Cómo el fútbol se dividió entre el Sí y el No en 1988

El plebiscito del 5 de octubre no fue ajeno para el mundo del fútbol que vivió, a su manera, este importante hito de nuestra historia. La pugna entre Carlos Caszely y Elías Figueroa, el no de Raimundo Tupper a la UC y las espontaneas protestas en los estadios formaron parte de un año donde el deporte y la política se fusionaron como nunca antes.

El plebiscito del 5 de octubre no fue ajeno para el mundo del fútbol que vivió, a su manera, este importante hito de nuestra historia. La pugna entre Carlos Caszely y Elías Figueroa, el no de Raimundo Tupper a la UC y las espontaneas protestas en los estadios formaron parte de un año donde el deporte y la política se fusionaron como nunca antes.

El 5 de octubre de 1988 fue una fecha que marcó a toda una generación de chilenos que vivió ese día el proceso eleccionario que culminó con la victoria del No a la continuidad de la dictadura cívico-militar que encabezó Augusto Pinochet.

En ese contexto, el fútbol y el deporte en general no fueron indiferentes de lo que ocurría, pese a los intentos de algunos dirigentes y figuras del balompié de intentar mantener una neutralidad que resultaba extraña en medio del clima polarizado que se vivió ese año 1988.

La pugna entre Elías Figueroa y Carlos Caszely

El hecho más emblemático que unió al deporte y al plebiscito de 1988 fue lo que se vivió a partir de la franja televisiva del Sí y el No. En dichos spots las dos más grandes figuras del balompié nacional: Elías Figueroa y Carlos Caszely tomaron partido por el Sí y el No respectivamente lo que provocó diversas reacciones entre la población.

“Como deportista y como ganador que he sido toda mi vida, voto seguro que sí, porque quiero un país ganador”, esa fue la frase que pronunció Elías Figueroa en la franja del Sí y que derivó en el odio hacia su figura por parte de los partidarios del No.

En contrapartida, Carlos Caszely aparecía en la franja del No junto a su madre que fue víctima de torturas durante la dictadura cívico-militar. La situación provocó que ambos fuesen víctimas de ataque, mientras en el caso de Caszely las injurias iban dirigidas a su madre, en el caso de Elías Figueroa fue vinculado a una serie de supuestas estafas financieras.

“El señor Figueroa tiene en Brasil seis procesos por cobranza, entre otros el presentado por su arrendadora, la señora viuda de Linck”, afirma una nota del diario Fortín Mapocho titulada “Los pecadillos de don Elías”.

Luego de la victoria del No, Caszely no ocultó su satisfacción “lo esperaba. Yo creo que todo un país esperaba una cosa así, ya que no era una cosa contra las Fuerzas Armadas sino contra un hombre que se había autoproclamado presidente”.

El día que Raimundo Tupper dijo “NO” a la UC

Raimundo Tupper Lyon recién se estaba consagrando como una estrella emergente en la Universidad Católica y en la selección chilena. Venía de descollar en el campeonato Mundial Sub 20 y sus buenas actuaciones le habían abierto las puertas de la titularidad en el cuadro de la franja.

Pero Tupper, pese a su juventud, era una persona que ponía sus principios delante de todo, por eso no dudo en hacer frente a la dirigencia de la Universidad Católica cuando éstos conminaron al plantel a apoyar al régimen de Augusto Pinochet en el plebiscito.

En el programa “Frecuencia Cruzada”, el ex arquero de ese equipo, Marco Cornez, recordó aquel episodio “esos eran unos tiempos difíciles, donde no era llegar y hablar. Entonces todos nos quedamos callados y Raimundo se para y dice ‘no, yo no voy a votar por él porque soy del otro bando’. Todos pusimos una cara y fue como ‘uff, qué valiente decirlo así cuando ninguno de nosotros, que éramos los más experimentados nos atrevimos. Así recuerdo a Raimundo”, señaló.

En la galería el grito era ¡NO!

