Tenía un concierto programado para el próximo viernes 26 de octubre, en Bruselas. A los 94 años, Charles Aznavour estaba dispuesto a enfrentar otro escenario, como lo había hecho tantas veces. Pero no pudo ser.
El cantante falleció en la madrugada de este lunes, en el sur de Francia, según confirmaron sus representantes. Venía regresando de una gira por Japón, luego de cancelar una serie de conciertos en el verano europeo, debido a la fractura que sufrió en uno de sus brazos.
Así era Charles Aznavour, un hombre menudo y de estatura pequeña. Así se lo pudo ver en el último de los cuatro conciertos que ofreció en Chile. En marzo del año pasado, ante un repleto Teatro Caupolicán, hizo una presentación de 90 minutos en la que interpretó más de 20 canciones, varias de ellas en español. Allí bromeó con su avanzada edad, con algunos problemas de memoria, pero también dio una muestra fehaciente de su entereza. Hasta se entretuvo con unos pasos de baile.
“Canto temas que tocan a la gente, canto sus vidas cotidianas. Escribí sobre el divorcio, sobre mujeres que engordan; he cantado todo lo que he podido, aunque a veces no sea muy agradable. Soy un autor particular. En términos de libertad, no hay otros artistas como yo… sí, por ahora no hay más artistas como yo”, le dijo a la revista Qué Pasa antes de ese concierto.
Y con su partida, ya no quedan artistas como Aznavour. Shahnour Varinag Aznavourian nació el 22 de mayo en París, en un hogar de emigrados armenios, y las cifras dicen que vendió más de cien millones de discos en 80 países distintos. El “Frank Sinatra francés”, lo apuntaron.
Pero las cifras eran algo relativo en el universo de Charles Aznavour: “El público es una persona. Yo no canto para cien o mil personas, canto para una. Así, cada espectador piensa que canto sólo para él. Esa es la verdad absoluta. Esa, y que sigo buscando temas”, le dijo en otra ocasión al diario español El País.
“Qui”, “Les plaisirs démodes”, “La Mamma”, “Comme ils disent”, “La bohème”, “Venecia sin ti” o “She” son parte de un repertorio imbatible, que ha sido abordado por nombres diversos y cruciales. Edith Piaf, Bob Dylan, Elton John, Plácido Domingo o Julio Iglesias han cantado composiciones de Aznavour, que se casó tres veces y tuvo seis hijos.
Sus inicios, justamente, fueron a la sombra de otros. Iniciado en los escenarios como un niño, sus primeras canciones se hicieron éxito en la voz de otros. Edith Piaf, en ese caso, fue particularmente importante: trabajó nueve años junto a ella, antes de volverse una estrella por derecho propio.
No se trataba solo de música. Charles Aznavour fue actor de teatro y cine. Recordados son sus roles en películas como La cabeza contra el muro (1959), de Georges Franju; Disparen sobre el pianista (1960), de François Truffaut; o El tambor de hojalata (1979), de Volker Schlöndorff.
Es casi un siglo de música y actuación. La biografía de Charles Aznavour, que este lunes ha llegado a su fin, parece inconmensurable. Qué profunda emoción…