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En entrevista con Radio y Diario de la Universidad de Chile, el ex intendente de La Araucanía Francisco Huenchumilla, abordó la situación interna que vive su partido, la Democracia Cristiana, donde compite para ocupar una vicepresidencia en la lista que encabeza el disidente Víctor Torres.
Sobre la Falange Huenchumilla fue claro: El vínculo con la mesa dirigida por Carolina Goic se rompió porque no se mantuvo la diversidad en los nombres que la integran. A juicio del también ex parlamentario “es natural que sectores que no fueran incluidos, estimen levantar una alternativa”.
Para él “fue un error haber hecho una lista más cerrada, con solo algunos sectores”. La decisión la atribuye a un diseño más estratégico de lo que se quiere con la DC y con la coalición y, por eso, decide finalmente participar de la lista encabezada por el diputado Víctor Torres.
Sobre el “diseño” de la lista de continuidad, las visiones que estarían primando son las que ven a la DC como un partido más “bisagra”, explicó en la conversación: “Lo ven como un partido más de centro-centro, entre la izquierda y la derecha; probablemente quieren una coalición 2.0, pero no explican en qué consistiría”. Por el contrario, el proyecto que encabeza junto a la línea más cercana a la juventud de la falange tiene por domicilio político la centro izquierda.
La tercera lista que disputa la presidencia del Partido es la que encabeza el ex senador Ricardo Hormazábal. Ambas opciones, la de Torres y ésta última evidencian un giro más progresista que la de la actual presidenta del Partido. Si bien Huenchumilla desconoce el por qué no se llegó a un acuerdo programático entre estas dos alternativas, plantea que pueden haber influido cuestiones generacionales y de simpatías personales.
Francisco Huenchumilla también habló de la continuidad de la Nueva Mayoría, en ese sentido, destacó que “la base de una coalición, lo que la amalgama, es ponerse de acuerdo en lo que se quiere hacer en los cuatro años que dura el periodo presidencial. Si no hay acuerdo en un programa, difícilmente puede haber una coalición”.
A su juicio, el problema del actual bloque oficialista es haber hecho un contrato con la figura de Michelle Bachelet por la alta popularidad que ella tenía: “Se descuidaron otras cosas. Era tan evidente que iba a ganar que, simplemente, los partidos adhirieron a ella para recuperar la conducción del Estado. Se descuidó ponerse de acuerdo en el programa. Los problemas que ha tenido este gobierno es porque todos comenzaron a interpretarlo de forma diferente, de los matices. Eso generó un problema de gobernabilidad y de desafección que ha tenido el Gobierno. Desde el ochenta por ciento de respaldo que logró tener Michelle Bachelet ahora tenemos el quince, eso trastocó el animus societatis de la coalición y cada uno de disparó por su cuenta. Desde ahí se cuestionó todo. Por eso estamos donde estamos. La gente dejó de creer en nosotros porque nos vio desordenados, donde hay solo problemas. Eso repercute y hace que cada uno busque su propia salvación.
Los candidatos presidenciales son un tema de preocupación al interior de la sede demócrata cristiana. Si se debe elegir o no alguien que los represente directamente en las primarias, es una de las grandes divisiones entre las listas que compiten por la mesa del Partido. Para Huenchumilla es arriesgado definir quién debe ser, porque hoy la DC “no tiene ningún candidato que marque nada”. Al no tener una figura posicionada ante la opinión pública, no se podrían tomar las definiciones del nombre a poner en primera vuelta.
“Tenemos que ofrecer una candidata o candidato con ideas claras. Tenemos que elegir a esa persona y yo espero que en la junta de enero la DC tome la decisión de tener una primaria abierta y no una interna. Hay plazo para colocar esa figura con ideas claras, pero si esa figura no remonta vuelo, no podemos hablar de ir a una primera vuelta”.