Michel De L'Herbe por incendios forestales: "El involucramiento comunitario es clave"

El experto en gestión de emergencias destacó la importancia del fortalecimiento de instituciones locales, tales como municipios y gobernaciones regionales, para el manejo de los siniestros y la recuperación del bienestar de las comunidades afectadas.

El experto en gestión de emergencias destacó la importancia del fortalecimiento de instituciones locales, tales como municipios y gobernaciones regionales, para el manejo de los siniestros y la recuperación del bienestar de las comunidades afectadas.

En conversación con la primera edición de Radioanálisis, el experto en gestión de emergencias, Michel De L’Herbe, se refirió al complejo escenario producto de los incendios forestales que afectan a varias regiones del país y que ayer martes motivó la realización de un Comité Operativo de Emergencia encabezado por los ministros de Interior, Rodrigo Delgado, y de Agricultura, Emilia Undurraga, para abordar el siniestro en la comuna de Quillón, en la región de Ñuble, que ya ha consumido más de 2.100 hectáreas.

En concreto, planteó que respecto a este fenómeno es muy importante “empezar a asumir que el clima cambió y que lo que no tenemos es certeza es que si vamos a tener un clima, en el caso de la zona central por ejemplo, con cuatro estaciones bastante marcadas, más bien templado, pero todo pareciera que nos indica hace una década que vamos a seguir teniendo estas estaciones un poco más difusas con un verano muy marcado, con mayor cantidad de olas de calor, es decir, un escenario muy propicio para incendios de comportamiento extremo”.

En ese aspecto, De L’Herbe sostuvo que, solo para dimensionar, la Conaf reconocía un poco más de 30.000 hectáreas destruidas antes de finalizar diciembre, “el año pasado en toda la temporada se destruyeron 35.000 hectáreas y aún nos quedan los momentos más activos, que suele ser mediados de enero a fines de febrero”.

También afirmó que “en general, el número de incendios forestales no varía significativamente. Estamos hablando de que son 60, 70 incendios al año, que son de gran impacto, que es el 1%, y el resto de los incendios cabe dentro de la categoría de normales”.

Por ello señaló que “allí hay un tema que tiene que ver con las condiciones meteorológicas que obviamente no las manejamos y su impacto en la naturaleza. Por lo tanto, nuestro manejo está en las labores preventivas de algunas que son de largo plazo, asociadas por ejemplo a la planificación territorial, y de otras que son de carácter inmediato porque las emergencias no esperan y eso tiene que ver con las capacidades de combate para poder detener estos incendios de comportamiento extremo lo más rápido posible”.

Consultado sobre las investigaciones en torno a la intencionalidad de los incendios, el experto destacó que en esta situación el factor humano es el más relevante, al igual que la planificación, las medidas de mitigación y de prevención, manifestando su preocupación, además, por la criminalización de este tipo de eventos que, a su juicio, genera que las personas no se hagan parte y participen de la prevención.

“Aquí hay un tema de involucramiento comunitario que es clave. Desde lo que son los medios de comunicación y campañas por parte del Estado, hasta conductas tan simples como aquellos que fuman, el manejo de las colillas; aquellos que acampan, que hacen un asado en una parrilla a carbón y el manejo adecuado de ese fuego. Por lo tanto, hay un tema de generar consciencia y no estigmatizar porque estamos hablando de un factor humano”, explicó.

En tanto, desde el punto de vista de la política pública, expresó que “tanto para el involucramiento local el lenguaje es fundamental y ese lenguaje va a ser más horizontal en la medida que la autoridad pública esté más en el territorio. Estamos hablando del municipio, de las gobernaciones, que ambas son de representación popular. Eso genera un canal para poder generar este involucramiento mucha más importante”, añadiendo que eso implica establecer facultades, recursos técnicos y económicos para establecer dicho liderazgo.

En ese sentido, comentó que “los gobernadores son una institución y un avance muy relevante, pero que todavía le falta músculo que se construye a partir de tres elementos: capacidades técnicas, recursos económicos y facultades” e hizo referencia al incendio que afectó a principios de diciembre a la comuna de Castro, en Chiloé, que dejó a más de un centenar de viviendas destruidas y 400 personas damnificadas.

“Cuando se apaga la llama no se acaba la emergencia. Cuando se apaga la llama empieza el drama humano, baja la adrenalina y, por lo tanto, es cuando más gestión social se requiere. Necesitamos autoridades locales que sean capaces de establecer una fase de recuperación, que tiene que ver con la recuperación de bienestar social, físico, económico y emocional de las comunidades”, aseveró.

Finalmente, Michel De L’Herbe hizo un mea culpa respecto de esta situación y agregó que actualmente “estamos superando el 400% de superficie destruida respecto de igual fecha al año pasado. Ojalá que pronto incorporemos otros indicadores que no solo sea la superficie que nos vaya indicando cuán grave está una temporada de incendios forestales. Tenemos que ser capaces de visibilizar el dolor de las personas”.





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