La llamada “guerra comercial” se inició cuando Trump impuso aranceles punitivos a importaciones chinas por valor de 250.000 millones de dólares anuales. La medida provocó represalias de Pekín a 110.000 millones de bienes procedentes de Estados Unidos.
Washington acusa a Pekín de prácticas desleales, mientras que el gigante asiático reprocha a la primera economía mundial de predicar el “unilateralismo”, el “proteccionismo” y la “hegemonía económica”.
Esta “guerra comercial” es potencialmente devastadora para la economía mundial, advirtieron los líderes de las 20 potencias económicas reunidos en Buenos Aires.
Esta tregua se produce en medio de una de las cumbres G20 más tensas en la joven historia de este foro. Si en su primer comunicado en Washington, donde el grupo se creó hace diez años, los miembros del G20 destacaban “la importancia de rechazar el proteccionismo”, hoy, en 2018, en plena guerra arancelaria entre Estados Unidos y China, ni siquiera mencionaron el tema.
Trump suspendió una reunión con el presidente ruso, Vladimir Putin, luego de que fuerzas rusas apresaran a la tripulación de tres navíos militares ucranianos frente a las costas de Crimea. Pero también fue anulada en medio de la controversia en Estados Unidos por nuevas revelaciones en la investigación sobre una presunta injerencia de Rusia en la campaña presidencial estadounidense de 2016.