Con un desfile, lanzamiento de salvas con cañones y el paso de aeronaves militares, China celebró este jueves 1 de julio el centenario del Partido Comunista de ese país, organización que cuenta con poco más de 95 millones de militantes.
El escenario del acto central fue la Plaza de Tiananmen, explanada donde en 1989 se desarrollaron masivas manifestaciones en busca de cambios para el país que terminó en una matanza. Hoy, 32 años después, el espacio lució totalmente distinto junto a una multitud que se reunió a escuchar el discurso del líder máximo del gigante asiático, el presidente Xi Jinping, quien además encabeza el PC chino y las fuerzas armadas.
En su discurso, Xi destacó que no podrán ser intimidados por las fuerzas extranjeras. “Recibirán un golpe en la cabeza”, precisó el dirigente vestido con un traje similar a los utilizados por Mao Tse Tung, el fundador de la República Popular en 1949 luego de la Gran Marcha que encabezó y que significó el triunfo de la revolución impulsada por los comunistas chinos.
“China no será oprimida” agregó Xi Jinping en su discurso de cerca de una hora, expresiones que se dan en medio de las tensiones con los Estados Unidos que mantiene una serie de bases militares en distintos puntos de Asia, especialmente en Corea del Sur, Japón y Filipinas, además de los permanentes ejercicios navales que se concentran en el Mar de China.
Uno de los temas que tiene las relaciones en un bajo nivel entre Pekín y Washington es la situación de Taiwán, isla que los chinos consideran como una provincia escindida y de la cual mantienen su aspiración de devolver a su territorio con toda propiedad.
Mientras, los EE.UU. están obligados por sus propias leyes a proporcionar apoyo y medios para la defensa de Taiwán que, por su parte, se considera un estado soberano.
En su discurso conmemorativo, Xi reiteró que su país mantiene un “compromiso inquebrantable” con la unificación y agregó que “nadie debe subestimar la determinación, la voluntad y la capacidad del pueblo chino para defender su soberanía nacional y su integridad territorial”.
Socialismo a la china
Durante su alocución, el mandatario chino destacó el rol del Partido Comunista en el desarrollo del país, en el que destacó se ha logrado la meta de construir una nación “modestamente acomodada en todos los aspectos”.
A lo anterior, agregó que “sólo el socialismo puede salvar a China y sólo el socialismo con características chinas puede desarrollar a China”, para recalcar en los aspectos del crecimiento económico, mejor calidad de vida de la población y la necesidad de avanzar en el cuidado del medioambiente.
En ese camino, Xi indicó que “nunca permitiremos que alguien intimide, oprima o subyugue a China” en su objetivo de alcanzar lo que denominan como el xiaokang, concepto originado hace 2 mil 500 años en los libros de poesía y que busca la moderada prosperidad social para que el pueblo chino viva en paz y alegría. La idea fue retomada a comienzos del siglo XX y luego, en 1979, por el entonces presidente Deng Xiaping, algo que según afirman se ha logrado cumplir en las últimas décadas gracias al crecimiento económico y las reformas políticas así como las relaciones internacionales con el resto del mundo.
Foto: Xinhua