Un 19 de diciembre del año 2005 fue que Alfredo Cabrera asesinó a Javiera Neira Oportus, su hija de seis años.
Antes de su muerte, Javiera fue testigo de cómo su padre maltrataba física y verbalmente no solo a ella, sino también a su madre, misma que había decidido separarse de Alfredo. Fue el preludio de la tragedia.
Desde aquel entonces, organizaciones feministas y contra la violencia han instaurado el 19 de diciembre como el Día Nacional contra el Femicidio.
Bajo este contexto, la Coordinadora Feminista 8M realizó una acción en el Metro Irarrázaval cambiándole el nombre a la estación por el de Javiera Neira. Homenaje que ya se había realizado el pasado 8 de marzo y que este jueves reunió a decenas de mujeres.
En conversación con nuestro medio, la vocera de la Coordinadora Feminista 8M, Constanza Cifuentes, explicó que lo realizado apunta a un acto de recuperación y apropiación de memoria con miras a proyectar acciones venideras.
“El sentido de esta acción es visibilizar que la acción conmemorativa en los espacios públicos, la apropiación y recuperación de memoria sigue activa, y la vinculamos a la acción que hicimos el pasado 8 de marzo, como también señalar de que nuestra construcción hacia una huelga general feminista sigue en pie, es un proceso de largo plazo, y también buscamos reivindicar aquello”.
Para Cifuentes, este tipo de actos son importantes en un país donde todo se construye sobre una estructura patriarcal y donde el Estado está al debe -más aún- sería responsable directo de la violencia hacia las mujeres.
“Al ser una violencia estructural, el Estado también es una parte activa, no solamente testigo y cómplice de esto. Hoy, por ejemplo, por medio de la violencia política sexual, vemos que el Estado no solamente facilita, sino que también implemente políticas en nuestros cuerpos, en las calles, y fomenta la impunidad social que hay hoy respecto del femicidio con una ley que es bastante estrecha, que no alcanza siquiera para poder contar la cantidad de femicidios que hay, porque hoy las cifras que nosotros tenemos como feministas son las que registran nuestras compañeras de la Red Chilena contra la Violencia y no así las que construyen los organismos oficiales del Estado. Estamos en un contexto donde el Estado no solamente ocupa el rol de cómplice, sino que al mismo tiempo activa, permite e, incluso, necesita de la violencia patriarcal”.
Durante este jueves no solo se realizó el cambio de nombre a la estación Irarrázaval, sino que, según comentó Cifuentes, a lo largo del territorio nacional se desarrollaron distintas acciones para conmemorar el Día Nacional contra el Femicidio. En Santiago, por la tarde, integrantes de la Coordinadora 8M bordaron un lienzo alusivo a la fecha.
Fotos de Lorena Caimanque