En marzo de 1974, un grupo de obreros de la fábrica de Rolls Royce de Escocia se negó a reparar los motores de los Hawker Hunters chilenos que habían bombardeado La Moneda durante el Golpe de Estado.
En su decisión no había una militancia de por medio. Más bien se trataba de un acto que buscaba solidarizar con el pueblo chileno que, en ese minuto, era torturado y asesinado.
Por más de 40 años, la negativa de los obreros fue considerada, por quienes conocieron la noticia a través de Radio Moscú y en el exilio, como una anécdota más. Pero no fue así: con el tiempo se descubriría que el boicot repercutió, fuertemente, en la Fuerza Aérea chilena.
Esta historia es recogida por el documental Nae pasarán! del realizador Felipe Bustos Sierra. La película fue estrenada en 2018 en Reino Unido recibiendo premios como el Bafta a la mejor película documental y el premio del público en el Festival de Cine de Derechos Humanos de San Sebastián Donostia.
Ahora es el turno de Chile, pues la cinta llegó a cartelera nacional este jueves gracias al programa Miradoc de la Corporación Chilena del Documental (CCDoc).
La película se centra en el relato del inspector de motores, Bob Fulton, quien fue miembro activo del sindicato de la fábrica de Rolls Royce. De esta manera, el filme recoge el testimonio de los obreros implicados en el boicot, chilenos que fueron testigos de la llegada de la dictadura al país y autoridades de la Fuerza Aérea de la época.
Del mismo modo, la cinta recupera diversos registros audiovisuales que dan cuenta de la violencia con que se impuso la dictadura en Chile.
¿Un mito?
Felipe Bustos Sierra, director de la película e hijo de exiliados chilenos en Bélgica, indicó que, personalmente, esta historia siempre le llamó la atención: “era un mito dentro de la solidaridad con Chile, pero se contaba de manera muy exagerada. Era casi como un relato inventado”.
“De todas las acciones que se contaban, ésta destacaba, porque había muchas preguntas: no se sabía cuál era la conexión entre Chile y Escocia, por qué los aviones habían llegado allá y por qué un trabajador podía ser tan consecuente”, comentó el documentalista.
Hace 15 años el realizador se trasladó a vivir a Escocia. Allí comenzó a investigar la historia hasta conocer a los protagonistas del suceso. “Fue un proyecto que surgió más por curiosidad que por la motivación de hacer una película”, explicó.
Aun así debió convencer a los obreros para que participaran en el proyecto.
“Solamente me dijeron que iban a apoyar el documental si podía encontrar algo nuevo. No querían hacer una mirada nostálgica. Eso no les interesaba para nada. Como se ve en la película, ellos están muy orgullosos por lo que hicieron. Sabían que era lo correcto, pero no tenían ninguna esperanza de que fuésemos a encontrar algo más”, sostuvo el realizador, quien finalmente aceptó el reto.
Para alcanzar este objetivo, el realizador debió indagar en los archivos de Edimburgo y Londres. Chile nunca fue una opción. “Tuvimos la suerte de que muchos de los documentos fueran desclasificados, pero no pudimos revisar los registros de Chile, ya que solamente saldrán a la luz en 2039”, comentó.
De esta manera, durante el proceso se advirtió que, finalmente, los motores fueron intercambiados por la liberación de presos políticos.
Nae pasarán! se exhibirá de Arica a Punta Arenas en diversas salas nacionales. También, se realizarán conversaciones con el director.
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