La Selección de Bélgica fue una de las que causó mejor impresión durante la fase de grupos del Mundial 2018 y cerró la ronda con ambición, pese a haber disputado un partido que entre los dos equipos, junto a Inglaterra, realizaron 17 cambios en relación a las formaciones iniciales que venían utilizando.
Mucho se habló previo a este último duelo del Grupo G, ya que parecía salir mejor posicionado el que ocupara el segundo puesto en vez del primero dada la dificultad del cuadro de octavos de final para el que acabase como líder.
En un encuentro en el cual se evitó tomar riesgos, los belgas generaron las mejores ocasiones mediante Youri Tielemans y Michy Batshuayi, para generar la reacción del arquero británico Jordan Pickford.
Marouane Fellaini cumplió con su presencia y solidez, mientras que Thorgan Hazard desplegó su cuota de talento. Del otro lado, Jamie Vardy se encontró muy solo en la ofensiva y el desequilibrante Marcus Rashford apenas logró una situación clarísima en la segunda mitad, cuando pateó desviado un mano a mano con Thibaut Courtois.
La cuenta se abrió a los 5 minutos del complemento, cuando Adnan Januzaj se perfiló para su zurda en el sector derecho del área grande y se despachó con un remate a colocar que certificó el 1-0; la estirada de Pickford no sirvió de nada.
Danny Welbeck ingresó para darle mayor fuerza a una ofensiva inglesa que creció con el correr de los minutos y que evidenció entusiasmo por alcanzar el empate, un resultado que lo hubiese llevado a lo más alto de su zona.
Sin embargo, el tanto del elenco de Gareth Southgate nunca llegó y sufrieron el primer tropiezo en esta Copa del Mundo tras los éxitos sobre Túnez y Panamá.
Así, Bélgica avanza con firmeza y un equipo que mostró sus buenas alternativas a las figuras que se quedaron este jueves en el banco de suplentes y se enfoca en su próximo rival, Japón, mientras que los Tres Leones tendrán a Colombia como adversario, con Suecia o Suiza en el horizonte para un hipotético cruce de cuartos.