores, es una situación gravísima porque ellos viven del salmón. Aquí hay que generar empleos de emergencia. Es lo primero que se tiene que hacer. Vamos a exigir eso y no descartamos movilizaciones y toma de rutas, porque esto ha sido una burla para los trabajadores”, recalca.
La crisis salmonera estaba prevista hace meses cuando se comentó que el 70 por ciento de los trabajadores sería despedido durante el primer trimestre de 2016. Por ello, la empresa se reunió con los dirigentes el 28 de enero para anunciar que no habrían desvinculaciones masivas.
Por lo mismo, desde los trabajadores acusan incumplimiento de los compromisos de parte de la empresa y el Gobierno: “Estamos bastante cansados. El Gobierno tiene clara la película. Aquí hay que paliar la cesantía. Aquí las autoridades deben actuar ahora, deben generar empleos.Tienen que hacerlo ahora, porque si no la situación se les va a agravar más”, concluye Javier Ugarte.
En este sentido, el dirigente advirtió que la situación puede alcanzar a otras zonas salmoneras como Puerto Montt, Calbuco, Castro, y Dalcahue.
