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A raíz del caso Fernanda Bachelet: ¿cómo se eligen a los altos cargos públicos?

El ex presidente del Consejo de la Alta Dirección Pública, Rodrigo Egaña, se refirió en nuestro programa Política en vivo el Sistema de Alta Dirección Pública, mecanismo utilizado para seleccionar a quienes ejercerán altos cargos públicos.

Diario Uchile

  Martes 8 de enero 2019 17:19 hrs. 
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El caso de Fernanda Bachelet, que finalmente renunció este lunes a su cargo de agregada comercial en Nueva York, ha puesto nuevamente en la palestra el sistema y el modo en que se eligen a los cargos públicos de nuestro país.

Por lo mismo, nuestro programa Política en vivo conversó con Rodrigo Egaña, quien se desempeñara, hasta el 2017, como presidente del Consejo de la Alta Dirección Pública, instancia de carácter autónoma que debe garantizar el buen funcionamiento de la Alta Dirección Pública.

El actual profesor de la Universidad de Chile explicó que, efectivamente, hay cargos que son de confianza presidencial, lo que puede prestarse para malos entendidos y algunas artimañas, sin embargo, en el año 2003 se creó el Sistema de Alta Dirección Pública, que tiene como objetivo “dotar a las instituciones de gobierno –a través de concursos públicos y transparentes- de directivos con probada capacidad de gestión y liderazgo para ejecutar de forma eficaz y eficiente las políticas públicas definidas por la autoridad”.

Trece años después de creado, se aprobó una reforma al Sistema de Alta Dirección Pública, lo que a juicio de Rodrigo Egaña fue relevante, pues permitió enfocarse hacia el mérito de quienes postulan a altos cargos público y, a la vez, hace su desvinculación más compleja.

“El año 2016 se aprobó una reforma muy importante en el sistema, que fue el quinto intento que se había hecho en los gobiernos previos, que ya en el segundo gobierno de la presidente Bachelet se concretó en una reforma muy importante, que cargó un poco más el sistema hacia el mérito, sacándole un poquito de la confianza. Entonces son una serie de normas técnicas que hacen que los nombramientos sigan el mismo régimen de evaluación por méritos, pero que la desvinculación sea –sobre todo para los segundos niveles- un poco más compleja”.

En ese sentido, Egaña sostuvo que, durante los primeros meses de la segunda gestión de Sebastián Piñera, la desvinculación del segundo nivel bajó desde un 44 por ciento a un 26 por ciento comparado con la segunda gestión de Michelle Bachelet.

El académico de nuestra casa de estudio valoró el mecanismo que se utiliza para definir los altos cargos públicos, pues este permite filtrar a los candidatos dejando solo a los más capacitados.

“Hoy hay unos cinco mil cargos afectos al sistema de una u otra manera, y ese es un avance notable. Yo siempre digo, lo importante es que el sistema, lo que logra inicialmente, es que los muy malos candidatos o ideas de candidatos que tengan alguna autoridad política, a estos cargos, no llegan”.

De todas formas, Egaña advirtió sobre artimañas que se utilizan para burlar el Sistema, una de ellas, es declarar desierto aquellos concursos en que el ganador no sea del gusto de las autoridades de turno.

Viejas prácticas que con el tiempo deben irse superando para fortalecer el Estado en su conjunto.

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