José Luis Ugarte: "Los dueños de las AFP defienden un conjunto de intereses, no de razones"

El abogado y experto en derecho laboral de la Universidad Diego Portales conversó con Radio y Diario Universidad de Chile respecto al debate sobre el sistema de pensiones del país, desmintiendo los dichos de la Presidenta Michelle Bachelet acerca de que es imposible volver al sistema de reparto y calificó de "deshonesta" la actitud de los dueños de las AFP al defender su sistema.

El abogado y experto en derecho laboral de la Universidad Diego Portales conversó con Radio y Diario Universidad de Chile respecto al debate sobre el sistema de pensiones del país, desmintiendo los dichos de la Presidenta Michelle Bachelet acerca de que es imposible volver al sistema de reparto y calificó de "deshonesta" la actitud de los dueños de las AFP al defender su sistema.

El debate sobre el sistema de pensiones de nuestro país mantiene atentos a los movimientos sociales y el mundo político. Una de las personas que ha seguido con especial atención esta coyuntura es el experto en derecho laboral de la Universidad Diego Portales, José Luis Ugarte, quien conversó con Diario y Radio Universidad de Chile acerca de este tema.

¿Cómo desmentiría a Michelle Bachelet respecto a sus dichos acerca de que es “imposible volver a un sistema de reparto”?

Hay que entender que la propuesta del sistema de reparto no es necesariamente una vuelta integral a un sistema de reparto. Todos los sistemas mixtos tienen elementos de reparto. Entonces la pregunta sería ‘qué está entendiendo Michelle Bachelet por la imposibilidad de reparto’. Es decir, qué entiende Bachelet por reparto. El reparto es compatible con sistemas mixtos que hay en todo el mundo. Un sistema como el chileno es el excepcional, y la opinión de Bachelet pareciera dar a entender que lo excepcional es un sistema de reparto y allí hay un error. La inmensa mayoría de países tienen un sistema que combinan reparto con alguna forma de contribución individual.

De acuerdo a lo que existe hoy ¿Qué hace que el actual pilar solidario no logre cambiar la lógica individual del sistema previsional? Ya que José Piñera y Michelle Bachelet se han escudado en ese pilar para expresar que el chileno sería un sistema mixto.

El pilar solidario no genera un sistema mixto, porque para que un sistema sea mixto requiere una contribución, en la pensiones de los trabajadores, de algún grado de solidaridad por la vía de la pensión de cada uno de los trabajadores. En cambio en el Pilar Solidario de Chile, lo que hace es fijar un mínimo asistencial para quienes no logran los más básicos estándares de retorno previsional. Por lo tanto en cada cuenta al trabajador no hay un aporte contributivo solidario. Sino, lo que hay es pura capitalización individual. El pilar solidario es una política asistencial que ni siquiera debería llamarse pensión. Es una política asistencial básica para evitar la pobreza de los que se pensionan, pero no es el derecho de los trabajadores para que en su pensión se incorpore un elemento de contribución solidaria intergeneracional que es lo que hace que un sistema sea mixto.

Usted se ha referido en redes sociales a la negociación por rama. ¿Cómo esta negociación podría beneficiar dentro del sistema actual de pensiones?

Lo que pasa es que hay una deshonestidad total de los defensores de las AFP, básicamente me refiero a los sectores ideológicos que defienden las AFP por ‘ser un sistema correcto que genera el Mercedes Benz de Piñera’  ¿No? Cuál es la gran explicación que te dicen ellos. ‘Es que el sistema funciona bien, lo que pasa es que los chilenos ganan poco, y como ganan poco cotizan poco’. Esa es la explicación estándar de los defensores de las AFP. Claro que a ese mismo sector, se ofrece o se plantea que los trabajadores chilenos tengan más poder de negociación para que no ganen poco y puedan mejorar mejores salarios dentro de sus lugares de trabajo, esos mismos partidarios de las AFP lo rechazan. Por lo tanto no hay cómo salir del problema, porque si yo quiero mejorar el modelo de las AFP por la vía de permitir mejores sueldos mediante negociación colectiva no se acepta. Si yo quiero mejorar las pensiones por la vía del sistema con elementos de reparto, tampoco se acepta. En el fondo, lo que se está defendiendo es un conjunto de intereses, no un conjunto de razones, intereses dominantes de los dueños de las AFP.

¿Por qué la AFP estatal no representa un cambio?¿Ayudará el proyecto que el gobierno envió ahora de aumentar la cotización con costo al empleador?

Porque el punto es que las pensiones siguen siendo de capitalización estrictamente individual. No nos acerca a un sistema de seguridad social. Y lo que yo entiendo es que la ciudadanía masivamente está reclamando es que tengamos un sistema de pensiones propio de la seguridad social.  La AFP estatal no es más que un mal sucedáneo para seguir manteniendo y legitimando el mercado de las AFP y un sistema de capitalización individual. No cambia ninguna de las lógicas del modelo de capitalización individual.

Pasar a un sistema de reparto significa desmantelar fondos invertidos en las empresas de los grandes poderes económicos. ¿Cómo podemos enfrentar ese escenario sin morir en el intento?

Todos los cambios relevantes, estructurales, generan problemas políticos en una sociedad como la chilena donde una pequeña elite económica controla básicamente a buena parte del sistema político, intuyo que cualquier cambio relevante va a generar una tensión muy difícil para la sociedad, pero sin esa tensión es imposible generar cambios. Todas las sociedades que han girado a cambios relevantes en su estructura económica y social han vivido procesos de tensión. Eso es natural, no debería generar ningún tipo de inhibición. Las tensiones son partes de los procesos.

¿Cómo haríamos posible en Chile un buen sistema tripartito como el que ha demandado el movimiento contra las AFP?

Lo básico, en mi opinión, es entender que esto no es una discusión exclusivamente técnica. Es una discusión que tienen componentes técnicos pero que es fundamentalmente política. Y si como sociedad queremos tener un sistema de seguridad social o no. Esa es la pregunta a respondernos. Una vez que hemos tomado esa decisión política fundamental viene la implementación, donde la dimensión técnica es relevante. Pero ante que todo, la gran pregunta por el modelo de pensiones no es técnica, es política. Es qué tipo de garantías y seguridad y de derechos fundamentales queremos asignar a nuestros pensionados. Después vendrán las propuestas técnicas  y los límites, las restricciones y el encuadre que esa decisión política deba tener.





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