Este 5 de febrero, un comité de Naciones Unidas decidió que Julian Assange, fundador de Wikileaks quien ha sido refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres desde 2012, había sido detenido arbitrariamente en contra al derecho internacional. La opinión del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias es más simbólica que vinculante, y no parece que tendría muchas consecuencias sobre el estatuto de Assange.
Assange, quien es un ciudadano australiano, huyó a la embajada ecuatoriana para evitar una extradición a Suecia cuyas autoridades quieren interrogarlo sobre tres casos de acoso sexual y uno de violación. Assange, creador y editor de Wikileaks, un sitio que filtró más de 250,000 cables diplomáticos de los EE.UU. y otros documentos y videos sobre la guerra en Irak, siempre negó las acusaciones y sostiene que es una excusa para ser procesado por crímenes de filtración en los Estados Unidos.
Si sale de la embajada, Assange será arrestado inmediatamente por las autoridades británicas.
La comisión ha pedido a Suecia y Reino Unido que evalúen la situación de Assange “para garantizar su seguridad e integridad física, facilitar el ejercicio de su derecho a la libertad de movimientos y garantizar que goza plenamente de sus derechos garantizados por las normas internacionales sobre detención”.
“Eso no cambia nada”, anunció un portavoz del gobierno británico en una respuesta formal a la conclusión de la ONU.
“De hecho, alude voluntariamente a un arresto legítimo porque elige quedarse en la embajada ecuatoriana. Queda una alegación de violación también con un Orden de Detención Europea, entonces el Reino Unido continua teniendo una obligación legal de extraditarlo hasta Suecia”, añadió el portavoz.
Uno de los abogadores de Assange, Per Samuelsson, explicó que a pesar que la decisión no es vinculante, supone que Suecia la tomará en cuenta. De otra manera, dijo que el país iría en contra de las Naciones Unidas y de su interpretación de los derechos humanos. Como tal, Suecia debería cancelar la decisión judicial y la orden de detención, y retirar los cargos.
El Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias está dirigido por Seong Phil-hong, un profesor de derecho de Corea del Sur, y ha defendido casos como los de Daw Aung San Suu Kyi, la líder del movimiento democrático de Myanmar; Jason Rezaian, un periodista del Washington Post recién liberado de Irán; de Mohamed Nasheed, expresidente de las Maldivas; y también el expresidente egipcio Mohamed Morsi.
Wikileaks fue creado por Assange en 2006, pero en 2010 se puso a publicar casi 750,000 cables diplomáticos y documentos militares, clasificados y no clasificados – en particular un video que Assange llamó “Collateral Murder” donde dos helicópteros estadounidense disparan a dos fotógrafos de Reuters y civiles que se pararon para ayudarlos.
Después del impacto de este video, periódicos como The New York Times, The Guardian y Der Spiegel en Alemanía empezaron a aliarse con Wikileaks, y publicaron casi 100,000 documentos sobre la guerra en Afganistán, comunmente llamados como los “Afgan War Logs”.
Esos fueron filtrados por Chelsea Manning, quién era un analista de inteligencia en el ejército estadounidense que tenía base en Irak. Manning fue arrestada en 2010 y ahora cumple una sentencia de 35 años. Su caso es clave en la argumentación de Assange, porque el informático sostiene que tendría un mismo destino, si fuera extraditado a los Estados Unidos.