En tiempos en que la libertad de expresión era coartada, lugares de reunión como los estadios sirvieron como catalizadores de la efervescencia y las ansias por recuperar la libertad que se vivía en aquella época.

Por ende, no era extraño de encontrar en los estadios de fútbol, verdaderas cajas de resonancia de la oposición al régimen de Pinochet. Ya a mediados de los años 80, en la ciudad de Concepción, la barra de Arturo Fernández Vial fue una de las primeras en pronunciar cánticos en contra de la dictadura.

Los mismos se esparcieron a todo el país en 1988 y es así, como un simple partido de fútbol podría terminar en una concentración espontánea de adherentes al No. Fue lo que ocurrió en la ciudad de Iquique durante un partido entre el cuadro local y la Unión Española.

Las crónicas de la época relatan que los ánimos de los hinchas se fueron “caldeando” debido al mal arbitraje que realizó Sergio Vásquez, quien no cobró dos faltas penales por parte de la Unión Española. “Ya desde tempranas horas las manifestaciones contra el gobierno habían tomado forma y se manifestaban con letreros alusivos al próximo plebiscito y todas las consignas tradicionales”, rezaba una nota del diario Fortín Mapocho.

Jorge Soria aprovechó un partido de Deportes Iquique para encabezar una manifestación a favor del "No".

Jorge Soria aprovechó un partido de Deportes Iquique para encabezar una manifestación a favor del “No”.

Esto derivó a que al término del partido los hinchas decidieran permanecer en el estadio para atacar al árbitro lo que obligó a la intervención de carabineros. El enfrentamiento con la policía se transformó en una marcha espontánea por las calles de Iquique, liderada por Jorge “Choro” Soria, con consignas en contra del régimen y a favor del “No”.

A nivel internacional los estadios de fútbol también eran utilizados por los hinchas para mostrar su preferencia a favor del No, en medio de la censura impuesta por el régimen. Es así como en Uruguay, durante los partidos de Copa Libertadores de la Universidad Católica y Colo Colo, aficionados pusieron carteles alusivos al plebiscito los cuales se pudieron ver por televisión durante todo el encuentro.

“No al fraude de Pinochet”, “No hasta vencer” y “Chile libre” se podía leer en los lienzos que fueron instalados en el estadio Centenario de Montevideo. “Por supuesto que los comentaristas de Canal 13 se hicieron los desentendidos, pero los camarógrafos charrúas dieron rienda suelta a las tomas de los letreros desde todos los ángulos”, señalaban las crónicas de la época.

chile copa libertadores

En tanto, en el Estadio Nacional de Chile, debido a que Colo Colo no pudo superar a Oriente Petrolero de Bolivia, los aficionados no solo pifiaron al elenco popular para corear “Y va caer”. Esto obligó a los encargados de Televisión Nacional de Chile a apagar los micrófonos ambientales.

Sindicato a favor del plebiscito

Si bien los dirigentes y técnicos en su mayoría optaban por el silencio, desde el Sindicato de Futbolistas Profesionales se incentivó a los deportistas a participar de este proceso. El presidente de la entidad gremial, Gabriel Rodríguez, declaró que “los futbolistas tenemos mucha conciencia cívica. No creo que haya habido abstención en el gremio, pues todos estamos deseosos de recuperar algo bien bonito”.

Luego del triunfo del No, en Colo Colo las opiniones eran divididas. Por un lado, Arturo Salah optaba por el silencio, apelando a su condición de figura pública. Mientras que integrantes del plantel como Jaime Pizarro y Juan Gutierrez expresaron su beneplácito con el resultado.

“Creo que la gente en Chile está muy madura. Cívicamente ha respondido absolutamente a lo que todos pensábamos que iba a ser, una jornada tranquila, una jornada ordenada y con la determinación del pueblo”, señaló Jaime Pizarro.

Si bien hubo muchos futbolistas a favor del No, hubo otros que participaron de actividades con el dictador Augusto Pinochet como Osvaldo “Arica” Hurtado (goleador de la UC por aquellos años) y el arquero Marco Cornez.





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