46 años, militante de la Unión Demócrata Independiente, psicólogo y, hasta hoy, alcalde de Estación Central. Rodrigo Delgado Mocarquer fue la opción del Presidente Piñera para asumir el Ministerio del Interior tras la vacancia dejada por la renuncia de Víctor Pérez aceptada este martes por el Primer Mandatario.
Aunque habían sonado nombres como al actual titular de Defensa Mario Desbordes, el vocero de Gobierno Jaime Bellolio o incluso el canciller Andrés Allamand, Sebastián Piñera decidió nombrar al candidato levantado por la presidenta de la UDI, senadora Jacqueline Van Rysselberghe quien le comunicó el lunes su propuesta al Ejecutivo una vez que se selló la dimisión del ahora ex ministro Pérez.
Delgado ya había sonado como integrante del Gabinete en el ajuste anterior, dada su imposibilidad de re postularse nuevamente a la alcaldía de Estación Central por haber cumplido ya tres periodos en ese municipio.
Durante la tarde, el Presidente Sebastián Piñera tomó juramento al ahora nuevo jefe de gabinete en el Palacio de La Moneda.
Tras la ceremonia, el mandatario señaló: “le hemos encargado, en primer lugar, practicar y recorrer los caminos del diálogo, la colaboración y los acuerdos, con todos los sectores de la sociedad chilena. Mientras más duro, más lejano, mientras más rechazo exista al diálogo, mayor va a ser la fuerza y voluntad que nosotros vamos a poner. Porque sabemos que el diálogo, los acuerdos y la colaboración es el único camino que nos va a permitir llegar a buen puerto en la conducción de nuestro país. Sin duda la trayectoria del ministro constituye un gran apoyo y garantía para el cumplimiento de esta misión”.
Sebastián Piñera se refirió además a la situación que atraviesa Carabineros, manifestando que se le encomendó a la nueva autoridad “la modernización de las policías y “trabajar estrechamente con las fuerzas de orden y seguridad, para resguardar el orden público, proteger la seguridad de los ciudadanos y también para llevar paz a las familias chilenas”.
El gobernante tuvo palabras también para referirse al proceso constituyente que está en marcha. Al respecto, señaló que “no nos vamos a quedar de brazos cruzados por dos años esperando el trabajo de la convención constituyente. La labor de nuestro Gobierno va más allá de esta noble y desafiante misión de garantizar un buen proceso constituyente. Y debemos enfrentar hoy y con urgencia, los problemas y necesidades que afectan hoy a los chilenos”.