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Año XVI, 26 de abril de 2024


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Boric vs El juego del calamar

Columna de opinión por Álvaro Inostroza González
Viernes 10 de diciembre 2021 13:14 hrs.


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“El pez nunca descubre que vive en el agua. De hecho, como vive inmerso en ella, su vida transcurre sin advertir su existencia. De igual forma, una conducta que se normaliza en un ambiente cultural dominante, se vuelve invisible” Michel Foucault.

El éxito de El juego del calamar se debe muy probablemente a que empatizamos con sus protagonistas o, directamente, porque nos sentimos identificados con su  vivir, con no llevar la  vida que soñamos desde niños y solo dedicarnos a sobrevivir en este mundo hostil, en el que nos vemos obligados a adquirir distintas deudas y miedos. Deudas para estudiar, deudas para pagar un tratamiento médico, deudas para poder tener un techo y un profundo miedo a quedar sin trabajo, que puede hacerte perder todo lo que has ganado con tanto esfuerzo.

Vivimos tan metidos en nuestros problemas que, generalmente, no nos cuestionamos nada. Para los que nacimos en la dictadura y para los más jóvenes, vivir bajo este modelo lleno de deudas y miedos es lo normal. Lamentablemente, muchos, al igual que los peces, nunca descubren que hay otras realidades, que existe el aire y la tierra, que otra realidad es posible.

Algunos pensarán, y con justa razón, que los peces no pueden vivir fuera del agua y es eso lo que te repiten una y otra vez a través de medios de comunicación masiva, los que justamente quieren que creas que cambiar es peligroso y una utopía.

Qué sería de la evolución de las especies, si algunos valientes peces no se hubiesen atrevido  a salir del agua, aunque fuese por unos pocos segundos y así cada vez más tiempo, hasta que generación tras generación lograron mayores avances y pudieron vivir fuera del agua sin problemas.

Pero también es cierto que aún hay gente que no cree en la ciencia ni en la evolución. Viven en sus dogmas y transmiten sus miedos a través de los tiempos. Las mujeres bien lo saben, vivieron y algunas aún viven bajo esos dogmas, pero gracias a esas valientes mujeres que se atrevieron  a salir, que lucharon por otro mundo posible, hoy tienen derecho a votar y a algo tan básico como estudiar y trabajar, aunque sin duda falta mucho, por ejemplo igualdad de salario a igual trabajo, porque los cambios tal como en la evolución de las especies no son tan rápidos como a uno le gustaría.

Hay otra cosa que también nos han hecho creer, y en eso han sido muy osados, nos han convencido de que lo colectivo no es bueno, que el camino individual es la forma de surgir más rápido, que debemos avanzar tal como en El juego del calamar, sin importar  los demás, por muchos muertos que queden el camino. Porque el crecimiento del PIB bien lo vale. Lamentablemente la vida no es una serie de televisión, hubo heridos y muertos en las manifestaciones del 2019 y muchos tuvimos cercanos y conocidos que murieron por Covid 19 y detrás de esas cifras hay familias que aún lloran a sus muertos.

La naturaleza no ha quedado ajena a esto y ha pagado un precio enorme. Si no hacemos nada hoy, el mañana será invivible.

Yo voto por Gabriel Boric, porque su programa de gobierno nos invita a pensar y construir otra realidad, nos indica un camino para dejar de mirarnos como rivales y comenzar a vernos nuevamente como miembros de una sociedad en la que nos necesitamos unos a otros si queremos dejar de sobrevivir y empezar a tener un buen vivir. Nos invita a soñar con pasos concretos y reales en una sociedad distinta a El juego del calamar, una en que nos ayudemos entre todas y todos y podamos vivir la libertad de saber que el sueldo nos va a llegar a fin de mes, la libertad de no tener miedo de no poder pagar educación ni salud y la tranquilidad  que al llegar a viejos, cuando lo dimos todo por los demás, podamos tener un buen pasar. Porque otro mundo es posible, junto a Boric avancemos para vivir mejor.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.