Escucha acá la entrevista completa a Francisco Agüero.
El académico de la Universidad de Chile, Francisco Agüero, explicó que la decisión del Banco Santander de no renovar su contrato con Transbank termina con un equilibrio que se ha mantenido desde la década de los ‘90 en ese mercado.
“Esta decisión de salirse rompe un equilibrio que está hace 20 años en el mercado financiero”, dijo el director de la Escuela de Pregrado de la Facultad de Derecho, en entrevista con la primera edición de Radioanálisis.
A fines de septiembre, Santander comunicó a Transbank que no renovará el contrato de adquirencia que ambas entidades firmaron en 1997, por lo que a partir del próximo año se “independizará”.
Especialista en regulación económica y competencia, Agüero contextualizó la controversia diciendo que “antes el tema de Transbank parecía más lejano, pero en la medida que los medios de pago electrónicos se hacen más habituales, lo estamos viendo todos los días”.
El auge de los sistema de pago electrónicos y la aparición de nuevas tecnologías, señaló el experto, son factores que pueden afectar a la industria: “Por ejemplo, hace un par de año no existía el fenómeno Uber, una tecnología disruptiva a nivel mundial, con muchos problemas regulatorios, pero que puso en entredicho a una industria muy tradicional como la de los taxis. Algo parecido puede ocurrir en el sector bancario y financiero. De hecho, se habla del fintech: la tecnología financiera, que hace que estas industrias tan tradicionales y concentradas empiecen a tener algunos problemas”, analizó.
Por otra parte, enfatizó que “hace tiempo que Transbank ha estado en el ojo de los organismos de libre competencia” y recordó que, de todos modos, Santander conserva una participación en la propiedad de Transbank: “Eso es un tema no claro”, señaló.
Agüero sostuvo además que en Chile “ocurre una situación bien particular”, ya que en otros países “con sistema de pago electrónico, tarjetas de crédito y de débito, que son productos distintos, normalmente la sociedad que opera está separada de la banca; o bien, también tenemos redes paralelas, por eso a veces uno va a un país en que hay cajeros distintos”.
“Aquí estamos en una situación que como estructura de sistema de pago es bien única, en otros países es muy distinta. Probablemente nos dicen que estamos con un sistema de precios bajo, pero ya los clientes grandes están reclamando”, dijo en referencia a la resolución del Tribunal de la Libre Competencia (TDLC) que obliga a Transbank a eliminar la discriminación por rubro de sus tarifas.
“Uno no ve los grados de competencia que desearía. Por ejemplo, como usuario de una tarjeta de crédito, uno no ve mucha competencia entre Visa y Master. Tratan de fidelizar, pero no es una competencia que le interese a uno, en precio”, agregó.
En esa línea, Francisco Agüero recordó la experiencia que vivió la industria de la telefonía a inicios de los ‘90, cuando se rompió el monopolio de las llamadas de larga distancia: “Hubo una caída impresionante en los precios. La gente optó por mejores planes, por ejemplo, entonces la competencia tiene varias virtudes. Primero, una caída de precios, pero también una mejor atención. Fue una competencia que eventualmente nos gustaría ver entre tarjetas de crédito, con una menor comisión como usuarios o en temas de innovación”, concluyó.