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Morir en Moscú: la larga garra del terrorismo

La inteligencia rusa acusó al equipo de “seguridad especial” ucraniano de planificar y cometer el atentado con un coche-bomba en que murió la periodista Daria Dúgina, hija de ultranacionalista Alexander Dugin, inspirador del presidente Putin.

Luis Hernán Schwaner

  Lunes 22 de agosto 2022 16:51 hrs. 
Daria Dugina

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El Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia emitió este lunes  un comunicado afirmando que el asesinato de Dúgina, víctima de una bomba colocada bajo la camioneta que conducía “fue preparado y cometido por los servicios especiales ucranianos“. Agregó que la presunta homicida sería una mujer que los servicios de inteligencia ucranianos contrataron para realizar el crimen. Ésta habría llegado junto a una hija de 12 años desde Ucrania a Rusia a mediados de julio, arrendando un  departamento en el mismo edificio en el que vivía la periodista para, supuestamente, obtener información sobre su vida. La mujer fue identificada por el Servicio Federal de Seguridad (sucesor de la KGB) como Natalia Vovk (alias Shaban) ex combatiente del filo nazi batallón ucraniano “Azov”, de 43 años, quien llegó al país en un automóvil Mini Cooper con matrícula de la República Popular de Donetsk, se movió por Moscú con matrícula de Kazajistán y, finalmente, después del crimen, “salió de Rusia a Estonia a través de la región de Pskov usando una matrícula de Ucrania “, prosigue la declaración.

La bomba que mató a Daria Dúgina estalló cuando ésta circulaba por una autopista periférica de Moscú de regreso a su hogar proveniente del festival literario-musical “Tradición”, donde había acompañado a su padre, el filósofo Alexander Dugin, quien dio una conferencia momentos antes. Sin embargo, a último minuto, Dugin decidió retirarse del lugar en otro vehículo, cediendo su camioneta personal a Daria. Por ello, se especula que el atentado estaba dirigido contra su progenitor.

Pero, ¿quién es Alexander Dugin? No se trata de un funcionario estatal aunque sí se ha convertido en una figura emblemática en la política rusa actual debido a sus postulados ultranacionalistas y antioccidentales. Por ello, muchos analistas internacionales coinciden en considerarlo como una suerte de ideólogo de la política en Rusia, donde ha colaborado e influido en la política exterior del presidente Putin, especialmente en relación a Ucrania, lo que le habría convertido en un aliado cercano al mandatario. Dugin fue sancionado por Estados Unidos en 2015 por su presunta participación en la anexión rusa de Crimea. Se le atribuye a sus escritos una profunda influencia en la visión del mundo que ostenta Vladimir Putin y es considerado como uno de los principales arquitectos intelectuales de la ideología ultranacionalista a la que adhieren muchos en el Kremlin. Durante años, Dugin viene clamando porque Moscú se plantee de modo más agresivo en el concierto internacional y apoyando con fuerza la acción militar rusa en Ucrania. También, en su condición de padre espiritual del movimiento neo-euroasiático, se le considera el analista, académico, estratega y pensador más influyente de Rusia. Dugin es el hombre que ha defendido por años que se hacía necesaria la intervención militar de su país en el este de Ucrania -a la que llamó “Novorossiya” (Nueva Rusia)- “para salvar la autoridad moral de Rusia”.

Por su parte Daria Dugina era una destacada politóloga y periodista que no tenía ambages para apoyar abiertamente la invasión rusa a Ucrania. A principios de este año fue sancionada por las autoridades estadounidenses y británicas, que acusaron a la joven de 29 años de contribuir a la “desinformación” a través de internet acerca de la guerra entre Rusia y Ucrania. De hecho, durante una entrevista concedida en mayo, Daria Dugina había descrito el conflicto como un “choque de civilizaciones”, expresando su orgullo por el hecho de que tanto ella como su padre habían sido sancionados por Occidente por ostentar y sostener su pensamiento ultranacionalista.

Maria Zakharova, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, dijo en una publicación de Telegram que si se encontraba algún vínculo del atentado con Ucrania, ello equivaldría a “un acto de terrorismo de Estado”. De su lado, las autoridades de Ucrania desestimaron las acusaciones alegando que el ataque está relacionado con luchas políticas internas en Rusia. Pero más allá de los antecedentes y consecuencias de este crimen atroz, una ola de especulaciones circula en los titulares de los medios de comunicación occidentales respecto a qué es lo que hay  verdaderamente tras la acción terrorista del sábado.

No obstante, hasta ahora un hecho parece haber sido comprobado en la investigación criminal: la misma tarde del asesinato Natalia Vovk y su hija Sofia también estuvieron presentes en el festival literario-musical “Tradición”,  según se señaló.

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